Nunca tomé el interés de considerarlo como líder en defensa
de sus paisanos y de los derechos de su país, pensaba que no ofrecía nada nuevo
al mundo. El tiempo transcurrió dándome la razón en lo sensacional, pero mi equivocación
se hizo real cuando Nelson Mandela (1918-2013) formó parte del pilar
fundamental de un pueblo masacrado por la ironía del destino.