Habiendo recorrido un cuarto de su longitud penetramos en “El
Espino”, singular caserío en la cima del risco, constituyendo el enlace con la
carretera de Timibúcar, en donde hubo un horno de cal, y que hoy lo hace con la
escalera de Gredos a los pies de la Prisión Provincial. Mas allá está el
mirador de La Luz, haciéndolo con elegancia y miradas panorámicas hacia unas
aguas azules oceánicas, parte de nuestro litoral.
Con la ermita a nuestras espaldas, contemplamos la ciudad que
nació de la bahía y esta realidad fundacional ha marcado su historia en el
transcurso de los siglos. En los astilleros a nivel de playa surgió una
industria floreciente de competición y vanguardia, que en la carrera de Indias
cosechó grandes éxitos. Sus barcos construidos por fabricantes locales,
carpinteros de ribera y por armadores, surcaban los mares y unían puertos tan
distantes como los de La Habana y Amberes. Para comerciar con Indias la Corona
de Castilla creó, si bien por breve tiempo, el primer y único Juzgado Oficial
de la Contratación de Indias en Canarias, muy al principio de 1564, mientras
que las naves isleñas trasportaban vinos y brea principalmente a Hispanoamérica
y traían de esos otros lugares y de Flandes pieles, plata, oro y objetos
suntuarios, etc., especialmente de estilo religioso.
Esta cultura marítima se traduce en el establecimiento de verdaderas dinastías de maestres, fabricantes y pilotos, como las que ejemplifican las sagas de los Cano, Díaz Pimienta, Arozena Lemos y Henríquez, Casas Lorenzo, Rodríguez González, Fernández y otros tantos más, artífices de la ingeniería naval, que constituyeron auténticas familias de constructores y navieros. Se trata de una transmisión marinera que, con altibajos, llega a los albores del novecientos, con gran arraigo en la memoria colectiva de los palmeros, cuando la fabricación de barcos de vela decayó a favor por la competencia de los grandes vapores que monopolizaron el comercio y el tráfico nacional e internacional.
No ha faltado el dilema de llamar indistintamente el sagrado
recinto como iglesia de Nuestra Señora de La Luz o, simplemente, de La Luz. No
reviste la menor importancia, porque la dedicación al santo Patrón se atestigua
en numerosos documentos antiguos.
Se muestra el cariño a unas imágenes de candelero. La Virgen
fue esculpida alrededor de 1718 y atribuida a Juan Manuel de Silva Vizcaíno (1687-1751),
anteriormente se veneraba en la parroquia Matriz de El Salvador con la
advocación de Nuestra Señora del Carmen. Mientras, el santo dominico, anónimo,
procedente, probablemente, del convento de dominicos de San Miguel de las
Victorias, después de la desamortización, protector de mareantes y pescadores,
recorría en su festividad, 15 de abril, los aledaños a hombros de fervorosos marinos.
Sobrepasamos los límites de la homónima Sol y volvemos a
detenernos ante la fachada de la que fue mansión familiar de Manuel González
Méndez (1843-1909). Una placa conmemorativa puesta, en noviembre de 2009, por
el Excmo. Cabildo Insular de La Palma nos recuerda en donde nació y vivió.
Fue el más universal de los pintores canarios del siglo XIX.
Después de tantas cualidades, la interpretación del paisaje es también
fundamental en su obra. Fue uno de los primeros realizadores del paisaje pleno
de las islas con un cromatismo de amplia escala. Su vehemente deseo de
fidelidad a la naturaleza le conduce a una interpretación justa y equilibrada
de las formas. En los óleos que conocemos recoge parajes tanto de Europa como
de Canarias, concretamente de Tenerife y La Palma, con una factura minuciosa de
los primeros a una soltura inusitada en los más recientes.
A continuación, encontramos la Casa Van de Walle, inmuebles
con los números 13 y 15. En ella Luis Vandeval el Viejo, comerciante flamenco,
nacido en Brujas, se estableció en la primera mitad del siglo XVI, donde
destacó como uno de los personajes relevantes de la incipiente sociedad de
entonces. Fundó un pósito para pobres, dejando constancia de que, como es
público y notorio, hizo escritura con el Concejo en que se obligó de emplear en
cada año quinientas doblas en trigo y de que se hizo donación para este efecto.
