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domingo, 17 de marzo de 2024

MUNICIPIOS DE LA PALMA: SANTA CRUZ DE LA PALMA

                              ‘Ciudad capital de la isla, llamada, también, en otro tiempo Apurón. Está situada en la costa oriental, sobre el declive de una montaña a orillas del mar. Tiene buenas casas y algunas plazas, calles y callejuelas que se extienden en todas direcciones, siendo su vía principal la llamada calle Real de Santiago.

                              Dos barrancos cruzan la población y sobre ellos se levantan tres puentes de madera de un solo arco, de los cuales el primero une la calle del hospital viejo, el segundo la Real de Santiago y el tercero la denominada Trasera. En la plaza principal o de la Constitución estaba en otro tiempo la casa señorial del conquistador Fernández de Lugo’. (Millares Torres, Historia General de las Islas Canarias).

                              Fue fundada el 3 de mayo de 1493 con el nombre de villa de Apurón sobre una playa situada en una bahía que hacía de puerto natural. Posteriormente, y ya como Santa Cruz de La Palma, el rey Felipe II (1527-1598), le concedería el título de ‘Muy Noble y Leal’. El municipio es actualmente el segundo más poblado de la isla de La Palma, tras Los Llanos de Aridane.

                              En este municipio se encuentra la sede del Cabildo Insular de La Palma, órgano de gobierno de la isla, así como de otras instituciones políticas, culturales y deportivas de importancia. En su término municipal está el Real Santuario de la Virgen Nuestra Señora de Las Nieves, patrona de La Palma.

                              La ciudad está situada en la vertiente oriental de la isla, de cuyo Cabildo es capital, entre el risco de La Concepción, en el borde de la Caldereta, antigua caldera volcánica, y el barranco Seco. Parte de la misma y el puerto se ubican sobre el concebido derrame de la lava, considerado como un volcán submarino, enfriada bruscamente al romperse la parte de la pared que queda hacia el noreste, con lo que la lava llegó rápidamente al mar, donde formó una colada basáltica. Goza durante todo el año de un clima suave, si bien es habitual que su cielo esté cubierto por nubes debido a la influencia de los vientos alisios procedentes del océano.

                              Tiene una extensión de 43,37 kilómetros cuadrados, que corresponden al 6,12% de la isla, con 4,03 kilómetros de longitud de costa. El núcleo urbano se encuentra al nivel del mar, pero el territorio municipal se eleva hasta los 1800 metros de altitud. La capital mantiene una altitud de 15 metros, Lomo de los Gomeros 1750 metros, 150 metros La Glorieta y El Planto.

                              Los principales barrios y zonas de empaque capitalino son El Casco urbano o Casco Histórico, barrio de La Luz, San Telmo, San Sebastián, El Puente, Benahoare, La Alameda, calle Real, El Pilar y El Marquito. Y, en la periferia, se ubican Calcinas, Velhoco, Las Nieves, La Dehesa, La Encarnación, El Planto, El Carmen y Mirca.

                              Es una ciudad histórica de abundante acervo. Fue puerto importante en la ruta entre Europa y las colonias en América. El XVI fue su época de mayor esplendor al convertirse en el tercer puerto del viejo continente, después de Amberes y Sevilla. Conjunto histórico-artístico, la ciudad posee templos con mucho arte religioso flamenco y una singular serie de balcones de madera labrada, que miran hacia el mar. Calles de adoquines entre retablos flamencos, museo insular y teatros.

                              Como sede del primer Juzgado de Indias. Santa Cruz de La Palma vio pasar muchas de las riquezas que los españoles trajeron de sus colonias en el Nuevo Mundo. Conserva un amplio patrimonio en arquitectura, con casas solariegas de estilo colonial entre calles con sabor añejo, a un lado u otro de su recorrido. Esta tranquila urbe tiene lugares de interés cultural como el Museo Insular, con una sobresaliente colección de arte y pintura, así como los teatros Chico y Circo de Marte.

                              A lo largo y ancho del tiempo se ha configurado como uno de los núcleos urbanos más bellos de Canarias, no en vano, en 1975, fue declarada conjunto artístico. Junto a estos valores monumentales, la capital palmera atesora un notable pasado, salpicado de hitos, que trascienden las fronteras insulares y se encarnan en la historia general. Además, en la actualidad, este hermoso lugar museístico atlántico exhibe un soberbio patrimonio inmaterial, manifestado a través de un sugerente calendario festivo.

                              Santa Cruz de La Palma, es la capital de la isla de La Palma, fundada por el castellano Alonso Fernández de Lugo (1455-1525), en el cantón prehispánico de Tedote, el miércoles, 3 de mayo de 1493, celebración del Día de la Cruz, de ahí su nombre

                              Finalizada la conquista se emplazó en ese punto por dos razones. Una fue la bahía que servía como puerto y, la otra, la abundancia de agua en el sitio.

                              Se conservan algunos vestigios de esta etapa como la Cueva de Carías, residencia de los primeros pobladores y ocupada por el primer Concejo de la isla y la ermita de La Encarnación, segunda iglesia edificada.

                              Muy pronto la ciudad alcanzó un gran desarrollo. Tanto su posición estratégica en medio de las expediciones de naves a la prosperidad de las nuevas tierras descubiertas, como la agricultura de exportación a través de su puerto, principalmente de azúcar y vino, especialmente malvasías. Los viajeros del XVI la describen como una ciudad espléndida y cosmopolita, convirtiéndose en uno de los enclaves portuarios más deseado de ese entonces.

                              La ciudad contó con un frente amurallado conformado por castillos y baterías para afrontar los ataques piráticos, como el del pirata francés François Le Clerc (¿?-1563), que asaltó y saqueó la ciudad, incendiándola, en 1553, o la del almirante inglés Francis Drake (1540-1596), quien, en 1585, fue rechazado por las milicias insulares.

                              Santa Cruz de La Palma, absorbió en el transcurso de los años, múltiples influencias de Castilla, Aragón, Portugal, Flandes, Italia, Francia o América que han conformado el carácter de la ciudad y sus habitantes. Un hecho relevante de esta etapa es el pleito abierto, en 1773, contra los regidores perpetuos, que propiciaron que fuera la ciudad, primera elegida democráticamente de España.

                              Santa Cruz de La Palma, en el XIX atraviesa un bienestar social para los ciudadanos, poniéndose a la cabeza de Canarias en construcción naval, con la botadura de más de cien embarcaciones, la primera en contar con alumbrado eléctrico público y el mayor tendido telefónico en el archipiélago. A ello se añadió la creación de instituciones científicas, económicas o secretas.

                              En el XX fue inicialmente, también, de avances en el campo educativo y social, con la creación del primer Instituto de Enseñanza Secundaria. Tras la Guerra Civil Española y la posterior posguerra, la segunda mitad de la centuria mencionada se centra en la potenciación del puerto y la capitalidad de la misma.

                              La ciudad ha logrado al trascurrir el tiempo mantener su encanto y esa manera original y única de hacer las cosas como podemos ver en ejemplos reales de la Bajada de la Virgen Nuestra Señora de Las Nieves o la Fiesta de Los Indianos, uniendo tradición y modernidad.


                              PERSONAS DESTACADAS
:

                              Antonio José Álvarez de Abreu (1683-1756), primer marqués de la Regalía, abogado.

                              Luis Tomás Leal (1688-1757), provincial de la Orden de Predicadores en Canarias, entre 1727 y 1735.

                              Manuel Díaz Hernández (1774-1863), polifacético sacerdote y humanista.

                              Juan Bautista Lorenzo Rodríguez (1841-1908), alcalde constitucional y Cronista oficial.

                              Manuel González Méndez (1843-1909), pintor y profesor de Bellas Artes.

                              José Miguel Pérez Pérez (1896-1936), maestro y político, fundador del Partido Comunista de Cuba y de Canarias.

                              Blas Pérez González (1898-1978), ministro de la gobernación entre 1942 y 1957.

                              Felipe Damián López Rodríguez (1909-1972), prestigioso músico autor de la Loa a la Virgen de La Luz, en 1966.

                              Carmen Arozena Rodríguez (1917-1963), pintura y grabadora.

                              Francisco Concepción Pérez (1929-2006), Conocido por Quico y por el apelativo de pintor de la Caldera de Taburiente.

                              Jaime Pérez García (1930-2009), Cronista oficial.

                              Víctor Lorenzo Díaz Molina (1940), llamado popularmente por Sosó y que inmortalizó el personaje de la Negra Tomasa en el Carnaval, Los Indianos.

                              Manolo Blahnik (1942), diseñador de calzado.

                              Fernando Fernández Martín (1943), médico y político, presidente del Gobierno de Canarias, entre 1987 y 1988.

                              Samuel García Cabrera (1991), atleta, campeón de España en 400 metros lisos.

                              Y, otros más, que por extensión no los nombramos, pero sí los tenemos en nuestra memoria para tenerlos presentes en otras ocasiones.

                                               TOPONIMIA:

                              La zona en donde está ubicada la localidad de Santa Cruz de La Palma pertenecía al cantón aborigen de Tedote, una de las doce demarcaciones territoriales en las que se dividía la isla de La Palma, en tiempos de los benahoaritas, los aborígenes palmeros.

                              La ciudad actual fue fundada, como hemos dicho tantas veces, por el conquistador y adelantado Alonso Fernández de Lugo, 3 de mayo de 1493, día de la Invención de la Santa Cruz en el calendario católico. La mayoría de los investigadores coinciden en que fue fundada con el nombre de Villa de Apurón. Si bien, en una data de 1508 ya aparece mencionada como Villa de Santa Cruz, posteriormente vuelve a ser mencionada como Villa de Apurón en una sinodal del obispo de Canarias, Fernando Vázquez de Arce, efectuada entre 1514 y 1515. Probablemente, esto se deba a que su nombre original era Apurón, también, era conocida popularmente desde el principio con la denominación de Santa Cruz, en razón del día en que fue fundada e imponiéndose este último sobre el anterior con el paso del tiempo. A pesar de esto, según otros, la ciudad fue conocida como Villa de Santa Cruz y lo de Apurón sería más bien algún modismo vulgar del lenguaje coloquial del momento.

                              En una Real Cédula del emperador Carlos V (1500-1558), en 1533, vuelve a ser citada como Villa de Santa Cruz, y, en 1542, se incluye el nombre de la isla: ‘Noble ciudad de Santa Cruz, isla del Señor San Miguel de La Palma’, esto último para diferenciarla de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, situada en la isla de Tenerife.


                                             HISTORIA
:

                              La isla del Señor San Miguel de La Palma quedó definitivamente incorporada a la Corona de Castilla en la primavera de 1493, los conquistadores, capitaneados por el adelantado, Alonso Fernández de Lugo, alzaron la cruz en las playas del cantón aborigen de Tedote, oficiándose la primera misa, que fue la ceremonia fundacional. Desde el primer momento tuvo cabildo, que lo era de toda la isla.

                              La parroquia de El Salvador debió erigirse casi simultáneamente con la finalización de la conquista, aunque no pueda datarse con precisión.

                              La primera obra pública realizada fue el malecón y el puerto, en el que se trabajaba a principios del XVI. Fue pronto escala obligada en el camino hacia las Indias, de forma que Felipe II, estableció aquí, en 1558, el primer Juzgado de Indias. Llegó a ser el tercer puerto del Imperio, después de Amberes y Sevilla.

                              El comercio de la caña de azúcar y la construcción de barcos influyen decisivamente en el desarrollo de la ciudad, de cuyo esplendor son muestras las casas señoriales.

                              Tras el ataque del pirata francés, Pata de Palo, en 1553, se comienza la construcción del castillo real de Santa Catalina, inicio de una serie de obras defensivas, que protegieran de los ataques por mar.

