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domingo, 20 de marzo de 2022

SANTA CRUZ DE LA PALMA: RINCONES CON NOMBRE (XXIX)

                                 PLAZOLETA DEL MUELLE: Es un punto de partida del Casco Histórico o una encrucijada de caminos a la prosperidad, apertura de nuevos horizontes, historia deseosa de ser divulgada a los cuatro vientos, entre jóvenes generaciones, y un sinfín de motivos interesantes que poco a poco iremos relatando en este trabajo, que forma parte de una serie de descripciones pormenorizadas. Es la ventana abierta a un puerto comercial, deportivo, de cruceros y de carga general gestionado por la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife. Junto al mismo se encuentra el Puerto Pesquero, situado completamente en el municipio de Breña Alta, tutelado por el Gobierno de Canarias, sin tener relación alguna con el homólogo comercial.

                              El puerto deportivo del Real Club Náutico de La Palma, bañado por las aguas azules del océano Atlántico es el más importante de la isla. Su situación aprovecha una zona de abrigo frente a los temporales predominantes del primer cuadrante y una plataforma litoral de profundidades moderadas. Se trata de un medio de recreo que, a su vez, también, permite satisfacer las necesidades de los habitantes del lugar.

         Durante el siglo XX, destacan los barcos de la Compañía Trasatlántica Española que eran conocidos como “los vapores del 19”, ya que su escala en la rada palmera se hacía los días 19 de cada mes. Al socaire del risco de La Concepción fondearon los liners Montevideo, Ciudad de Cádiz, Cataluña, Isla Panay, León XXIII, Antonio López, Manuel Calvo, P. de Satrústegui2, Buenos Aires, Puerto Rico, Marqués de Comillas, Juan Sebastián Elcano, Magallanes…, y su presencia efectiva se mantuvo hasta 1930 con la última escala del Manuel Calvo. El 2 de junio de 1932 se produjo la suspensión definitiva del servicio.

                    Es un emplazamiento con mucha historia. La elección del sitio de la que sería la capital y puerto principal isleño, se debió a sus condiciones para el atraque de barcos, ya que al estar al abrigo de los vientos favorecía la recalada de ellos.

                    Esta ciudad portuaria está situada en la costa este, al borde de una antigua caldera volcánica, denominada La Caldereta, cuyo punto más alto es el mirador del mismo nombre del risco, desde donde se puede ver la ciudad y puerto en una magnífica panorámica. La ciudad creció rápidamente, durante el XVI y XVII, gracias a las exportaciones de la caña de azúcar, vinos, tomates y plátanos de inmejorable calidad, una vez introducidos como producto de subsistencia, y otros a nivel insular, que procuró fuertes relaciones humanas y económicas de gran relevancia en el exterior, provocando así la llegada de colonos procedentes de Europa, atraídos por el floreciente comercio de la agricultura de exportación.

            Este incipiente puerto al principio solo era un simple desembarcadero, que con la construcción del nuevo favoreció la llegada de flamencos, españoles y portugueses que arraigaron en la población oriunda, dando noción a la étnica singular de La Palma. Los aborígenes tuvieron que abandonar sus costumbres y tradiciones y, por lo tanto, acomodarse a su nueva cultura y olvidar la prehispánica.

                              La notabilidad, como nexo con el mundo, se asume muy pronto al irse realizando un malecón en 1502. Esta obra sería muy elemental, pues el primer muelle coincide con el desarrollo de todas las infraestructuras urbanas en la década que comienza en 1520.

                              Felipe II ayuda a financiar la creación de infraestructuras defensivas en Canarias. Tras numerosas vicisitudes, el Cabildo Insular gestiona la obtención de un ingeniero para que trazara y dirigiera la obra del muelle, que no será hasta finales del año 1585, que hace acto de presencia el joven italiano Leonardo Torriani (1560-1628) y de inmediato se pondrá mano al asunto, estando los trabajos previos muy avanzados. De entonces, datan los primeros levantamientos e imágenes, dándose por terminados en 1594.

