Cuando la realidad
se convierte en leyenda habrá que buscar el fundamento de ser tal cual en la raíz
del tiempo. Darlo a conocer a generaciones futuras es tan importante como el
propagarlo a los cuatro vientos, convirtiéndose en bagaje palmense. Fue motivo
de una reacción desaforada al ver que los derechos se ultrajaron por un
desafortunado locutor de radio.
En 1960 el compás
de la vida pública en La Palma estuvo marcado por los propios palmeros y por
una serie de acontecimientos notables. Era un año de Bajada y las
circunstancias sensibilizaron a todos. Hubo cambios en la política local y
provincial. A las dos semanas de tomar posesión de su cargo Manuel Ballesteros
Gaibrois (1911-2002), nuevo gobernador civil, visita las comarcas Norte y Sur,
Real Sociedad la Cosmológica, elogiando el museo de historia natural y
biblioteca, y sede de la emisora sindical “La voz de la isla de La Palma”,
ubicada en el teatro chico.
Se homenajeó al
médico tisiólogo Tomás Cerviá Cabrera (1902-1962) como Hijo Predilecto y se le
impuso La Medalla de Oro, con entrega del pergamino correspondiente, por parte
del ayuntamiento de la Muy y Noble ciudad de Santa Cruz de La Palma, su lugar
natal.
En la antigua casa
de peregrinos de Las Nieves, frente al Real Santuario de Nuestra Señora, fue
construida la Casa de Ejercicios, que fue bendecida por el Obispo nivariense, Domingo Pérez Cáceres (1882-1961).
Los problemas
surgen con el cierre del aeródromo de Buenavista por las malas condiciones de
la pista, debido al frenado brusco de los aviones por la insuficiente longitud,
900 metros, aproximadamente.
Durante la celebración de las
fiestas quinquenales se contó con el espectáculo de Antonio Molina de Hoces
(1928-1992), famoso artista andaluz del arte flamenco, con sus conjuntos Cuna
de coplas y Ballet andaluz y, también, la Compañía Lope de Vega con un
repertorio magnífico. En el carro alegórico triunfal, que se repondría el
representado en 1945, denominado Renacer, obra de José Felipe Hidalgo
(1884-1971), intervino la soprano tinerfeña Dulce María Orán Cury (1943) en su
papel como “la ilusión”, con muy buena disposición vocal, que con razón,
realizados sus estudios superiores de canto, ha triunfado plenamente en el
mundo operístico mundial.
Casi finalizando
el periodo anual se trasladó el Instituto de Enseñanza Media al nuevo
desplazamiento de Santo Domingo, antiguo solar del exconvento dominico de San
Miguel de las Victorias.
El concurso de
belleza de Elección de Reina fue novedoso para la vida social de Canarias a
nivel nacional e internacional. Elegida la joven guapa, natural de San Andrés y
Sauces, Acidalia Martín Medina (1932), Reina de La Palma con la perspectiva de
ser Miss España como representante provincial, envuelta con la euforia de un
círculo triunfalista, dominante en el camino laureado de hechos fortuitos y
tradicionales, se truncó por el infortunio.
El Hogar Canario
de la capital del país le agasajó con el cariño y el máximo respeto por ser un
hito histórico de una época, señalando una etapa única en los albores regionalistas.
Al año siguiente consiguió el galardón de “Miss Simpatía”. La prensa de
entonces no enmudeció los ecos del evento, dejando poco espacio para el
sentimiento y la expresión de los indignados, siendo un documento revelador.
Después de cinco
décadas, que continúa resumiendo el mismo espíritu, conozco a la protagonista
en persona. Amable y con el rostro de una diosa infalible, reflejando una
placidez de hermosura, a pesar de ser octogenaria. Viuda y residente en Los
Llanos de Aridane disfruta de sus recuerdos, junto a sus hijos y nietos, con carisma. Su
premio es seguir admirándola como un canto a la mujer isleña.
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