PLAZOLETA DEL MUELLE: Es un punto de partida del Casco
Histórico o una encrucijada de caminos a la prosperidad, apertura de nuevos
horizontes, historia deseosa de ser divulgada a los cuatro vientos, entre
jóvenes generaciones, y un sinfín de motivos interesantes que poco a poco
iremos relatando en este trabajo, que forma parte de una serie de descripciones
pormenorizadas. Es la ventana abierta a un puerto comercial, deportivo, de
cruceros y de carga general gestionado por la Autoridad Portuaria de Santa Cruz
de Tenerife. Junto al mismo se encuentra el Puerto Pesquero, situado
completamente en el municipio de Breña Alta, tutelado por el Gobierno de
Canarias, sin tener relación alguna con el homólogo comercial.
El puerto deportivo del Real Club Náutico de La Palma, bañado
por las aguas azules del océano Atlántico es el más importante de la isla. Su
situación aprovecha una zona de abrigo frente a los temporales predominantes
del primer cuadrante y una plataforma litoral de profundidades moderadas. Se
trata de un medio de recreo que, a su vez, también, permite satisfacer las
necesidades de los habitantes del lugar.
Durante el siglo XX, destacan los barcos de la Compañía
Trasatlántica Española que eran conocidos como “los vapores del 19”, ya que su
escala en la rada palmera se hacía los días 19 de cada mes. Al socaire del
risco de La Concepción fondearon los liners Montevideo, Ciudad de Cádiz,
Cataluña, Isla Panay, León XXIII, Antonio López, Manuel Calvo, P. de Satrústegui2,
Buenos Aires, Puerto Rico, Marqués de Comillas, Juan Sebastián Elcano,
Magallanes…, y su presencia efectiva se mantuvo hasta 1930 con la última escala
del Manuel Calvo. El 2 de junio de 1932 se produjo la suspensión definitiva del
servicio.
Es un emplazamiento con mucha historia. La elección del sitio
de la que sería la capital y puerto principal isleño, se debió a sus
condiciones para el atraque de barcos, ya que al estar al abrigo de los vientos
favorecía la recalada de ellos.
Esta ciudad portuaria está situada en la costa este, al borde
de una antigua caldera volcánica, denominada La Caldereta, cuyo punto más alto
es el mirador del mismo nombre del risco, desde donde se puede ver la ciudad y
puerto en una magnífica panorámica. La ciudad creció rápidamente, durante el
XVI y XVII, gracias a las exportaciones de la caña de azúcar, vinos, tomates y
plátanos de inmejorable calidad, una vez introducidos como producto de
subsistencia, y otros a nivel insular, que procuró fuertes relaciones humanas y
económicas de gran relevancia en el exterior, provocando así la llegada de
colonos procedentes de Europa, atraídos por el floreciente comercio de la
agricultura de exportación.
Este incipiente puerto al principio solo era un simple
desembarcadero, que con la construcción del nuevo favoreció la llegada de
flamencos, españoles y portugueses que arraigaron en la población oriunda,
dando noción a la étnica singular de La Palma. Los aborígenes tuvieron que
abandonar sus costumbres y tradiciones y, por lo tanto, acomodarse a su nueva
cultura y olvidar la prehispánica.
La notabilidad, como nexo con el mundo, se asume muy pronto
al irse realizando un malecón en 1502. Esta obra sería muy elemental, pues el
primer muelle coincide con el desarrollo de todas las infraestructuras urbanas
en la década que comienza en 1520.
Felipe II ayuda a financiar la creación de infraestructuras
defensivas en Canarias. Tras numerosas vicisitudes, el Cabildo Insular gestiona
la obtención de un ingeniero para que trazara y dirigiera la obra del muelle,
que no será hasta finales del año 1585, que hace acto de presencia el joven
italiano Leonardo Torriani (1560-1628) y de inmediato se pondrá mano al asunto,
estando los trabajos previos muy avanzados. De entonces, datan los primeros
levantamientos e imágenes, dándose por terminados en 1594.
El desarrollo moderno tiene su partida en 1848, cuando la
Jefatura Superior Política solicitó al ingeniero de caminos encargado de la
provincia de Canarias, Francisco Aguiar, la redacción de los planos y la
confección del presupuesto. Así transcurrieron los años hasta nuestros días con
los trámites pertinentes, transformándose en un complejo polivalente y
funcional en todos los sentidos, derivados del buen quehacer y voluntad de
progreso social, político y cultural.
Para remediar la grave crisis en que se encontraba la construcción
se dictó una Real Orden, en enero de 1917, por la que se aprobaban las actas
con carácter provisional para la recepción única y definitiva de lo ejecutado,
así como para la grúa Titán, la grúa monta bloques y el grupo electrógeno.
La década de los 30 marcó un hito en la historia del puerto
palmero al iniciarse la llegada del turismo marítimo, hasta septiembre de 1939
en que la atención volvió al mar y los elegantes trasatlánticos se convirtieron
en transportes militares.
En la actualidad posee 1660 metros de línea de atraque,
aproximadamente, en él se halla un dique polivalente y terminal de
contenedores, otro para el tráfico de mercancía general y el frutero de
exportación, y está dotado de tinglados y depósitos. Además, tiene Estación
Marítima, lonja pesquera, rampa de varada, etc.
Teniendo en la imaginación el proyecto de disfrutar de dos
rincones novedosos y de extraordinario empaque dentro de la remodelación como
proyecto y futuro próximo al puerto, como las plazas de Los Enanos y del Siglo
XXI. Contamos con un Plan director, que revela la necesidad de implementar
mejoras operativas, analizando en el marco de estas propuestas el impacto
paisajístico y valoración económica. Profundizar en otro territorial especial,
se presentará la aprobación inicial, el informe de sostenibilidad ambiental y
la propuesta de memoria ambiental, aportando a la ciudad un importante espacio
peatonal que transformará la fisonomía del acceso y que se completará con la
ejecución de un parking subterráneo.
No nos olvidamos de la torre de San Miguel, que fue la
fortaleza más antigua que se construyó en la ciudad y una de las más remotas
construcciones militares del archipiélago. Sabemos que el 13 de junio de 1515
había sido levantada y en ella fue encarcelado el prestigioso abogado, hasta
que murió, natural de la villa de Garafía, Anselmo Pérez de Brito (1728-1772),
fiel defensor de los derechos usurpados al pueblo palmero, por los que luchó
ardientemente contra los regidores perpetuos, que se habían apoderado de manera
vitalicia de la representación de los cargos jurídicos, gubernamentales y
políticos del Cabildo Insular u otras esferas, haciendo que La Palma
consiguiese el primer ayuntamiento democrático de la nación, siendo sus
legítimos miembros municipales elegidos por sufragio universal.
Se situó a la entrada, en la antigua plazuela del muelle, al
borde de la playa o desembarcadero, donde posteriormente se emplazaría el
muelle proyectado por el mencionado ingeniero Torriani. La estructura
arquitectónica presentaba la forma de una torre de planta hexagonal, de dos
pisos con envigado de madera. El primero con troneras, servía de aposento a la
guarnición, y el segundo con pretil, era una plaza de armas con capacidad para
cuatro piezas de artillería. Estaba construida esencialmente en mampostería y
se accedía a la misma a través de una puerta situada en el sur y rematada por
un gran escudo con las armas de la Corona, tallado en piedra caliza, al que
acompañaban en distintos frentes el blasón de la isla y de otros particulares.
Tras el ataque de François Le Clerc (¿?-1563), en 1553, se
tomaron medidas cautelares, por quedar notablemente dañada, proyectándose
mejorar, añadiéndole por delante un amplio terraplén trapezoidal para proteger
con el fuego de los cañones a los navíos surtos en el puerto, más bajo de
pared, grueso de piedra de barro y cal, el cual tiene placeta muy bien
empedrada. Este nuevo diseño cambió la fisonomía del baluarte, que, aún, así
fue calificado de pequeño, inútil y sin ninguna garantía para la defensa.
De entre los sucesos en que intervino este reducto, aconteció
el 13 de noviembre de 1585, cuando un disparo de una de sus piezas hundió un
navío de los que formaban la escuadra del corsario inglés Sir Drake (ca.
