![]() |
Retablo neoclásico del Cristo de los Mulatos |
La intervención tiene como objetivo garantizar la
conservación futura de las obras de arte. La restauración de la que fue objeto
el retablo del Cristo de los Mulatos, capilla lateral derecha, nave del mismo
lado de la Epístola, ubicada en la parroquia Matriz de El Salvador de Santa
Cruz de La Palma, una vez finalizado su actuación de remozamiento, se presentó
con vista al conocimiento de los parroquianos el viernes, 7 del presente mes.
Forma pareja con el de San Juan Bautista, que se halla en la nave izquierda o
del Evangelio. Son neoclásicos y le dan una singular armonía monumental de
conjunto al bello templo.
Los trabajos comenzaron y finalizaron a buen ritmo. Los
restauradores fueron los palmeros Nieves Luisa Cabrera Castro y Domingo José
Cabrera Benítez, que expusieron con buen criterio y ayudados por imágenes
referentes todos los entresijos hallados y resueltos posteriormente con
acierto, conforme los dictámenes pertinentes en estos casos. En una primera fase,
que consistió en la consolidación de los estratos pictóricos para garantizar la
conservación, proceder a la desinsectación y saneamiento del soporte, se
retiraron posibles repintes, habiéndose hecho la limpieza química de la
policromía y estucado de las lagunas existentes para lograr la reintegración
cromática.
![]() |
Capiteles dorados. Detalle |
A principios del siglo XIX coinciden en el ejercicio de su
ministerio sacerdotal varios presbíteros, que emprenden obras y reformas en el
recinto sagrado, adecuando su estética y presentación formal a los cambios de
mentalidad impuestos por la solidez de los ideales del movimiento ilustrado en
el seno de la iglesia canaria.
Entre estas corrientes intelectuales y especialmente por lo
que afectan a las modificaciones hechas en dicho solar, cabe destacar el culto
preferente por la imagen de Cristo y por el misterio de la Eucaristía, en el
que radica la esencia del Cristianismo, desterrando los modos artísticos del
barroco con su tendencia al horror vacui y a representar con pinturas y
esculturas toda clase de santos mediadores.
![]() |
Fustes lisos |
La vuelta al Clasicismo, que desde el punto de vista genérico
subraya el gusto por lo académico, orden simétrico y conjunto de elementos
tomados directamente del mundo grecolatino, defensa de la emoción contenida e
inclinación hacia la funcionalidad, portando un rechazo a los excesos de
ornatos, que contribuían a dispersar y entretener la atención de los fieles
asistentes a los oficios, en vez de inclinarlos
a la conversión.
![]() |
Zona superior de la hornacina |
Con anterioridad se conocía por el de las Ánimas o del Cristo.
Al igual que su gemelo, están integrados dentro del plan de actuación
reformista de corte ilustrado, dirigido por el beneficiado Manuel Díaz
Hernández (1774-1863) y en el que participó con notable protagonismo el otro
clérigo y amigo José Joaquín Martín de Justa (1784-1843), principal artífice de
diseños y codirector, ejecutando buena parte de las tareas. Presumiblemente,
realizadas alrededor de 1813. La primera noticia explícita de su existencia y
de su conclusión se tuvo casi 20 años después en una nota marginal, que consta
en el inventario de bienes de la cofradía de Ánimas de 1807, en donde se indica
que por decreto del primer obispo nivariense Luis Antonio Folgueras y Sión (1769-1850),
expedido en Los Llanos de Aridane, 10 de junio de 1813, ya que se encontraba de
visita pastoral en la isla, se ordenó regalar 2 lámparas de plata, de las conocidas como arañas, al
sochantre, Santiago Rodríguez de León, en premio a la labor que tuvo al pintar
y dorar dicho retablo y que eran propiedad de la hermandad titular, que su
mayordomo, Pedro Díaz del Castillo, entregó en virtud del superior mandato,
firmado el 16 de junio siguiente.
Tal como lo conocemos no volverá a documentarse hasta 1851.
El 18 de septiembre se inventaría “como un retablo de color jaspe donde se
halla colocado el Señor Crucificado con potencias de metal, la Virgen y San
Juan con diademas de hoja de lata doradas y un crucifijo pequeño de plomo
dorado en el respectivo altar y del cargo de Felipe Poggio y Alfaro”.
![]() |
Pintado de tono marmóreo |
Con respecto al de San Juan Bautista, guardan algunas
variaciones como el frontal, carece de urna, aparece pintado con el tono
marmóreo verdoso, hornacina central, no posee pilastras, arco apoyado en
ménsulas y dimensiones mayores, porque alberga el conjunto de imágenes del
Calvario: Cristo de los Mulatos (centro), Nuestra Señora de los Dolores
(izquierda), que sale en procesión el Viernes de Dolores, y San Juan
Evangelista (derecha). Cuenta con un fondo paisajístico acorde a la narración
bíblica de la crucifixión.
Según el Informe definiendo sus medidas obtenemos que el
alzado plano, 3,98 metros de anchura por 6,30 de altura, que sería 24,76 metros
cuadrados. Con respecto al plano se le aplica un coeficiente por el desarrollo
de molduras, hornacinas y fondos de 24,76 x 1,6 metros cuadrados, que daría un
resultado neto de 39,62 de superficie.
![]() |
Policromía original |
Presentaba muestra de colonización de xilófagos en la parte
inferior, muy acusada en los plintos de las columnas pareadas de fustes lisos,
que en partes horizontales existían gruesas capas de polvo en suspensión
acomodo, sin duda alguna, de ácaros e insectos con sus patologías asociadas, pero
por suerte no presenta actividad alguna, sino material de desecho como serrín o
indicios de movimientos en su interior, pequeños problemas estéticos. La verdad
se debe a ataques puntuales. Otra causa de su deterioro era la suciedad
generalizada, adherida en las películas de acabado externo, ocultando el
cromatismo original, estucos de mármol y jaspe, monocromía blanca en zonas
planas, dorados en tiras, capiteles, basas de columnas, levantamiento de
policromía y dorado por efecto de la humedad ambiental.
![]() |
El frente restaurado del altar |
Por el uso habido a lo largo y ancho de los años, como fue la
confección de un nacimiento, en su limpieza se encontraron diversos objetos,
que estuvieron expuestos para la recreación de los asistentes al acto,
despertando la curiosidad de los mismos, y que fueron bombillas eléctricas de
colores, trozos de papeles marrones y azules, plumas de aves, clavos de forja,
velas de cera, parte de un dedo del crucificado, maderas corroídas y otros
objetos indicados por la restauradora en su intervención descriptiva.
Otro punto y aparte, lo aporta los anclajes encontrados en la
estructura, que, según parece por su ensamble, se utilizaron como integrante de
la tramoya del fondo para sujetar los telones escénicos y otros artilugios
adaptados a lo representado en ese momento de la Pasión.
Los tratamientos empleados cumplirán con los criterios de
durabilidad y reversibilidad de los elementos aplicados, incluyéndose fichas
técnicas de los productos empleados, para consultas futuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario