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domingo, 21 de enero de 2024

MUNICIPIOS DE LA PALMA: PUNTAGORDA


                              ‘Tiene muy pocas casas y algunas cuevas, distribuidas en cuatro lomadas denominadas de San Mauro o Amaro, en la cual existe la iglesia parroquial con esta advocación, de nueva construcción como signo espiritual del poder religioso en su emplazamiento principal del término municipal de Puntagorda; Pinar, separada de aquella por un hondo barranco, en el que hay un puente para cruzarlo; Fagundo, que se halla dividida de la primera por medio de un camino que viene de la mencionada iglesia y la del Roque, separada de ésta por otro barranco, aunque algo más espacioso que el anterior. La expresada iglesia de entrada, dedicada a San Juan Bautista, la sirve un párroco, un sacristán y un monaguillo…

                              El terreno en general es de mediana calidad, con algún arbolado’.

                              Situado en el noroeste de La Palma. Tiene una extensión de 31,09 kilómetros cuadrados, que corresponde a 4,39% de la isla. Su altitud de 600 metros corresponde a su casco urbano. 700 metros a Fagundo y El Roque. 500 metros a El Pinar. Con una longitud de costa de 8,80 kilómetros.

                              Se halla en el punto más occidental insular, es un pequeño municipio rural con una importante tradición agrícola y ganadera, en un recorrido de este a oeste, se encuentran las altas cumbres de La Caldera de Taburiente y la inmensidad azul del océano Atlántico.

                              Presenta un paisaje agrario, que refleja las condiciones de un medio difícil, al que la población ha sabido adaptarse, para sacar del mismo el máximo provecho a lo largo de la historia. La configuración paisajística del municipio tiene que ver con los usos y funciones que el territorio ha tenido en sus diferentes zonas de costa, medianías y cumbre, y los aprovechamientos que la población ha hecho del mismo.

                              La erosión marina ha esculpido unos espectaculares acantilados en la costa norte, que es la parte geológicamente más antigua de la isla. En ellos se refugian algunas aves como el ‘halcón tagorote’. También, destaca la llamada flora ‘rupícola’, es decir, la que vive en los riscos, además, de algunas muestras de ‘tabaibales’ y ‘cardonales’. 

                              Al norte, a través del barranco de Izcagua, con el municipio de la villa de Garafía y al sur por el barranco de Garome con el homónimo de Tijarafe.

                              Está distribuido en cuatro entidades poblacionales, barrios, El Pinar, Fagundo, El Roque y el Pueblo.

                              La población está muy diseminada, mayoritariamente en casas campesinas aisladas.

                              Es el municipio de la isla con mayor proporción de población extranjera residiendo en él.

                              La construcción de una sociedad campesina en Puntagorda, tras la finalización del proceso de conquista europeo a finales del XV, del que no existen noticias de su presencia en la comarca noroeste, queda relativamente marginada de la nueva economía de producción implantada por los castellanos y basada en la caña de azúcar y en el control de agua. El territorio se dedica a cultivo extensivo de cereal, pastos para la ganadería y tierras baldíos, y sus propietarios vivirán en la nueva capital, Santa Cruz de La Palma. Sin embargo, a lo largo de la primera mitad del XVI, van llegando prometedores pobladores, mayoritariamente campesinos y artesanos portugueses que se van a dedicar, preferentemente, al cultivo de cebada, centeno y trigo y a la explotación forestal, donde la producción artesanal de brea llegó a ser muy destacada.

                              La sociedad contemporánea y todo lo que conlleva consigo, experimenta una lenta evolución hacia el progreso con paso firme.

                              Presume de tener una costa de acantilados vertiginosos, de nutrir cada primavera un tajinaste en flor cerca de lo más alto de la cresta de La Palma y un paisaje de medianías rico en almendros, huertas, pinares y viñas.

                              Su historia cuenta aventuras desde la prehistoria hasta la actualidad, posee un antiguo templo del XVI y mantiene vivas tradiciones ancestrales con sus fiestas y ritos. Ha sido ocupado y explotado desde la prehistoria. Esta ocupación ha tenido lugar de diferentes tiempos históricos, por formaciones sociales diversas, que han racionalizado el territorio de formas singulares.