1540-1596), el Dragón, que fue corsario y explorador que en 1588 colaboró en la
derrota de la Armada española, la Invencible, de Felipe II (r. 1556-1598) en su
intento de invadir el reino de Isabel I (r. 1558-1603) de Inglaterra,
provocando una modificación en sus planes iniciales de desembarco.
El 28 de diciembre de 1633 hizo su entrada en el puerto un
navío y acercándose a una embarcación española, realizó un abordaje con unos
veinte hombres, que asaltaron a los contrincantes. Enseguida se dio la alarma y
se inició un intercambio de disparos entre ambos mandos. Los piratas
consiguieron hacerse con el dominio de la nave y lograron sacarla de la bahía
con unas cien pipas de vino, que habían sido cargadas con destino a las Indias.
Continuas alarmas sucedían hasta mediados de la centuria, de
las cuales, la más notable tuvo lugar el 2 de mayo de 1657, cuando una
información dio cuenta de que en las proximidades de Gran Canaria se hallaba
una flota de 40 naves, ante lo cual se tomaron medidas para la organización de
la defensa.
Hace más de cien años sucedió el naufragio del trasatlántico
Valbanera, siendo propietaria la Naviera Pinillos Izquierdo y Cía., uno de los
trágicos episodios de la emigración canaria a Cuba. El mayor desastre naval
español en tiempos de paz, su desaparición en aguas caribeñas, con 488 personas
a bordo, continúa encerrando incógnitas sobre lo sucedido y, además, muchos
interrogantes.
Aquel martes, 9 de septiembre de 1919, de comienzos de siglo,
la vida de cientos de canarios se vio truncada por la desgracia. Todo comenzó
un mes antes. El 10 de agosto del año en curso, después de varios
aplazamientos, habiéndose hecho dos días antes la inspección de inmigración con
exhaustivo reconocimiento de los medios de salvamento del buque, zarpó de
Barcelona con escala en Valencia, Málaga, Cádiz, Las Palmas de Gran Canaria,
Santa Cruz de Tenerife y Santa Cruz de La Palma, avituallándose de distintos
cargamentos para la travesía oceánica y completando su capacidad contratada de
pasajeros por los billetes vendidos en el itinerario.
El 21 del mismo mes y año reseñado, 106 emigrantes palmeros
más se unieron a los ya embarcados en nuestro puerto. Esta sería su última
singladura en España. Cuentan las crónicas que al girar perdió la cadena del
ancla. Una señal considerada de mal augurio por los marineros de la época.
En medio del silencio, hundidos en arenas movedizas atestadas de tiburones y barracudas, descansan
eternamente cientos de canarios sin un monumento, ni efeméride oficial en el
archipiélago, que honre su memoria.
Volviendo una vez más la mirada al pasado, nos envuelven los
recuerdos pletóricos con añoranza de hacer resurgir de la memoria los prismas,
unos encimas de otros en ese terraplén, junto a la playa y frente marítimo, como
piezas del ábaco que conformaba la pequeña locomotora, que los transportaba al
sitio adecuado para su colocación, según las respectivas ampliaciones del
dique, obra esencial en el porvenir del puerto.
Paulatinamente, se hacía notar por su emplazamiento peculiar
la recoleta playa en la bahía con su varadero y sus barquitas varadas, delante
de las casetas de madera pintadas a rayas como si fueran fieros tigres
guardianes del entorno, donde pude ver los motoveleros o falúas Quisisana y
Fausto en faenas de reparación. Ellos protagonizaron episodios, que dejaron
huellas en el acontecer cotidiano de ese entonces de forma distinta en la mente
de los palmeros. El primero, después de tantos años, sigue viva la memoria del
naufragio. Fue un hecho luctuoso. Alcanzó tal magnitud en el confín isleño, que
jamás se mermó su intensidad en el recuerdo, ya que el paso del tiempo no ha
servido de consuelo y final de algo relegado al olvido. Los testimonios se
transmitieron a través de generaciones. Se dedicaban a llevar carga general de
primera necesidad a un extremo u otro de la isla, a donde no llegaba todavía la
carretera. Su última travesía la hizo el sábado, 13 de enero de 1951, a las
cinco horas frente a La Fajana de Barlovento, en donde el silencio acalló la
tragedia. Contaba de siete tripulantes y tres pasajeros, entre ellos había una
mujer, naturales de la villa de Garafía. Se recuperaron cinco cadáveres y
restos de la embarcación siniestrada.
