En ese momento en que la agricultura padecía de una precaria
economía y surgía los deseos de emigrar a otros países, prioritariamente, a
América del Sur, emigró a Venezuela, siendo muy joven, en busca de su hermano
Alejandro, residente en Caracas, trabajando en el bar que poseía en el barrio
residencial de Quinta Crespo.
Simultaneando, en la capital venezolana, su
trabajo con sus estudios de Arte dramático, presenció su primera corrida en
1955. Tras la lidia en él se generó una vocación irresistible, matriculándose en
la escuela del torero Eleozar Sananes, con el apelativo de ‘Rubito’, según se
dice en el diario Lanza en las páginas dedicadas a la muerte de José Mata. Su
amigo el matador local, Tomás Parra, comenta que se presentó en los viernes
taurinos de Caracas, a unas novilladas de la oportunidad de 1956, aunque su
debut en la plaza Nuevo Circo de Caracas fuera al año siguiente, en 1957, en
donde ganó el trofeo ‘Revelación’. En el país suramericano toreó hasta diez
festivales antes de volver a España, en 1958, impulsado con ímpetu por su gran
vocación de ser torero y tras sus estudios referenciados anteriormente actuó
varias veces en la televisión venezolana.
Hay que tener una gran personalidad como la que tuvo para
llegar a la península ibérica y acomodarse lidiando inmediatamente, sin antes
sufrir adversidades y contratiempos, desenvolviéndose muy bien en los diversos
círculos taurinos de un lado u otro del país y Francia. Se buscó un hueco en
una sociedad llena de compromisos y competencias. Hizo su presentación en
Arévalo (Ávila), el 8 de junio de 1959. Todo un espectáculo para el deleite del
público asistente. Fantasías en el ruedo donde conoció al que sería su peón y
persona de confianza suya, Ramón Encinas, quién en 1963, seguía en dicho
espectáculo cómico taurino. Además, Mata García llegó a lidiar 30 novilladas
sin picadores.
José Mata debutó en Madrid como
novillero, el 5 de agosto de 1962, después de repetir dos veces en Las Ventas
en una temporada exitosa, obteniendo grandes premios como cortes de rabos,
orejas, vueltas al ruedo y brindis como a actores, por ejemplo, Charlton
Heston, cuando las estrellas del cine iban a los toros.
En 1964, entre Barcelona y Madrid,
cosecha importantes triunfos y hasta una cornada en el muslo al entrar a matar
en el último de la tarde, tras una faena valiente. Luego, con el riesgo de
cometer un error toma la alternativa en Benidorm (Alicante), cortando dos
orejas y saliendo a hombros, siendo merecedor del trofeo de la ‘oreja de oro’ y
así, sucesivamente, unos tras otros.
Comienza la década de los 70 y la
incertidumbre de los primeros años trazan una senda de tragedia y desolación en
los ansiosos seguidores del joven ídolo y glorioso héroe, mientras continuaba
adquiriendo experiencia, lo que se denomina veteranía en el toreo, el trágico
lance resultó ser fatídico, mortal o de muerte predestinada en tal ocasión,
funesta irreversible, que nunca pudo haber sucedido.
La revista alusiva, cuyo nombre
así lo indica, al mundo de los toros ‘El Ruedo’ destaca en sus páginas,
titulando ‘José Mata, hay que darle paso’ el comentario siguiente: ‘El torero
canario, uno de los pocos diestros que permite a su esposa acudir a las
corridas en donde actúa, se merece mejor trato del que hasta la fecha le
dispensan las empresas y ganaderías. Tiene un valor fuera de lo común, unos
deseos de abrirse paso en el planeta taurino, evidentes anhelos con mucha
tranquilidad en la arena’.
Pasamos páginas y nos acercamos a
la fecha fatídica del desgraciado accidente de la tarde de verano, transcurría
el 25 de julio de 1971, se inauguraba la plaza de toros de Villanueva de los
Infantes (Ciudad Real), en el que resultó gravemente herido por el célebre toro
‘Cascabel’ de la ganadería de Luis Frías Piqueras. Fue trasladado a Madrid, habiendo durado el
viaje tres horas, murió en el sanatorio de toreros, pasado dos días, por
insuficiencia de material quirúrgico sanitario y atención médica eficiente, con
solo 34 años de edad, porque había perdido mucha sangre. Se relacionó su muerte
con la falta de materiales en la enfermería de la plaza y el modo en que fue
trasladado para recibir los servicios especializados.
