
Es un binomio en
el que sus términos se pueden invertir como se quiera, porque es lo mismo
Felipe Vargas de Paz (1934-1995) y el folclore, o viceversa. Forman un conjunto
inseparable en el mundo musical de La Palma con proyección universal. Desde
siempre su voz fue escuchada más allá de nuestra frontera atlántica con un
alarde de maestría y de buen gusto por lo genuino y tradicional, propio de la
cuna familiar y palmera.