                              Fiel a su origen, esta ciudad a la que le cabe el honor de ser la primera en tener un ayuntamiento democrático en nuestro país, se ha mantenido próspera a través de los años.

                              Situada en la desembocadura del riachuelo donde estaba la cueva del antiguo jefe aborigen, Cueva de Carías, que quedó a cargo, al igual que el resto de la isla, de Juan Fernández de Lugo Señorino, sobrino del conquistador. La elección de este lugar para establecer la capital fue debido a las características portuarias del enclave, protegido de los vientos e idóneo para que recalasen las naves.

                              En 1943, la Diputación provincial elige mayoritariamente a su alcalde, Rafael de la Barreda Díaz (1906-1963), para el cargo de procurador en Cortes en la primera Legislatura de las Cortes Españolas, 1943 a 1946, representando a los municipios de esta provincia.

                              Tras la transición democrática de 1975 y las primeras elecciones municipales libres de 1979 el municipio es de los primeros en tener un alcalde del PCE (partido Comunista de España), Antonio Sanjuán Hernández (1930).

                              Sufrió una grave inundación en enero de 1998 por una marea viva, combinada con un temporal oceánico, que causó numerosos daños materiales.

                       UNA PLAYA NUEVA CON HISTORIA:

                              Inaugurada oficialmente el jueves, 20 de abril de 2017, seis años después del comienzo de la obra del Frente Litoral de Santa Cruz de La Palma. Es artificial de arena negra volcánica, que ocupa el lugar de la que fuera la histórica de Caleta del Varadero, con una extensión de 1230 metros de largo, con 50 de anchura. Su reciente remodelación permitió abrir de nuevo esta playa al océano Atlántico, algo que se había perdido con la construcción del paseo marítimo en 1949.

                              Además, de contar con un servicio de alquiler de sombrillas, duchas o aseos, esta playa está especialmente indicada para el público familiar, gracias a su suave oleaje, su fácil acceso y sus múltiples instalaciones deportivas para la práctica de vóley o fútbol-playa.

                              El frente de la ciudad tenía como parte de su fachada litoral una escombrera que se usaba como aparcamiento, el resto de la avenida marítima estaba bordeada por un malecón, que en ocasiones era rebasado por el mar, llegando a inundar plantas bajas de las viviendas cercanas.

                              El objetivo del proyecto era crear una nueva playa para responder a la demanda existente y mejorar la protección del litoral, encajada entre dos espigones y apoyada en su pie, en un dique sumergido.

                                              En el extremo sur de la actuación se ha dispuesto una playa de cantos rodados gruesos, guijarros o callaos, por las grandes dificultades para la creación de la misma, debido a la fuerte pendiente del fondo.

                              En el extremo norte, la alineación del arranque del espigón se mantuvo paralelo a la costa y se creó tras él otra de los mismos materiales que la anterior, dándole así solución a los problemas de rebase sobre el muro del paseo en ese tramo.

                              Ha supuesto una inversión superior a los 30 millones de euros. Los accesos quedaron oficialmente abiertos, a las 12,15 horas. El primero fue el de la avenida de El Puente.

                              La ejecución se inició en octubre de 2011 en un plazo de 19 meses, sin embargo, por diferentes motivos, su conclusión sufrió un retraso de casi 4 años.

                              Fue financiada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de España.

                              Santa Cruz de La Palma gana un espacio de esparcimiento de unos 69. 405 metros cuadrados, de los cuales 61.780, corresponden a la superficie de arena en pleamar. El ancho de la zona de arena alcanza un mínimo de 60 metros frente a los balcones de la avenida marítima, desde el malecón hasta la orilla y un máximo de 118 metros en el dique sur.

                              Por último, el jueves, 13 de noviembre de 2014, se terminó de hacer el aporte de más de 700.000 metros cúbicos de arena negra, quedándose configurada.