                                  RESUMEN HISTÓRICO
:

                              Como otros pueblos de La Palma, contó desde los primeros años de la conquista, con alcalde pedáneo y alguacil.

                              Tuvo, igualmente, su pósito de granos, fundado con las mismas finalidades sociales con que se crearon los demás en la isla.

                              En cuanto a su parroquia, poco se sabe sobre su origen y fundación. El fuego devoró el archivo parroquial en un incendio acaecido, a finales de agosto de 1811, en la casa rectoral.

                              Sin embargo, basándonos en que su templo fue el sexto beneficio que se creó en 1660, por real cédula de Felipe IV (1605-1665), después de que los tres de la capital y los de Puntallana y San Andrés, podemos deducir que fue uno de los primeros edificados en la isla. Confirma esta hipótesis el hecho de que el obispo Alzólaras, en 1571, manifiesta ‘por vista de ojos’ que había una iglesia bautismal, bajo la advocación de San Amaro.

                              En torno a este núcleo inicial fue desarrollándose la población, aunque la construcción de la carretera fue trasladando la antigua municipalidad de la zona del Pinar. Una municipalidad que adquirió Puntagorda en virtud de la Constitución del Estado de 1812, separándose del Cabildo de la ciudad capital.

                          VISITAS DE INTERÉS CULTURAL:

                              El templo parroquial es de reciente construcción. Sin embargo, en él se encuentran imágenes provenientes de la primitiva edificación, algunas de interés.

                              Este nuevo templo sustituyó a otro anterior, que, como hemos dicho, desapareció en un incendio en la mañana del 31 de agosto de 1811. De él sólo quedan sus ruinas, algunos muros en pie y la espadaña.

                              Este templo, a su vez, era fruto de una anterior reedificación, llevada a cabo en 1707, de la primitiva fábrica, a cuya antigüedad ya hemos hecho mención.

                              Citar, por último, la existencia de varios molinos de viento, que dan un aire característico al pueblo, brindando muestras de su tradicional laboriosidad. 

                      ANTIGUO TEMPLO DE SAN MAURO:

                              El antiguo templo de San Mauro Abad está situado a 400 metros de altitud y linda con la vereda sur del barranco del homónimo santo titular, patrón de Puntagorda, histórico lugar donde en sus alrededores se produjeron los primeros asentamientos del municipio. De su origen y fundación nada se sabe con certeza, ya que el fuego devoró el archivo parroquial en un incendio, que se produjo el 31 de agosto de 1811, en la casa rectoral.

                              El solar de San Mauro Abad, datado en el XVI, es una sencilla iglesia de planta rectangular de una sola nave, que incluye capilla, coro y presbiterio. Tiene una gran notabilidad arquitectónica, debido al arco toráxico apuntado, que se encuentra en su interior y divide a lo largo de su longitud, desde el retablo mayor hasta la puerta principal, protegida por el coro bajo, el ante presbiterio, vestigio del gótico en las islas.

                              Se desconoce el origen y fundación, los historiadores piensan que fue uno de los primeros en construirse en la isla. Fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural), en 1986. Restaurado y abierto al culto en agosto de 2002.


OTROS COMPLEMENTOS DE GRAN IMPORTANCIA COMO ENCANTO RURAL
:

                              Molinos de viento: Existentes en el territorio municipal, siguen el diseño de su creador, natural de la villa de Mazo (Monte Pueblo), Isidoro Ortega Sánchez (1843-1913). Tenían la importante función de moler el cereal para el gofio, nutriente esencial de la dieta de los isleños. Había tres en el municipio, si bien se conservan dos, el del barrio del Roque y el del camino de Los Morritos en La Relvalarga, que se han restaurado.

                              Como municipio rural, abundan las construcciones de servicios, de uso agrícola, imprescindibles para las labores diarias del campesino. Entre ellas podemos destacar las siguientes: Pajeros, para almacenar animales, utensilios de labranza, paja, etc.

