¡Es que abrí la ventana hace un momento
y en las alas finísimas del viento
me ha traído su sol la Primavera!
(Alfonsina Storni)
Pronuncio tu
nombre de tal manera,
clamando un espíritu de aventura,
con alas de gaviotas tempraneras.
Déjame ver el sol de primavera
bajo el azul del cielo con ternura,
para sentir fulminante y segura
la grave mirada de la pradera.
Los valles y montes por vez primera
se llenan de trinos y de áureas mies,
manto en el que la noche duerme y
sueña.
En el bello mar siento la quimera
de aplazar el transcurrir de los
meses,
acallando el aura fría y risueña.
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