                       EL NAUFRAGIO DE LA QUISISANA
:

                              Esa lejanía con el ayer nos ha hecho cicatrizar la herida surgida por la tragedia del motovelero la Quisisana, ocurrida un sábado, 13 de enero de 1951, que a todos los palmeros nos conmovió en los albores de una sociedad castigada por la necesidad económica precaria y de escasos medios de comunicación existentes entre los pueblos de La Palma y de otros lugares canarios, que comenzaban a despegar de la crisis impuesta por conflictos acentuados en la evolución del progreso social, cultural y político. En la mayor parte de la isla, sólo, existía el transporte marítimo a través de falúas, embarcaciones de cierta longitud y calado, construidas de madera, denominadas de cabotaje.

                              Hemos querido ralentizar para siempre la memoria de los que fueron convecinos del barrio de San Telmo.

                              En su recuerdo se inauguró en el 2001 un espacio y la Casa de la Cultura. La iniciativa surgió a raíz de un artículo publicado en el periódico matutino EL DÍA de Tenerife, autor José Melquiades López Mederos, que en ese entonces era presidente de la Real Sociedad La Cosmológica de la capital palmera.

                              Por motivo de la celebración de dicha efeméride se acordó por unanimidad en el pleno de la Corporación municipal, dada el lunes, 5 de febrero de 2001, en reconocimiento al esfuerzo y trabajo durísimo de unos hombres, que entendían muy bien considerar la solidaridad y el bregar honrado.

                              El infortunio comenzó en las primeras horas del día mencionado, cuando la falúa inició el viaje hacia el norte con carga general, después de un obligado y prolongado parón, a consecuencia del mal tiempo ocasionado por fenómenos meteorológicos adversos a sus propósitos de transporte. Desde la noche anterior se auguraba una mejoría en la mar y presumiblemente se decidieron a hacer la travesía hasta Garafía. En las inmediaciones del faro de Punta Cumplida, antes de pespuntar la jornada, el misterio de su desaparición en el más absoluto silencio, se unió los posibles hechos sucedidos, por sus restos encontrados, testigos del hundimiento frente a la costa de La Fajana, municipio de Barlovento.

                              El proyecto de embellecimiento y renovación de nuestra población, capital del color, ha rememorado a través de un mural el lamentable suceso, realizado por un grupo de componentes de la Asociación Cultural de Amigos Pintores de Las Breñas, completándolo con sus nombres, falleciendo todos.

                               LOS MOLINOS DE BELLIDO:

                              Son cuatro edificios situados a diferentes alturas, cuya finalidad era la de moler el grano o cereal, para obtener principalmente el gofio. Durante el XIX llegaron a ser trece, los cuales, mediante la canalización de agua movían las ruedas del molino, aprovechando la energía hidráulica. Se pueden ver en la parte alta de la avenida de El Puente.

                              Los Molinos de Bellido o Vellido son hoy un recurso prácticamente inactivo. Algo incomprensible en estos tiempos. Se trata de molinos de agua construidos en dos etapas, dos en el XVII y otros tantos en el XIX, situados en la denominada ‘Ruta del Agua’, a escasos metros del final del entramado urbano. Su actividad disminuyó en desuso durante el primer tercio del XX y, en la actualidad, aunque alguno está habitado, ninguno cumple su secular misión.

                              Estos molinos deben su nombre al capitán y regidor del antiguo cabildo de La Palma, Juan Vandewalle de Cervellón, que con frecuencia utilizaba el segundo apellido de su abuela materna, María Cervellón Bellid.

                              Tal y como los encontramos al paso, el primero y el último se construyeron entre 1865 y 1872 por el matrimonio formado por José Manuel Hernández González y María de las Nieves Concepción Fierro, se conocen con el nombre de molino del Cajetero y molino de Hernández-Fierro, respectivamente. Los dos centrales son más antiguos, los fabricó Juan Vandewalle de Cervellón-Bellid en la primera mitad del XVII en la huerta de su propiedad.