                              Bodegas y lagares, ya que la uva ha tenido una gran relevancia a lo de los años, producción, calidad y cualidad del vino de ‘tea’. Aquí, hacemos un paréntesis para comentar que, el queso, así como el vino, constituyen los más preciados elementos de la gastronomía local. Una curiosidad es el ‘vino de tea’, que al igual que el municipio vecino, villa de Garafía, se logra encubándolo en barricas fabricadas en madera de pino canario.

                              Eras, construcciones circulares con muros de piedra seca y pavimento firme de tierra o empedrado, donde se trillaba el grano.

                               Aljibes, depósitos de madera para recoger el agua de lluvia debido a la escasez de recursos hídricos. Por lo general, cada vivienda contaba con una, frecuentemente en el patio. Es esencial como componente de la vivienda tradicional, cada una poseía la suya.

                              Fuentes y fuentitas, a lo antes referido, sobre la escasez de recursos en términos generales, estas construcciones cobraron un notable apogeo, que ha desarrollado, sirviendo históricamente para recoger el agua, de servicio público, situadas en las cercanías de barrancos, de mar a cumbre.

                                            ECONOMÍA:

                              Es un municipio primordialmente rural, dedicado al sector primario. Tradicionalmente los cultivos de secano han sido dominantes, especialmente almendras, vid y trigo. En el XX, centuria pasada, se impulsaron los cultivos de regadío. Cuenta con un ‘Mercadillo del Agricultor’, donde vende directamente los productos de la huerta a los consumidores.

                              El turismo rural ha tenido cierto auge en la zona preparada, en los años finales de los ochenta y principio de la década de los noventa, pero sin relevar a la agricultura como motor económico.

                              La base de la economía de este municipio es, como bien hemos dicho, la economía.

                              Destaca entre los productos de secano el almendro, siguiendo las papas, los viñedos, los cereales, plantas forrajeras y algo de hortalizas.

                              Últimamente, han cobrado importancia las producciones en las tierras de regadío, los plátanos, hortalizas, papas, aguacates y flores.

                              Sobresale en el término municipal la presencia de abundante cantidad de pinos, constituyendo una característica del paisaje. En este sentido, El Fayal o Monte de Lucía, semejante en todo a una alameda con centenarios ejemplares.

                              La propiedad agraria está muy repartida en pequeñas parcelas, muchas de ellas con menos de media hectárea de superficie.


                              ASPECTOS GEOGRÁFICOS
:

                              El municipio queda orientado hacia el oeste palmero. El término desciende por una gran pendiente, desde las cresterías exteriores de La Caldera de Taburiente, sobre los 2300 metros de altitud, hasta la costa. Su límite oriental es con El Paso. Por el norte linda con la villa de Garafía, siguiendo el barranco de Izcagua. Al sur, con Tijarafe, a través del barranco de Garome.

                              La línea costera, donde se encuentra el extremo occidental de la isla, aparece fuertemente acantilada.

                              El municipio queda enmarcado entre dos cauces de mayor amplitud, constituyendo una gran ladera, ampliamente surcada por numerosos barrancos y barranqueras. Entre estas zonas aparecen lomos y hoyas, donde se han desarrollado las tierras de cultivo y el poblamiento.

                              Aspecto destacado del relieve lo constituyen los distintos conos de piroclastos, que aparecen formando un amplio campo de volcanes. Estos aparatos volcánicos se encuentran generalmente muy alterados, como corresponde a su cronología, ya que forman parte de la Serie Basáltica Antigua. De Esta forma, aquí no se aprecian manifestaciones eruptivas recientes, que se concentran en el sector meridional de la isla.

                              La situación, a sotavento del alisio, determina unas características de dominante aridez. Las precipitaciones, al quedar bajo la influencia de las borrascas atlánticas, pueden llegar a ser abundantes, aunque muy irregulares.

                              Si bien ha perdido terreno, por la expansión de los cultivos, el pinar sigue siendo la masa vegetal más destacada. En las zonas medias, los pinos aparecen entre los cultivos y las casas. Muchos de estos ejemplares son podados regularmente para cama del ganado, dando lugar a árboles con largos troncos, enteramente cubiertos de brotes y sin apenas ramas.

