Es cierto que, un litoral tan corto para una ciudad con honda tradición marítima y ligada a una
vocación marinera, tenga tendencia a transformarse para abastecer las
necesidades de una población exigente en mejorar los espacios para satisfacer
sus momentos de ocio. Sin embargo, el paso del tiempo nos muestra el ansia de
embellecer su entorno y dar a conocer lo novedoso y sensacional de su idiosincrasia
conforme a una estructura de acorde al progreso y engrandecimiento urbano.