                              Para valorizarlos como recurso turístico resulta necesario acondicionar como antaño, cuando menos, uno de ellos, para que pueda recrearse la manera en qué funcionaban. Se podría identificar la flora del camino, que es bastante diversa y preparar algunos lugares propicios como pequeños miradores, pues la ubicación de los ingenios constituye un espléndido mirador, con vistas a los barrancos de las Nieves y de los Dolores. El sendero continúa y termina comunicando con el barranco del Río y con un barrio rural de la capital, Velhoco.


                         VISITAS DE INTERÉS CULTURAL
:

                              Son muchos los lugares de interés cultural a visitar en Santa Cruz de La Palma. Un recorrido por sus calles nos llevará a la parroquia matriz de El Salvador, donde se guardan importantes obras de arte, el real convento franciscano de la Inmaculada Concepción (XVI), la iglesia de Santo Domingo (XVI), la de Santa Águeda, que fuera el convento de clarisas y que data del XVII, la ermita de la Encarnación (XVI), las ermitas de San Telmo y de San Sebastián… Fuera del casco urbano el real santuario de Nuestra Señora de Las Nieves, con su Museo Insular de Arte Sacro y la bella talla de la titular.

                              El ayuntamiento, edificado tras el incendio que destruyó las primitivas casas consistoriales en el ataque de los piratas franceses, es probablemente el monumento de arquitectura civil más relevante del Renacimiento en Canarias. Y no podemos olvidar el Museo de Bellas Artes, el Barco de la Virgen con su museo naval y la Real Sociedad La Cosmológica.

                              Finalmente, el Castillo de Santa Catalina como muestra de arquitectura militar.

                          MUSEO INSULAR DE LA PALMA:

                              Pertenece al Cabildo Insular de La Palma, reúne importantes colecciones de arte y ciencias naturales, además de la dedicada a la pintora palmera Carmen Arozena. Muy interesante visitar el edificio que fue Real Convento de la Inmaculada Concepción. Comenzada su primera edificación en 1508, en sucesivas ampliaciones y reformas llegó a su estado actual a finales del XVIII.

                              Desde 1986 se ha instalado en él, que consta de varias secciones como arqueología, etnografía, ciencias naturales y náutica.

                              El museo engloba otros tantos homólogos como el de Historia Natural, Etnografía o del Hombre y el de Bellas Artes:

                              El Museo de Bellas Artes que exhibe obras flamencas del XVI, pero, sobre todo, pinturas del XIX y XX.

                              El Museo de Etnografía o del Hombre que muestra piezas y colecciones de nuestras tradiciones relacionadas con el mundo doméstico, agrícola y artesanal.

                              El Museo de Historia Natural que lo hace con elementos de fauna terrestre y marina aludiendo a mamíferos, reptiles, aves de Canarias y de otras partes del mundo.

                              Y, por último, se ubica en este recinto la Biblioteca Insular José Pérez Vidal y el Archivo General de La Palma.


                                           ECONOMÍA
:

                              Siendo la capital insular no es de extrañar que sea el sector terciario el que se constituya como base de la economía municipal, dentro de él, son los servicios los que absorben la mayor cantidad de población activa, seguidos del comercio, transporte y comunicaciones.

                              Dentro del sector secundario, el segundo en importancia en este municipio, destaca la construcción y la industria.

                              En el sector primario, es la agricultura la que ocupa el primer lugar, seguida de la pesca.

                              Dentro de la agricultura, se destina la mayor parte de los terrenos de regadío al cultivo de plataneras y papas, a las que siguen hortalizas, cítricos, aguacateros y algo de tabaco. Las tierras de secano se consagran primordialmente a plantar forrajeras y papas.

                                ASPECTOS GEOGRÁFICOS:

                              En la parte oriental de la isla, y hacia el centro de la misma, se halla este municipio, cuyos límites aparecen definidos por dos barrancos. Al norte, el barranco Seco marca la divisoria con Puntallana, mientras al sur, con Breña Alta, lo hace el barranco de Juan Mayor. Ya muy cerca de la costa, esta linde bordea el interior del volcán del Risco de la Concepción, haciendo avanzar la extensión del término, un poco más hacia el sur.