                              Se conserva el fayal-brezal, que puede aparecer como sotobosque del pinar. Dispersos crecen algunos dragos de buen porte. Ya en las zonas bajas, aparecen los tabaibales y cardonales. Entre las especies cultivadas destacan las viñas y, sobre todo, los almendros, que caracterizan en buena manera al municipio.

                   DESCRIPCIÓN DEL ÚLTIMO INCENDIO

                              El incendio, en pleno estío, comenzó en el pueblo de Puntagorda el sábado, 15 de julio de 2023, concretamente, en el parque recreativo de ‘El Fayal’, sitio de bastante vegetación, con espléndidas coníferas y monte bajo, cubriendo el suelo fecundo lleno de luz y suaves sombras, invitando al ocio y larga paz en los confines de sus aledaños, compartiendo la amistad y buen rato con familiares y amigos. Con alegría se recibió la noticia de la estabilidad del siniestro el miércoles, 19 de julio, a partir de las 13 horas, según información dada por el Gobierno de Canarias. El fuego quemó 2900 hectáreas, aproximadamente, ocasionado por negligencia de desaprensivos, celebrando un cumpleaños u onomástica con el atenuante de impulsar un contenedor de residuos orgánicos ardiendo hacia la vegetación, según manifestación de una vecina, próxima a los hechos delictivos.

                              Una vez conseguido, que no tuviera frentes activos, no hiciera crecer el perímetro del área afectada y que se mantuvieran ‘los mismos efectivos terrestres y aéreos para avanzar en su control’, se calcularon los daños evaluados a inmuebles, viñedos y otros cultivos, que fueron elevadísimos, y no aumentó con fortuna por ser apagado la línea amenazante de entrada al Parque Nacional de La Caldera de Taburiente.

                              Sabemos cómo comienza un incendio, pero no cómo puede finalizar, porque en ello influyen diversas condiciones naturales, como la temperatura ambiente y los vientos, que pueden hacer de un conato una emergencia incontrolable.

                              Los medios de comunicación son el primer canal de información de la población sobre incendios u oleadas incendiarias, teniendo así un papel relevante ante este problema, que se ha convertido ya y cada vez lo será más debido al cambio climático, en asunto de seguridad nacional para las personas y nuestro medioambiente.

                              El riesgo de propagación depende de la vegetación seca y continua, de las condiciones meteorológicas y de la topografía del terreno.

                              Según las estadísticas, 9 de cada 10 incendios forestales son provocados por el ser humano. En el 2012, la Comisión Nacional Forestal reportó 250 de ellos que destruyeron miles de hectáreas de bosques y selvas.


                         VISITAS DE INTERÉS NATURAL
:

                              La costa está considerada como un espacio natural protegido. Amplia faja costera, con una altura media entre los 200 y 250 metros. Formada por la sucesión de coladas basálticas y capas de piroclastos, con alternancia de almagres. La vegetación principal es un denso tabaibal, con abundantes cardones. Interesantes resultan también la variedad de elementos vegetales y las numerosas aves, en un enclave de gran belleza paisajística.

                              Además, el municipio ofrece numerosos rincones muy atractivos, máxime en los meses de enero y febrero, cuando los almendreros se hallan en plena floración.

                              El Fayal es un área recreativa, a la que se accede por la carretera general Garafía-Las Tricias-Puntagorda, siguiendo un desvío hacia el barrio de El Pinar.

                FIESTA DEL ALMENDRO EN FLOR DE 2023:

                              Es la localidad del almendro en flor por excelencia y si se visita en enero o febrero, hay que acudir a la fiesta, a la que se acercan enamorados de este fruto y del color de su árbol durante la floración.

                              Se han convertido, después de 47 años, en seña de identidad del pueblo. Gracias al esfuerzo de todos y el haber conseguido ser declarada Fiesta de Interés Turístico de Canarias (I.T.C.).

                              A continuación, tomamos como referencia el ‘saluda’ del alcalde, Vicente Rodríguez Lorenzo, tan pronto abrimos el programa, en sus primeras páginas, que hace membranza de la celebración del anterior aniversario o espectacular efeméride.

