La semblanza de
Pedro González Telmo (ca. 1180 o 1190-1246) es curiosa e interesante. Nació en
Frómista (Palencia) y murió en Tuy (Pontevedra), diócesis de Tuy-Vigo, tras
haber conocido por gracia divina la fecha de su tránsito, de cuyas ciudades es
Patrono. Perteneció a familia distinguida estudiando en la Universidad
palentina y se ordenó sacerdote. Ejerciendo de canónigo en Astorga ingresó como
monje en la Orden de Predicadores, siendo recibido en la puerta de la vida
monástica por el gran Patriarca español y fundador Santo Domingo de Guzmán,
distinguiéndose por su locuaz retórica. En 1254 el Papa Inocencio IV lo
beatificó y como tal se venera en el santoral católico. No ha sido formalmente
canonizado, aunque popularmente se le ha dado el honor de santo y en 1714
Benedicto XIV le confirmó culto. Se representa llevando en la mano un cirio
azul en señal al “fuego de San Telmo” o con un pequeño barco, alimentando a los
pescadores y, a veces, con un expresivo pescado.