         El desarrollo moderno tiene su partida en 1848, cuando la Jefatura Superior Política solicitó al ingeniero de caminos encargado de la provincia de Canarias, Francisco Aguiar, la redacción de los planos y la confección del presupuesto. Así transcurrieron los años hasta nuestros días con los trámites pertinentes, transformándose en un complejo polivalente y funcional en todos los sentidos, derivados del buen quehacer y voluntad de progreso social, político y cultural.

                              Para remediar la grave crisis en que se encontraba la construcción se dictó una Real Orden, en enero de 1917, por la que se aprobaban las actas con carácter provisional para la recepción única y definitiva de lo ejecutado, así como para la grúa Titán, la grúa monta bloques y el grupo electrógeno.

                              La década de los 30 marcó un hito en la historia del puerto palmero al iniciarse la llegada del turismo marítimo, hasta septiembre de 1939 en que la atención volvió al mar y los elegantes trasatlánticos se convirtieron en transportes militares.

                 En la actualidad posee 1660 metros de línea de atraque, aproximadamente, en él se halla un dique polivalente y terminal de contenedores, otro para el tráfico de mercancía general y el frutero de exportación, y está dotado de tinglados y depósitos. Además, tiene Estación Marítima, lonja pesquera, rampa de varada, etc.

                              Teniendo en la imaginación el proyecto de disfrutar de dos rincones novedosos y de extraordinario empaque dentro de la remodelación como proyecto y futuro próximo al puerto, como las plazas de Los Enanos y del Siglo XXI. Contamos con un Plan director, que revela la necesidad de implementar mejoras operativas, analizando en el marco de estas propuestas el impacto paisajístico y valoración económica. Profundizar en otro territorial especial, se presentará la aprobación inicial, el informe de sostenibilidad ambiental y la propuesta de memoria ambiental, aportando a la ciudad un importante espacio peatonal que transformará la fisonomía del acceso y que se completará con la ejecución de un parking subterráneo.

               No nos olvidamos de la torre de San Miguel, que fue la fortaleza más antigua que se construyó en la ciudad y una de las más remotas construcciones militares del archipiélago. Sabemos que el 13 de junio de 1515 había sido levantada y en ella fue encarcelado el prestigioso abogado, hasta que murió, natural de la villa de Garafía, Anselmo Pérez de Brito (1728-1772), fiel defensor de los derechos usurpados al pueblo palmero, por los que luchó ardientemente contra los regidores perpetuos, que se habían apoderado de manera vitalicia de la representación de los cargos jurídicos, gubernamentales y políticos del Cabildo Insular u otras esferas, haciendo que La Palma consiguiese el primer ayuntamiento democrático de la nación, siendo sus legítimos miembros municipales elegidos por sufragio universal.

                              Se situó a la entrada, en la antigua plazuela del muelle, al borde de la playa o desembarcadero, donde posteriormente se emplazaría el muelle proyectado por el mencionado ingeniero Torriani. La estructura arquitectónica presentaba la forma de una torre de planta hexagonal, de dos pisos con envigado de madera. El primero con troneras, servía de aposento a la guarnición, y el segundo con pretil, era una plaza de armas con capacidad para cuatro piezas de artillería. Estaba construida esencialmente en mampostería y se accedía a la misma a través de una puerta situada en el sur y rematada por un gran escudo con las armas de la Corona, tallado en piedra caliza, al que acompañaban en distintos frentes el blasón de la isla y de otros particulares.

           Tras el ataque de François Le Clerc (¿?-1563), en 1553, se tomaron medidas cautelares, por quedar notablemente dañada, proyectándose mejorar, añadiéndole por delante un amplio terraplén trapezoidal para proteger con el fuego de los cañones a los navíos surtos en el puerto, más bajo de pared, grueso de piedra de barro y cal, el cual tiene placeta muy bien empedrada. Este nuevo diseño cambió la fisonomía del baluarte, que, aún, así fue calificado de pequeño, inútil y sin ninguna garantía para la defensa.

                              De entre los sucesos en que intervino este reducto, aconteció el 13 de noviembre de 1585, cuando un disparo de una de sus piezas hundió un navío de los que formaban la escuadra del corsario inglés Sir Drake (ca. 1540-1596), el Dragón, que fue corsario y explorador que en 1588 colaboró en la derrota de la Armada española, la Invencible, de Felipe II (r. 1556-1598) en su intento de invadir el reino de Isabel I (r. 1558-1603) de Inglaterra, provocando una modificación en sus planes iniciales de desembarco.

         El 28 de diciembre de 1633 hizo su entrada en el puerto un navío y acercándose a una embarcación española, realizó un abordaje con unos veinte hombres, que asaltaron a los contrincantes. Enseguida se dio la alarma y se inició un intercambio de disparos entre ambos mandos. Los piratas consiguieron hacerse con el dominio de la nave y lograron sacarla de la bahía con unas cien pipas de vino, que habían sido cargadas con destino a las Indias.

                              Continuas alarmas sucedían hasta mediados de la centuria, de las cuales, la más notable tuvo lugar el 2 de mayo de 1657, cuando una información dio cuenta de que en las proximidades de Gran Canaria se hallaba una flota de 40 naves, ante lo cual se tomaron medidas para la organización de la defensa.

                              Hace más de cien años sucedió el naufragio del trasatlántico Valbanera, siendo propietaria la Naviera Pinillos Izquierdo y Cía., uno de los trágicos episodios de la emigración canaria a Cuba. El mayor desastre naval español en tiempos de paz, su desaparición en aguas caribeñas, con 488 personas a bordo, continúa encerrando incógnitas sobre lo sucedido y, además, muchos interrogantes.

           Aquel martes, 9 de septiembre de 1919, de comienzos de siglo, la vida de cientos de canarios se vio truncada por la desgracia. Todo comenzó un mes antes. El 10 de agosto del año en curso, después de varios aplazamientos, habiéndose hecho dos días antes la inspección de inmigración con exhaustivo reconocimiento de los medios de salvamento del buque, zarpó de Barcelona con escala en Valencia, Málaga, Cádiz, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife y Santa Cruz de La Palma, avituallándose de distintos cargamentos para la travesía oceánica y completando su capacidad contratada de pasajeros por los billetes vendidos en el itinerario.

                              El 21 del mismo mes y año reseñado, 106 emigrantes palmeros más se unieron a los ya embarcados en nuestro puerto. Esta sería su última singladura en España. Cuentan las crónicas que al girar perdió la cadena del ancla. Una señal considerada de mal augurio por los marineros de la época.

       En medio del silencio, hundidos en arenas movedizas atestadas de tiburones y barracudas, descansan eternamente cientos de canarios sin un monumento, ni efeméride oficial en el archipiélago, que honre su memoria.

       Volviendo una vez más la mirada al pasado, nos envuelven los recuerdos pletóricos con añoranza de hacer resurgir de la memoria los prismas, unos encimas de otros en ese terraplén, junto a la playa y frente marítimo, como piezas del ábaco que conformaba la pequeña locomotora, que los transportaba al sitio adecuado para su colocación, según las respectivas ampliaciones del dique, obra esencial en el porvenir del puerto.

        Paulatinamente, se hacía notar por su emplazamiento peculiar la recoleta playa en la bahía con su varadero y sus barquitas varadas, delante de las casetas de madera pintadas a rayas como si fueran fieros tigres guardianes del entorno, donde pude ver los motoveleros o falúas Quisisana y Fausto en faenas de reparación. Ellos protagonizaron episodios, que dejaron huellas en el acontecer cotidiano de ese entonces de forma distinta en la mente de los palmeros. El primero, después de tantos años, sigue viva la memoria del naufragio. Fue un hecho luctuoso. Alcanzó tal magnitud en el confín isleño, que jamás se mermó su intensidad en el recuerdo, ya que el paso del tiempo no ha servido de consuelo y final de algo relegado al olvido. Los testimonios se transmitieron a través de generaciones. Se dedicaban a llevar carga general de primera necesidad a un extremo u otro de la isla, a donde no llegaba todavía la carretera. Su última travesía la hizo el sábado, 13 de enero de 1951, a las cinco horas frente a La Fajana de Barlovento, en donde el silencio acalló la tragedia. Contaba de siete tripulantes y tres pasajeros, entre ellos había una mujer, naturales de la villa de Garafía. Se recuperaron cinco cadáveres y restos de la embarcación siniestrada.

          La enigmática historia del Fausto es fascinante y, al mismo tiempo, conmovedora para todas las circunstancias habidas y por haber y los entresijos sucedidos durante algún tiempo, que formó parte de un entramado drama social y, sobre todo, familiar, envuelto en el misterio de las desapariciones. El alcance de esta desgraciada leyenda, porque así se convirtió pasado los años, fue internacional. En varios países se publicaron en los medios de comunicación la pérdida del mismo y, sin lugar a dudas, un suceso único, no el más extraño de todos, pero sin resolver. Podríamos hablar de un barco fantasma, que se une a la extensa lista de estos navíos. Aún, a pesar de los años transcurridos suscitan preguntas y especulaciones sin respuestas, ni conclusiones. Lo único cierto es, que las investigaciones no aportaron nada positivo, acabando en el olvido administrativo de un caso cerrado.

     Enfrente el edificio de Correos y Telégrafo, data de 1950, y es una de las construcciones de referencia ciudadana es de inspiración clasicista, de línea horizontal, dividido en cuatro plantas, pero la realidad es que la mitad al menos del inmueble está en desuso. Servicio Postal es la denominación más genérica por el servicio prestado. Sobresale en su composición los tres arcos de medio punto enmarcados por pilastras y el frontón triangular de la cuarta planta, articuladores del eje central del edificio. Correos lleva años dispuesto a llegar a un acuerdo con el ayuntamiento, e incluso en 2015, se contempló la posibilidad de cerrar una compraventa ventajosa para ambas partes. El debate es qué hacer en él. Una idea, la más plausible, es trasladar la Casa Consistorial y convertir el mismo, anterior solar, en Museo con un espacio reservado para plenos de carácter solemnes y actos institucionales. El propio Plan General de Ordenación establecía un incremento de la edificabilidad hasta cinco plantas, incrementando sus potencialidades. No es la única opción, también, se contemplaba la posibilidad de que se convirtiera en un establecimiento hotelero de cinco estrellas. Un restaurante y un mirador en su cubierta completarían el proyecto de reconversión de la sede de Correos, que redundaría, sin duda, en beneficio para el sector comercial de la capital.

                              La obra de Gimbernat ganadora de un concurso convocado por CajaCanarias, obsequio de la misma a Santa Cruz de La Palma, popularmente conocida por la Fuente Luminosa nunca tuvo la aceptación precisa para perdurar y ser considerada digna del sitio que ocupaba. No dejó de ser para muchos palmeros más que un monumento a los prismas de indudable valor estético. Los juegos de luces y de agua eran preciosos, pero no dejó de ser cierto, que se hallaba en plena entrada a la ciudad, tanto de noche como de día. En horas diurnas era obvio no llegar a apreciar los entramados positivos y preciosistas, e incluso en horas nocturnas, sólo se ponía en funcionamiento los fines de semana.

        La plaza de La Constitución se estructura a partir de una centralidad manifiesta en el espacio, ideado como una rambla, que separa los dos sentidos de la dirección del tráfico a la entrada y salida por el sur. La plaza está presidida por la Oficina de Información Turística, al centro, conocida como la Casa de Cristal, reciente construcción, singularizada por su luminosidad y por su respetuosa convivencia con las especies vegetales que se encuentran en su interior y a su alrededor. El jardín de Obras del Puerto, concebido como zona de esparcimiento, contiene un completo palmeral con ejemplares procedentes de Europa, Asia, África y América.

                              Cuando el rey Alfonso XIII llegó a La Palma fue una fecha notable para el calendario y la historia insular. El 3 de abril de 1906 vino a bordo del trasatlántico Alfonso XII, habilitado de crucero auxiliar, y desembarcó en medio de públicos festejos. El histórico buque, que llevaba el nombre de su padre, fondeó muy cerca de tierra, a barlovento del actual muelle y un poco más a sotavento lo hicieron sus escoltas, el cañonero Álvaro de Bazán y el yate real Giralda.