Dicha edificación fue saqueada e incendiada por los piratas
hugonotes, protestantes de doctrina calvinista durante las guerras religiosas,
al mando de François Le Clerc (¿?-1563), apodado Pata de Palo, al igual que el
vecino convento de San Miguel de las Victorias. Habiendo exhibido durante
muchos años el estado de ruina, se reconstruyó a principios del XVII, formando
dos fincas diferenciadas. La situada en la parte sur, con el nº 15,
correspondió a la descendencia de Jerónimo Vandeval, Maestre de Campo de las
Milicias y Regidor del antiguo Cabildo de La Palma, y la otra, parte norte, con
el nº 13, correspondió a la descendencia de Tomás Vandeval, Capitán de
Infantería y asimismo Regidor.
El actual Museo de Arte Contemporáneo, que contiene el Centro
de Interpretación de la Bajada, está levantado, precisamente, en el otro solar
después del pavoroso siniestro ocurrido el domingo, 5 de abril de 1970, a las
diecinueve horas, siendo Gabriel Duque Acosta (1930-1987) alcalde de la muy
Noble y Leal Ciudad de Santa Cruz de La Palma, cuando había actividad laboral
en la fábrica de tabaco La Rica Hoja, ubicada en dicha casona.
Al lado, está el domicilio ecléctico del Colegio de
Arquitecto, frente a las escuelas municipales en el desaparecido colegio de
educación Sector Sur, ocupando el sitio del monasterio de las Madres Catalinas.
La Biblioteca Municipal de Teatro Antonio Abdo es la única
especializada en teatro que existe en Canarias. Cuenta con un fondo de casi
3000 volúmenes en materias como técnica actoral, textos teatrales, historia y
teoría del teatro, dramaturgia, teatro infantil… Desde 2011 cuenta con una sede
estable en la que periódicamente se organizan actividades para el fomento de la
lectura teatral y divulgación de las artes escénicas, incluyendo encuentros con
actores y autores, premios de escritura, actuaciones, club de lectura,
proyecciones, etc.
Fabricado fue el centro cultural y social de todos. En él se
celebraron históricas veladas literarias y políticas, y allí también se llevaba
a cabo la esperada temporada de bailes que abarcaba desde el día de la
Inmaculada Concepción hasta la fiesta de Carnaval, actos todos ellos que
tuvieron amplia difusión en la prensa de los distintos años.
Al traspasar el umbral del nuevo milenio, la sociedad palmera
reclamaba justamente la restitución de un espacio que, como antaño, encauzara sus
inquietudes intelectuales y enriqueciera su acervo cultural a través de las
artes escénicas y la música en unas condiciones de exhibición sobresalientes,
alzando de nuevo el telón en respuesta a esta demanda.
La causa fue simplemente por el paso de numerosas compañías
de espectáculos con giras por América. El interior guarda una igual distribución
al referente de la isla caribeña de Cuba y el exterior de aspecto circular con
uso común de la madera en la cúpula y en otros elementos decorativos. Al
someterse a su nueva misión, se le dio la actual estructura encerrando la
anterior. Fue un diseño del constructor naval Sebastián Arocena Lemos
(1823-1900).
Hagamos un sencillo historial de cuanto se ha instalado en
sus distintas dependencias y celebrado en él, aparte de lo ya relatado: fábrica
de alcoholes y aguardientes (1897-1902), Imprenta (1966-1987), taller de
taxidermia, duelo de sables (1904), zarzuelas, operetas, cine, mítines, fiestas
de arte, veladas de magia, actuaciones de divos, bailes, peleas de gallos,
recitales, conciertos, festivales escolares, capilla ardiente…
Después de 21 años volvió a ser referente cultural, siendo su
cierre en 1987 y produciéndose su apertura el 25 de octubre de 2008, cuando era
alcalde Juan Ramón Felipe San Antonio (1962). Cuatro días más tarde, miércoles,
por motivo de la jornada de puertas abiertas se exhibió pasquines y carteles
antiguos originales, que repasa una etapa de este recinto desde sus comienzos.
FUENTES CONSULTADAS:
Pregón de las fiestas en honor a Nuestra
Señora de La Luz y San Telmo. Santa Cruz de La Palma. Domingo Cabrera Pérez. 7
de septiembre de 2016.
Manuel González Méndez.
Biblioteca de Artistas Canarios. Viceconsejería de Cultura y Deportes. Gobierno
de Canarias. Manuel Ángel Alloza Moreno. 1991.
Santa Cruz de La Palma:
recorrido histórico-social a través de su arquitectura doméstica. Jaime Pérez
García. 2004.
El Bernegal. Blog. Domingo Cabrera Pérez. 23 de septiembre de 2018.
Otros documentos y procedencias.
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