La enigmática historia del Fausto es fascinante y, al mismo
tiempo, conmovedora para todas las circunstancias habidas y por haber y los
entresijos sucedidos durante algún tiempo, que formó parte de un entramado
drama social y, sobre todo, familiar, envuelto en el misterio de las desapariciones.
El alcance de esta desgraciada leyenda, porque así se convirtió pasado los
años, fue internacional. En varios países se publicaron en los medios de
comunicación la pérdida del mismo y, sin lugar a dudas, un suceso único, no el
más extraño de todos, pero sin resolver. Podríamos hablar de un barco fantasma,
que se une a la extensa lista de estos navíos. Aún, a pesar de los años
transcurridos suscitan preguntas y especulaciones sin respuestas, ni
conclusiones. Lo único cierto es, que las investigaciones no aportaron nada
positivo, acabando en el olvido administrativo de un caso cerrado.
Enfrente el edificio de Correos y Telégrafo, data de 1950, y
es una de las construcciones de referencia ciudadana es de inspiración clasicista,
de línea horizontal, dividido en cuatro plantas, pero la realidad es que la
mitad al menos del inmueble está en desuso. Servicio Postal es la denominación
más genérica por el servicio prestado. Sobresale en su composición los tres
arcos de medio punto enmarcados por pilastras y el frontón triangular de la
cuarta planta, articuladores del eje central del edificio. Correos lleva años dispuesto
a llegar a un acuerdo con el ayuntamiento, e incluso en 2015, se contempló la
posibilidad de cerrar una compraventa ventajosa para ambas partes. El debate es
qué hacer en él. Una idea, la más plausible, es trasladar la Casa Consistorial
y convertir el mismo, anterior solar, en Museo con un espacio reservado para
plenos de carácter solemnes y actos institucionales. El propio Plan General de
Ordenación establecía un incremento de la edificabilidad hasta cinco plantas,
incrementando sus potencialidades. No es la única opción, también, se
contemplaba la posibilidad de que se convirtiera en un establecimiento hotelero
de cinco estrellas. Un restaurante y un mirador en su cubierta completarían el
proyecto de reconversión de la sede de Correos, que redundaría, sin duda, en
beneficio para el sector comercial de la capital.
La obra de Gimbernat ganadora de un concurso convocado por
CajaCanarias, obsequio de la misma a Santa Cruz de La Palma, popularmente
conocida por la Fuente Luminosa nunca tuvo la aceptación precisa para perdurar
y ser considerada digna del sitio que ocupaba. No dejó de ser para muchos
palmeros más que un monumento a los prismas de indudable valor estético. Los
juegos de luces y de agua eran preciosos, pero no dejó de ser cierto, que se
hallaba en plena entrada a la ciudad, tanto de noche como de día. En horas
diurnas era obvio no llegar a apreciar los entramados positivos y preciosistas,
e incluso en horas nocturnas, sólo se ponía en funcionamiento los fines de
semana.
La plaza de La Constitución se estructura a partir de una
centralidad manifiesta en el espacio, ideado como una rambla, que separa los
dos sentidos de la dirección del tráfico a la entrada y salida por el sur. La
plaza está presidida por la Oficina de Información Turística, al centro,
conocida como la Casa de Cristal, reciente construcción, singularizada por su luminosidad
y por su respetuosa convivencia con las especies vegetales que se encuentran en
su interior y a su alrededor. El jardín de Obras del Puerto, concebido como
zona de esparcimiento, contiene un completo palmeral con ejemplares procedentes
de Europa, Asia, África y América.
Cuando el rey Alfonso XIII llegó a La Palma fue una fecha
notable para el calendario y la historia insular. El 3 de abril de 1906 vino a
bordo del trasatlántico Alfonso XII, habilitado de crucero auxiliar, y
desembarcó en medio de públicos festejos. El histórico buque, que llevaba el
nombre de su padre, fondeó muy cerca de tierra, a barlovento del actual muelle
y un poco más a sotavento lo hicieron sus escoltas, el cañonero Álvaro de Bazán
y el yate real Giralda.