                              La llegada del rey fue uno de los grandes acontecimientos del siglo XX. A la hora prevista desembarcó junto con los otros ilustres visitantes de su séquito en una plataforma de madera construida en los talleres de las obras del puerto, sobre el que se alzaba un artístico templete adosado a la grúa Titán, en el que fue recibido por las autoridades, cuerpo consular, representantes de las diversas sociedades y el pueblo.

          En su paño de pared meridional, la vivienda fabricada al comenzar la calle O´Daly, número 54, por el comerciante Guillermo Cabrera Gutiérrez hacia 1900, contiene un ejemplar del famoso cartel comercial de Nitrato de Chile, pieza maestra del diseño Art Déco, creado hacia 1929 por el entonces joven estudiante de arquitectura Adolfo López-Durán Lozano, nacido en Madrid en 1902 y, años más tarde, catedrático de Dibujo de Formas de la Escuela Superior de Arquitectura madrileña. El producto publicitado era un fertilizante compuesto a base de nitrato de sodio, que en el país chileno contaba con grandes depósitos naturales, el alza de su exportación hacia Europa no tardaría en darle la hegemonía monopolizadora en el sector. El cartel, fabricado en cerámica vidriada y policromada por la casa de azulejos valenciana Ramón Castelló, está colocado estratégicamente al inicio de la calle comercial más importante, por lo que podía ser visto por todos los transportistas, agricultores, empresarios y transeúntes que desde el sur se dirigían hacia el centro de la ciudad.

                              El mural está compuesto por 270 azulejos, con una superficie total de 10,80 metros cuadrados. La restauración dio comienzo en junio de 2020, con un plazo de dos meses y fue ejecutada por In-Situ Conservación y Restauración, una empresa madrileña con reconocida experiencia, a cargo de los prestigiosos restauradores Nieves Luisa Cabrera Castro (1972) y Domingo José Cabrera Benítez (1971).

                        Hacemos mención a los reyes y presidentes, que inauguraron en La Palma las instalaciones astrofísicas del Roque de los Muchachos, que es el lugar más alto de la isla con 2426 metros de altitud, el viernes, 28 de junio de 1985. Destacamos la llegada de helicópteros a esta habilitada zona portuaria como helipuerto, una vez culminados los actos en horas de la tarde, con una detenida visita de monarcas y jefes de Estado de seis países europeos, entre ellos España, a los Observatorios del Reino Unido, Holanda, Irlanda, Suecia y Dinamarca. Las instalaciones son un instrumento vivo de la ciencia como actividad básica de la humanidad, -dijo el rey emérito Juan Carlos I-, que luego inauguró la exposición Astronomía en la España medieval su influencia en Europa, en el real convento franciscano de la Inmaculada Concepción.

                              Ha servido su enorme espacio como recinto ferial, recitales musicales, conciertos de diferentes características, eventos deportivos de actualidad en el mundo del espectáculo y de fidedigna vista a divisar la inmensidad de los humanos pensamientos y la grandeza de lo que guardamos dentro de nosotros y exteriorizamos conforme suceden los acontecimientos, nos ha servido ver el amerizaje de un hidroavión, atraque de submarinos, buques de guerra, grandes cruceros, veleros, visita del excaudillo, el llamado Generalísimo de los Ejércitos, Francisco Franco Bahamonde (1892-1975), en 1950, a bordo del crucero Canarias…

     Winston Churchill (1874-1965), fue un político, militar, escritor y estadista británico que se desempeñó como Primer ministro del Reino Unido de 1940 a 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, y nuevamente de 1951 a 1955 por el Partido Conservador. Junto a Aristóteles Sócrates Onassis (1906-1975), arribaron el martes, 24 de febrero de 1959, con el yate Christina de bandera liberiana y propiedad del magnate griego, fondeado en medio de la bahía por razones de seguridad. Casi a las quince horas y cuando se encontraba a dos millas de la punta del muelle arrió insignia pidiendo práctico con la máquina moderada. La llegada del Sir inglés, que contaba con 84 años de edad, y de sus ilustres pasajeros despertó una gran expectación.  