José Mata fue uno de los matadores
favoritos de Madrid. Triunfó en muchas ocasiones con notable éxito en la arena
de la Monumental de Las Ventas, según la revista El Ruedo, fue ejemplar tanto
en su arte como en su coraje, dentro y fuera de las plazas. Era el matador
canario más famoso.
Estaba casado con Marie France Goudard,
de nacionalidad francesa, que le acompañaba de una manera activa, incluso
sorteando a veces sus toros. Estuvo presente en la dichosa plaza del fatal
desenlace, cuando se produjo la cogida.
Antes que Cascabel, un negro
bragado de cuernos afilados, abrió plaza al inutilizarse una de las bestias, le
rompiera la vena femoral, José Mata había escrito historias brillantes en una carrera
poco conocida.
El torero malagueño, Francisco
Ceballos, hace especial énfasis en la afirmación sobre el homólogo palmero:
‘Era un gran torero, sus paisanos deben de estar orgullosos. Era muy fino, de
estar siempre en su sitio. En Madrid le admiraban. Personalmente me encantaba.
Yo siempre le decía cómo eres canario y toreas con tanto arte. Es que tenía
mucho arte. Hay una película que hizo junto al Cordobés en la que se ve algo.
Era muy bueno, ya llevaba años en esto’.
José Mata ha muerto… José Mata ha
muerto. Torero de una trayectoria ejemplar al que una tarde de julio la muerte
le llegó… Ha muerto un buen torero, no son palabras de elogio y homenaje cuando
ya nada tiene remedio, tiene una realidad triste y debidamente contrastada, y
de un gran caballero. Descanse en paz el ejemplar torero.
Le siguieron muchas tardes
gloriosas y una carrera llena de éxitos por toda España y Francia. El 2 de mayo
de 1971, se presenta en las islas del archipiélago canario, su tierra natal,
ante sus paisanos en la plaza de toros de Gran Canaria y, al día siguiente, en
la de Santa Cruz de Tenerife, cortando una oreja a su primero y dos más rabo,
al segundo.
Santa Cruz de La Palma, ciudad
capital de La Palma, quiso sumarse a la lista de méritos concedidos a nuestro
paisano, el torero palmero bregador en el Parnaso del arte de la tauromaquia,
Olimpo de los dioses y paraíso de ninfas de entre la congregación de plácidos
nenúfares o de flores de lotos en medio de una céntrica plaza con su nombre,
precedida de un busto del mismo.
La efímera Peña Taurina femenina
de Santa Cruz de Tenerife, fundada en 1972, tomó el nombre de José Mata, para
que así mantener el recuerdo del fallecido torero.
Honores para quien perdió la vida
con valentía en tierra castellana, en una soleada tarde de verano, cuando el
sol lucía su mayor y mejor esplendor, con un suspiro de muerte al dar una
estocada cayó en la arena del ruedo en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real),
que le erigió en una plaza un busto y una placa conmemorativa a perpetuidad y
en la otra localidad de Nava de La Asunción (Segovia), en donde fue muy
admirado, le concedieron el título de Hijo Adoptivo y dio el nombre a una plaza
del municipio en el marco urbano.
‘La decente’ (1971), de
José Luis Sáenz de Heredia, en el papel de compañero de Fermín; ‘El hombre
que se quiso matar’ (1970), de Rafael Gil, en el papel de jugador de
billar; ‘Don erre que erre’ (1970), de José Luis Sáenz de Heredia, en el
papel de conductor de la furgoneta; ‘Sangre en el ruedo’ (1969), de
Rafael Gil; ‘Chantaje a un torero’ (1963), de Rafael Gil, como Calero y
otros títulos ‘Tarde de toros’ y ‘El marinero con los puños de oro’,
entre otros.
Durante el siglo XXI, del que
hemos recorrido su primer cuarto, surgen nuevos toreros que se suman a los ya
consolidados en años anteriores, presentando gran diversidad en estilos y
trayectoria profesional. Es digno de hablar de manera rotunda y magnífica
cuando se siente como algo esencial, mío y tuyo de pie a cabeza. La figura del
torero, al igual que otros aspectos de la tauromaquia que han sido de
inspiración para artistas de diferentes géneros artísticos universales,
destacando, sobre todo, pictóricos a los que siguen obras literarias y
escultóricas. Por último, se incorporan la fotografía, el cine, el video con lo
que el torero contó como protagonista de las corridas de toros, abarcando
prácticamente todas las disciplinas artísticas de diferentes países. Punto y
final, para dejar grabado en la mente histórica una página en memoria de José
Mata.
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