La llegada del rey fue uno de los grandes acontecimientos del
siglo XX. A la hora prevista desembarcó junto con los otros ilustres visitantes
de su séquito en una plataforma de madera construida en los talleres de las
obras del puerto, sobre el que se alzaba un artístico templete adosado a la
grúa Titán, en el que fue recibido por las autoridades, cuerpo consular,
representantes de las diversas sociedades y el pueblo.
En su paño de pared meridional, la vivienda fabricada al
comenzar la calle O´Daly, número 54, por el comerciante Guillermo Cabrera
Gutiérrez hacia 1900, contiene un ejemplar del famoso cartel comercial de
Nitrato de Chile, pieza maestra del diseño Art Déco, creado hacia 1929 por el
entonces joven estudiante de arquitectura Adolfo López-Durán Lozano, nacido en
Madrid en 1902 y, años más tarde, catedrático de Dibujo de Formas de la Escuela
Superior de Arquitectura madrileña. El producto publicitado era un fertilizante
compuesto a base de nitrato de sodio, que en el país chileno contaba con
grandes depósitos naturales, el alza de su exportación hacia Europa no tardaría
en darle la hegemonía monopolizadora en el sector. El cartel, fabricado en
cerámica vidriada y policromada por la casa de azulejos valenciana Ramón
Castelló, está colocado estratégicamente al inicio de la calle comercial más
importante, por lo que podía ser visto por todos los transportistas,
agricultores, empresarios y transeúntes que desde el sur se dirigían hacia el
centro de la ciudad.
El mural está compuesto por 270 azulejos, con una superficie
total de 10,80 metros cuadrados. La restauración dio comienzo en junio de 2020,
con un plazo de dos meses y fue ejecutada por In-Situ Conservación y
Restauración, una empresa madrileña con reconocida experiencia, a cargo de los
prestigiosos restauradores Nieves Luisa Cabrera Castro (1972) y Domingo José
Cabrera Benítez (1971).
Hacemos mención a los reyes y presidentes, que inauguraron en
La Palma las instalaciones astrofísicas del Roque de los Muchachos, que es el
lugar más alto de la isla con 2426 metros de altitud, el viernes, 28 de junio
de 1985. Destacamos la llegada de helicópteros a esta habilitada zona portuaria
como helipuerto, una vez culminados los actos en horas de la tarde, con una
detenida visita de monarcas y jefes de Estado de seis países europeos, entre
ellos España, a los Observatorios del Reino Unido, Holanda, Irlanda, Suecia y
Dinamarca. Las instalaciones son un instrumento vivo de la ciencia como
actividad básica de la humanidad, -dijo el rey emérito Juan Carlos I-, que luego
inauguró la exposición Astronomía en la España medieval su influencia en
Europa, en el real convento franciscano de la Inmaculada Concepción.
Ha servido su enorme espacio como recinto ferial, recitales
musicales, conciertos de diferentes características, eventos deportivos de
actualidad en el mundo del espectáculo y de fidedigna vista a divisar la
inmensidad de los humanos pensamientos y la grandeza de lo que guardamos dentro
de nosotros y exteriorizamos conforme suceden los acontecimientos, nos ha
servido ver el amerizaje de un hidroavión, atraque de submarinos, buques de
guerra, grandes cruceros, veleros, visita del excaudillo, el llamado
Generalísimo de los Ejércitos, Francisco Franco Bahamonde (1892-1975), en 1950,
a bordo del crucero Canarias…
Winston Churchill (1874-1965), fue un político, militar, escritor
y estadista británico que se desempeñó como Primer ministro del Reino Unido de
1940 a 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, y nuevamente de 1951 a 1955 por
el Partido Conservador. Junto a Aristóteles Sócrates Onassis (1906-1975),
arribaron el martes, 24 de febrero de 1959, con el yate Christina de bandera
liberiana y propiedad del magnate griego, fondeado en medio de la bahía por
razones de seguridad. Casi a las quince horas y cuando se encontraba a dos
millas de la punta del muelle arrió insignia pidiendo práctico con la máquina
moderada. La llegada del Sir inglés, que contaba con 84 años de edad, y de sus
ilustres pasajeros despertó una gran expectación.