                                       ‘Todo un orgullo para el pueblo y para La Palma, ya que son muy pocas las fiestas de la isla las que tienen esta distinción a nivel regional, siempre se ha dicho que es un acontecimiento en honor a la naturaleza, como no, el principal recurso y atractivo para ser visitados por los turistas, siendo esta el motor económico de Canarias, con lo cual, desde el noroeste se aporta un granito de arena a ese recurso tan importante, gracias a nuestros almendros’.

                              Se sigue luchando para que el paisaje, que no se entendería sin almendros, siga estando en un nivel que se merece, ya que fueron la principal fuente de riqueza y que gracias a ellos nuestros ancestros, pudieron sobrevivir con muchas dificultades e inmersos en una gran precariedad, en una economía de autoconsumo, en gran parte teniendo a las almendras como una de las pocas fuentes de ingresos, para poder cubrir las necesidades más elementales.

                              ‘Esta vez siguiendo la tradición, dedicamos la Fiesta del almendro 2023 a un pueblo hermano de nuestra isla, la cual vamos circunvalando y este año le corresponde al municipio de Barlovento.

                              Siempre hemos entendido, que el paisaje es patrimonio de nuestra isla, y es la suma de todos nuestros pueblos, lo que logrará, que después de esta terrible tragedia que hemos sufrido, podamos conseguir la senda de la recuperación tan necesaria en estos momentos.

                              Con el mayor de los deseos, queremos ofrecerles en este entorno privilegiado que la naturaleza nos ha dado, una fiesta con ilusión que pone en valor todo lo mencionado y que compartimos con miles de personas que vienen a disfrutar de esta transformación del paisaje, que conseguimos con nuestros almendros en flor, donde brindamos con almendras, vinos de nuestra tierra, festivales, bailes, etc.,  en un ambiente en el cual vuestros abuelos y abuelas, padres y madres, hijos e hijas, podremos disfrutar.

                              El mayor de los agradecimientos a las personas, que nos visitan y a nuestros vecinos y vecinas de Puntagorda, por hacer todo esto posible’.

                              Ininterrumpida, desde 1977, primer año de su celebración, tras haber sido declarada Fiesta de Interés Turístico de Canarias (I.T.C.), por Orden de 4 de agosto de 2022, emitida por la Consejería de Turismo, Industria y Comercio.

                              Hacemos referencia, con el mismo origen ya indicado, las elogiosas palabras del pregonero, Horacio Concepción García:

                              ‘Ya están al borde de la floración, como permiso de los corceles del viento. Hay en estos árboles de progenie oriental, sinfonía de yemas, regazo a su vez, del cáliz de flores delicadas. Sinfonía de almendros, especialmente concentrados, en los municipios de Puntagorda, Tijarafe, El Paso y Garafía. Se alzan en convivencia con las vides, las higueras, los dragos, los manzanos y los pinos, en el norte, de recortadas ramas y figura monástica. A últimos del presente mes o principios del próximo, habrá ofrenda floral. Literalmente pondrán su nota cándida en las laderas de los barrancos, maestros en ecos. Subirá a las alturas, incluso por encima de los mil metros. Cercará las casonas de recia prosapia. Bordeará los caminos retorcidos y pinos, a veces con pavimento de piedra morena. Es un espectáculo increíble y de fábula. Una delicia seguirla con justicia, denominada ruta de los almendros. Y asistir a la fiesta, desde hace poco, se celebra en Puntagorda. Unos árboles, en parte asolados por el voraz incendio de 1975, y hasta recuperados. Surgidos, prácticamente de las cenizas. En ocasiones de los troncos enlutados, -según señala, perteneciente al periodista Domingo Acosta Pérez- (El Eco de Canarias. 13 de diciembre de 1979).

                              La Fiesta del Almendro es uno de los modos por los que el municipio revindica la continuidad y evolución de sus hábitos y costumbres. La historia de esta fiesta ha proporcionado aportaciones significativas para valorar nuestro patrimonio, promoviendo bajo una mirada hacia el pasado, la posibilidad de que se mantengan algunas prácticas tradicionales, que si no hubieran desaparecido’.


