Escribir sobre una persona de tanta importancia en el
desarrollo de su vocación y responsabilidad en el bregar de la vida y
conocimiento científico, un profesional de gran prestigio, como lo resaltamos
en el biografiado palmero de cuna y convivencia, que abrió con sobresaliente
decisión cosechando éxitos en grado superlativo. Sus padres fueron Germán Pérez
de la Concepción y Juana Camacho Arceo. El joven canario se trasladó a la isla
caribeña de Cuba a estudiar la carrera de Medicina, dándose a conocer con
rasgos de grandeza, abriendo un amplio horizonte de prosperidad en el futuro
proyectado desde el presente, impulsado por la inquietud de la juventud y de
las ambiguas circunstancias en aquel país.
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