LA DEVOCIÓN MARIANA EN BARLOVENTO

                              Entre muchas cosas podemos apuntar el gran fervor a Nuestra Señora del Rosario, que fue establecido por Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de dominicos o de predicadores, a causa de una visión con que le favoreció la Santísima Madre en 1208, cuando estaba predicando contra los errores de los albigenses. Los frailes recorrían la Isla con el propósito de fomentar el rezo devocionario y, así, contemplar los misterios de nuestra Redención. Siempre, desde sus albores, ha estado ligado a la práctica de dicha devoción cristiana en el sentir del pueblo. Algunos estudiosos del tema señalan que la parroquia de Barlovento fue iniciada por ellos, siendo elegido dicho lugar como punto estratégico y encrucijada de caminos para sus misiones por la escarpada geografía norteña. Un ejemplo lo tenemos en el hecho como Fray Rodrigo de Cuadros, hijo del convento de San Pablo de Sevilla y prior del homónimo de San Miguel de Las Victorias de Santa Cruz de La Palma en 1595, murió despeñado en el término municipal de la Villa de Garafía con opinión de santo.