Entre fulgores y destellos por una pasión incontenible en el
pecho de un palmero apasionado por el mundo de la tauromaquia. Fue un torero
español nacido en las Islas Canarias. Despertó a la vida en la luz de un sueño
en plena juventud, entre los albores insospechados del mundillo del toro, el
capote, la espada y la arena del ruedo al toque de sones de las llamadas a
faenar y con pentagramas transformados en acordes de pasodobles, compases al
ritmo alegre y triunfal con traje de luces y con galantería formando el paseo
hasta el centro de la plaza en donde la suerte y la habilidad del diestro
conjugan verbos impersonales de una buena o mala tarde o de salir o no por la
puerta grande con la montera en la mano, orejas y rabo o a hombros, quedando
los fans embrujados, la farándula servida resaltando su figura.