                                     CULTURA POPULAR
:

                              Una fiesta de gran tradición es la de San Mauro abad, celebrada el 7 de septiembre.

                              En relación con su abundancia, de tal forma que la almendra constituye uno de los productos típicos del municipio, se encuentra la Fiesta del Almendrero en Flor, llevada a cabo el primer domingo de febrero. Constituye una interesante manifestación cultural.

                              Entre las artesanías locales, cabe destacar los trabajos de badana.

                              Comarca de buenos vinos, donde se halla el conocido vino de tea, obtenido al encubarlo en toneles o barricas construidos con madera de pino canario.

                 LA LEYENDA DE LOS DRAGOS GEMELOS:

                              Es una historia con mucho encanto y que muestra un amor imposible, que todavía podemos sentir vivo en la isla. El drago es un árbol mitológico y típico de las Canarias.

                              Debes conocer que este precioso y preciado árbol, en todas las islas canarias, siempre ha guardado una estrecha relación con el pasado mitológico de las islas. La historia refleja que ‘los aborígenes de las islas utilizaban con fines médicos’ la resina de estos árboles. Una resina de color rojo, por lo que era conocida como ‘sangre de drago’ y que tenía tintes mágicos por su poder curativo.

                              Además, la mitología narra que estos árboles guardaban una relación directa con ‘el dragón encargado de guardar el oro mitológico del Jardín de las Hespérides’, el fruto del precioso metal de la inmortalidad.

                              Conociendo ya un poco el pasado de este gran árbol, nuestra pequeña leyenda en La Palma no tiene que ver con su magia o el jardín de las Hespérides, sino que narra una ‘trágica y al mismo tiempo curiosa historia de amor con unos jóvenes’.

                              Los Dragos Gemelos de Puntagorda representaban las columnas del arco triunfal, que ofrecía el municipio a los visitantes para entrar en sus tierras. Se situaban coronando un tramo del camino real, que discurre por el barranco de El Roque, entre la zona denominada La Cuesta y el paraje conocido como El Descansadero, pausa anhelada para el campesino cuando venía cargado con pasto, fruta, pinillo, etc. ‘Puntagorda, dos mitológicos dragos. Séquito de almendros en flor único, tapices blancos de canto litúrgico, larga procesión visual que son halagos’. En la actualidad solo queda parte de uno de estos colosos, que quedaron representados en el blasón corporativo en su cuarto cuartel, ‘en campo de oro, en representación del sol del municipio, los famosos y centenarios dragos gemelos, del barrio de El Roque, sobre una isla al natural, que representa el color marrón de su tierra, uno de los elementos que mejor definen a este pueblo, surmontada sobre dos ondas de azur en representación del litoral costero’. Su deterioro se apuntó al abandono de las prácticas forrajeras, aunque hay quien señala un posible envenenamiento, provocado por el excesivo abonado con productos químicos. Los dragos tenían labrados una trama de peldaños que permitían moverse cómodamente y acceder a cualquier parte de esta especie arborescente. Tras la caída del primero, con su rugoso tronco carcomido por el paso del tiempo, un hombre y un niño se acercaron para ver lo ocurrido a estos mitológicos titanes. El adulto al contemplar la sombría escena expresó: ‘Que maldad que esto se haya caído’, a lo que el chiquillo respondió: ‘La maldad la hizo el viento que lo tiró’. La situación de estos dragos, que se alzaban con su mensaje de brazos implorantes, hasta el borde del camino, fue descrito, de la siguiente manera, en 1982, por el gran periodista Domingo Acosta Pérez:

                              ‘Los también dragos pares o gemelos de Puntagorda, pareja de magníficos dragos, que se alzan en las proximidades del casco principal. Se diría que se abrazan para protegerse. Se abalanza el uno sobre el otro como para reforzarle o apuntalarle, mientras cerca, un drago joven semeja esperar su oportunidad. Con su hálito de futuro lejano, dado el laborioso crecimiento de esta especie’.

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