Cuando se aproximan las fechas de Navidad nos acongojamos en
el corazón por sentir cerca, de manera
evasiva, la alegría del reencuentro con aquellos familiares y amigos, que están
lejos por circunstancias ajenas a ellos mismos, y la nostalgia de quienes no
están con nosotros. Las ciudades del orbe cristiano adornan sus calles y plazas
con luminarias u otros motivos ambientales para envolvernos en una red social
de consumo. La gente compra en los grandes almacenes, tiendas pequeñas y en
cadenas comerciales diversos artículos demandados, la mayoría, por los anuncios
en medios públicos de comunicación.