Las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de Las Nieves
es una festividad popular tradicional, cada lustro entre los meses de julio y
agosto, en los años terminados en 0 y 5. En estas fiestas se produce el
traslado de la imagen mariana desde su real santuario del monte hasta la ciudad
ubicada en la costa. Alrededor de este acontecimiento religioso tiene lugar
multitud de actos populares de alabanza a su efigie, que hunden sus raíces en
el barroco y cuyo máximo exponente es el miércoles, jueves y viernes de la
Semana Grande. En esos tres días, desde hace muchos años, se trasladaron desde
la plaza de Santo Domingo a esta plazoleta. En 1945 se celebró la primera
edición del Minué, más tarde denominado Festival del Siglo XVIII, creado por
Luis Cobiella Cuevas (1925-2013). Aúna, como lo hacen otros espectáculos de la
Bajada, las artes de la música, de la poesía y de la danza, recreando en su
caso la puesta en escena de las históricas danzas cortesanas dieciochescas.
Inspirado en los temas y motivos estéticos del Rococó, el Festival del siglo
referido busca establecer un diálogo desde la modernidad con los gustos del
diecisiete en una fusión en la que interactúan coreografía, melodía, poesía,
indumentaria y cortes escénicas.
Al día siguiente, jueves, la Danza de los Enanos con su
estructura actual, que en 1905 tendría lugar la primera representación. En 1925
se estrenó la polca compuesta por Domingo Santos Rodríguez (1902-1979), música
que acompaña la danza hasta nuestros días.
El Carro Alegórico, llegado el viernes, es una representación
heredera de los autos marianos, una variedad del auto sacramental en el que el
objeto de devoción es la Virgen María. Se trata de una reminiscencia del teatro
barroco que constituye un caso excepcional de pervivencia en el ámbito escénico
de nuestro país. Este género, prohibido a finales del dieciocho, se ha conservado
en La Palma ligado a la Bajada de la Virgen, con la originalidad añadida de que
en cada época los autores locales han ido estrenando nuevos textos.
Ponemos el broche final satisfecho de haber puesto lo mejor
de nuestra parte en sustraer el pasado, para disfrutar de un presente generoso
en eventos y caminar en el futuro más abierto y prometedor con un horizonte más
amplio. Hay dos virtudes que siempre me han cautivado: el profundo idealismo y
la enorme tenacidad. El idealismo conforma la materia que fabrica los sueños,
pero la tenacidad es el combustible necesario para convertirlos en realidad. En
el mundo es la historia de un sueño. Un sueño que se percibía como
irrealizable. Parecía una de las tantas ilusiones, fantasías o locuras. El
proyecto surge bajo la tutela de esas premisas. Y surge, por un lado, desde la
imaginación de unos hombres, quienes mediante su inspiración materializan todo
lo que su mente es capaz de crear, y, por otro lado, de otros que garabatean
sobre el papel aquello que sus musas les hacen fantasear. Estos elementos
muchas veces se entrelazan y cobran vida propia. Desde sus orígenes este
proyecto se percibía como un objetivo utópico, pues jamás se llegó a imaginar
que transitaría por estos derroteros y culminaría, como si de magia se tratara,
en la consecución no sólo de un plan, sino, también, de una ilusión.
FUENTES CONSULTADAS:
-HISTORIA DE LAS FORTIFICACIONES DE
LA ISLA DE LA PALMA. José Manuel Castellano Gil (1960), Francisco Javier Macías
Martín (1960) y José Juan Suárez Acosta (1963). Premio de Investigación
Histórica Juan Bautista Lorenzo Rodríguez (1841-1908). 1990. Excmo.
Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma. Centro de la Cultura Popular Canaria
(CCPC). Abril, 1991.
-EL BERNEGAL. Blog. Domingo Cabrera
Pérez.
-GOOGLE Chrome.
-Otros DOCUMENTOS y PROCEDENCIAS.
-CONOCIMIENTOS y VIVENCIAS personales.
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