                              Hacia el oeste, las cresterías de La Caldera de Taburiente y Cumbre Nueva, definen la divisoria con El Paso, con alturas que se acercan o superan los 2.000 metros, y con la máxima altitud en el Pico de Las Nieves, 2.247 metros.

                              La costa, al este, se presenta acantilada y rocosa, con el mínimo espacio donde se ha establecido la capital de la isla.

                              Queda así definido un espacio, donde no aparecen erupciones volcánicas recientes, y en el que el relieve es una sucesión de barrancos y de lomos que los separan.

                              Se trata, pues, de una gran pendiente, en la que se han incidido varios barrancos, que ya en el tramo más bajo, tienden a encajarse profundamente. De todos ellos, el más sobresaliente es el de Las Nieves, que recoge las aguas de buena parte del dorso de la Caldera de Taburiente, que corresponde al municipio.

                              Ello ha sido posible en un espacio en el que se presentan, mayormente, materiales basálticos antiguos, sobresaliendo el cono volcánico de la montaña de Tagoja.

                              Al sur de la ciudad se encuentra el espectacular Risco de la Concepción, del que apenas parte de su cráter se halla dentro del término municipal. Sin embargo, desde este municipio se tiene una amplia perspectiva de este gran edificio volcánico, que se corresponde con una erupción submarina, hoy en superficie, por el levantamiento del bloque insular.

                              La clara orientación al este no determina, sin embargo, la influencia de los alisios en buena parte del municipio, que son desviados por el obstáculo orográfico de los montes de Puntallana. Este aspecto, junto a las evidentes diferencias que marca la altitud, definen un clima de suaves temperaturas y relativamente escasas precipitaciones. De esta forma, la típica distribución de la vegetación en pisos, se ve interrumpida en el sector más septentrional del término, en el que el pinar desciende a cotas más bajas. Hacia el sur, los mayores aportes de humedad, sí permiten la presencia del monteverde. Interesantes son las muestras de vegetación termófila, destacando las palmeras.

                           VISITAS DE INTERÉS NATURAL:

                              El Parque Natural de los barrancos de Quintero, El Río, La Madera y Dorador ocupa buena parte del sector centro-occidental del municipio, a partir de los 700-800 metros de altitud. Enclave de gran valor paisajístico y ecológico, presenta lugares como desde donde se obtiene una amplia panorámica de buena parte de la isla.

                              El espacio natural de los barrancos de Juan Mayor y Los Pájaros, supone un lugar donde se refugia una representación de la vegetación termófila como acebuches, mocanes, palmeras…, acogiendo una interesante fauna.

                              Lugares como la Quinta Verde, constituyen espacios a tener en cuenta, a la vez que distintos miradores, ofrecen sugerentes perspectivas. Asimismo, el municipio es un sitio clave, para contemplar el arco que nos ofrece el Risco de la Concepción.


                                      LA SEMANA SANTA
:

                              La Semana Santa de Santa Cruz de La Palma constituye la conmemoración anual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Se celebra en fecha variable durante los meses de marzo y abril y se trata, con excepción de las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de Las Nieves, patrona de La Palma, del evento público de carácter religioso más significativo de cuantos tienen lugar en dicha ciudad, además de una de las tradiciones festivas de mayor antigüedad de la isla.

                              A pesar de que, bajo la formalidad litúrgica, la Semana Santa comprende únicamente la última semana de Cuaresma, desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección, comúnmente se ha considerado, el viernes de Dolores, como su inicio, por ser este el día en que comienza los diversos recorridos procesionales.

                              La Semana Santa de Santa Cruz de La Palma se identifica por los siguientes rasgos: el marco urbano, que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1975, por el que discurren la mayoría de las comitivas; la rigurosa cronología desplegada en todas las procesiones, en las que se sigue el orden narrado en las Sagradas Escrituras; La calidad de su imaginería, con tallas procedentes de las antiguas provincias de los Países Bajos, de la América colonial, de la escuela sevillana del XVIII, del neoclasicismo decimonónico, con la presencia de algunas de las mejores obras de Fernando Estévez de Salas (1788-1854), orotavense; de los periodos más brillantes de la escultura local; la conservación de algunos ritos; la incorporación  de otros de reciente creación y la antigüedad, variedad… de los géneros musicales que se interpretan a lo largo de las jornadas pasionistas. En 2014, fue declarada como Fiesta de Interés Turístico de Canarias.