           Las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de Las Nieves es una festividad popular tradicional, cada lustro entre los meses de julio y agosto, en los años terminados en 0 y 5. En estas fiestas se produce el traslado de la imagen mariana desde su real santuario del monte hasta la ciudad ubicada en la costa. Alrededor de este acontecimiento religioso tiene lugar multitud de actos populares de alabanza a su efigie, que hunden sus raíces en el barroco y cuyo máximo exponente es el miércoles, jueves y viernes de la Semana Grande. En esos tres días, desde hace muchos años, se trasladaron desde la plaza de Santo Domingo a esta plazoleta. En 1945 se celebró la primera edición del Minué, más tarde denominado Festival del Siglo XVIII, creado por Luis Cobiella Cuevas (1925-2013). Aúna, como lo hacen otros espectáculos de la Bajada, las artes de la música, de la poesía y de la danza, recreando en su caso la puesta en escena de las históricas danzas cortesanas dieciochescas. Inspirado en los temas y motivos estéticos del Rococó, el Festival del siglo referido busca establecer un diálogo desde la modernidad con los gustos del diecisiete en una fusión en la que interactúan coreografía, melodía, poesía, indumentaria y cortes escénicas.

          Al día siguiente, jueves, la Danza de los Enanos con su estructura actual, que en 1905 tendría lugar la primera representación. En 1925 se estrenó la polca compuesta por Domingo Santos Rodríguez (1902-1979), música que acompaña la danza hasta nuestros días.

                              El Carro Alegórico, llegado el viernes, es una representación heredera de los autos marianos, una variedad del auto sacramental en el que el objeto de devoción es la Virgen María. Se trata de una reminiscencia del teatro barroco que constituye un caso excepcional de pervivencia en el ámbito escénico de nuestro país. Este género, prohibido a finales del dieciocho, se ha conservado en La Palma ligado a la Bajada de la Virgen, con la originalidad añadida de que en cada época los autores locales han ido estrenando nuevos textos.

       Ponemos el broche final satisfecho de haber puesto lo mejor de nuestra parte en sustraer el pasado, para disfrutar de un presente generoso en eventos y caminar en el futuro más abierto y prometedor con un horizonte más amplio. Hay dos virtudes que siempre me han cautivado: el profundo idealismo y la enorme tenacidad. El idealismo conforma la materia que fabrica los sueños, pero la tenacidad es el combustible necesario para convertirlos en realidad. En el mundo es la historia de un sueño. Un sueño que se percibía como irrealizable. Parecía una de las tantas ilusiones, fantasías o locuras. El proyecto surge bajo la tutela de esas premisas. Y surge, por un lado, desde la imaginación de unos hombres, quienes mediante su inspiración materializan todo lo que su mente es capaz de crear, y, por otro lado, de otros que garabatean sobre el papel aquello que sus musas les hacen fantasear. Estos elementos muchas veces se entrelazan y cobran vida propia. Desde sus orígenes este proyecto se percibía como un objetivo utópico, pues jamás se llegó a imaginar que transitaría por estos derroteros y culminaría, como si de magia se tratara, en la consecución no sólo de un plan, sino, también, de una ilusión.

               FUENTES CONSULTADAS:

-HISTORIA DE LAS FORTIFICACIONES DE LA ISLA DE LA PALMA. José Manuel Castellano Gil (1960), Francisco Javier Macías Martín (1960) y José Juan Suárez Acosta (1963). Premio de Investigación Histórica Juan Bautista Lorenzo Rodríguez (1841-1908). 1990. Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma. Centro de la Cultura Popular Canaria (CCPC). Abril, 1991.

-EL BERNEGAL. Blog. Domingo Cabrera Pérez.

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-Otros DOCUMENTOS y PROCEDENCIAS.

-CONOCIMIENTOS y VIVENCIAS personales.                               

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