                              Ciudad atlántica y capital de La Palma, conserva un valioso patrimonio arquitectónico, artístico y festivo. En 1975, el casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico-Artístico, renombrado en la vigente legislación Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de conjunto histórico. Ello proporciona a los recorridos procesionales un acusado sello plasmado en el tránsito de las imágenes por sus empedradas calles y plazas.

                              Guarda la sucesión cronológica de los acontecimientos de la Pasión y Muerte de Cristo. Es decir, los pasos discurren por las calles mostrando el relato de los evangelios. El origen de este protocolo se remonta al XVII. Más tarde, durante el XIX, esta secuencia fue fijada de manera implícita por el sacerdote Manuel Díaz Hernández. Ya en el XX, con el desarrollo de la Semana Santa y la incorporación de nuevas imágenes, este protocolo quedó fijado de un modo oficioso.

                              Además, al unísono de esta cronología procesional, coexisten otras tradiciones paralelas, que recalcan este riguroso orden y acentúan la teatralidad de las fechas pasionistas.

                              Los encuentros parateatrales de imágenes, llamados ‘puntos’ son tres uno en la plaza de España, otro en la Alameda y un tercero en la calle Apurón.

                              Por su parte, la escultura local se encuentra representada por dos momentos más fructíferos del arte insular. De una parte, el barroco isleño, con obras de Domingo Sánchez Carmona (1702-1768) y de Marcelo Gómez Rodríguez de Carmona (1725-1791), y, por otro lado, el neoclasicismo con Díaz Hernández, así como su estela de continuadores como Aurelio Carmona López (1826-1901), Nicolás de las Casas Lorenzo (1821-1901), o José Aníbal Rodríguez Valcárcel (1841-1910).

                              Con ella conlleva a la organización procesional las tradiciones y rituales una estructura bien definida, que las cofradías de ‘capuchinos’ han conservado. Asimismo, la música de pasión reúne distintos géneros musicales.

                                      CULTURA POPULAR:

                              Las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de Las Nieves, constituyen el mayor acontecimiento festivo a nivel insular, que tienen lugar en los meses de junio y julio. Su origen estaría en una bajada hecha en 1676, ante la sequía que asolaba los campos, y una disposición obispal en que se repitiera cada 5 años, terminados en 0 y 5, a partir de 1680, dicho traslado. Una serie de actos, de gran arraigo y tradición, la caracterizan Romería, Carro Triunfal Alegórico, Diálogo del Castillo y La Nave, La Loa, La Danza de los Enanos… Sin duda, éste último es uno de los de mayor interés folklórico. Datan del pasado siglo, siendo el suceso de mayor expectación, el momento en que los bailarines se transforman en enanos, en un abrir y cerrar de ojos, y continúan bailando una original polka.

                              En el lunes de Carnaval, tiene lugar la Llegada de los Indianos, singular número festivo, donde es costumbre tirarse polvos talco. Entre la gastronomía propia de estas fechas, se encuentran las tradicionales sopas de miel.

                              Labores artesanales son los bordados, mantelerías, trajes típicos, la talla de muebles, los trabajos de palma…

                              El 5 de agosto, Nuestra Señora de Las Nieves, y 29 de septiembre, San Miguel Arcángel, son festividades locales.

                              La celebración del 3 de mayo y del Día de la Cruz está asociado a la conmemoración de aniversario de la conquista por parte de la Corona de Castilla. Para celebrarlo, la tradición hace que el enrame de las cruces y la colocación de unos personajes denominados ‘mayos’ hagan que sea una fiesta, que bordea lo religioso y lo civil, para convertirse en una efeméride cercana a vecinos y visitantes, sin ningún otro tipo de connotación.   

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