El 3 de noviembre de 1894, el Consistorio tomó el acuerdo de
cambiarle el nombre por el de Pérez Volcán, como merecido homenaje a Cristóbal
Pérez Volcán (1725-1790), ilustre hijo de la ciudad, nacido en el barrio de San
Telmo, que se avecindó en La Habana, donde llegó a poseer una inmensa fortuna.
Nos paramos a leer rótulos de nombres, algunos no existen por
haber sido sustituidos por otros, como la Rambla de Cuba, hoy llamada avenida
de El Puente. Esta denominación viene de principios del XX y es fruto de una
propuesta de un grupo de paisanos emigrados a la isla caribeña, liderados por
el escritor y periodista Luis Felipe Gómez Wangüemert (1862-1942), natural de
Los Llanos de Aridane, quienes justificaron su iniciativa por la importancia de
la emigración en el sostenimiento de los establecimientos benéficos de la isla
o la afectuosa acogida que brindaron los cubanos a los palmeros que viajaron a
la Perla del Caribe.
En la actualidad, hallamos la homóloga Álvarez de Abreu, ya
historiada, paralela a la principal arteria conocida como Trasera, que evoca un
claro origen indiano, a hacer referencia a una personalidad que jugó un papel
destacado en el Nuevo Mundo.
Otro lugar digno de citar en este sentido toponímico lo
tenemos en la de Pérez Volcán, recibiendo dicho nombre a finales del XIX en
recuerdo de los favores que prestó a varias instituciones isleñas en su
voluntad testamentaria. Uno de los indianos más ricos de la historia de La
Palma.
Otra muestra de este recorrido está en la calle Pintado, que
recuerda el apellido de la saga de los marinos formada en el XVII por el piloto
de la carrera indiana Juan Pérez Pintado.
No menos importante, es la vía que recuerda las figuras de
los hermanos Fernández Ferraz, destacados intelectuales, que protagonizaron en
Costa Rica la reforma educativa liberal en el último tercio del XIX inspirado
en el krausismo.
Volviendo al pasado, recordamos la denominación que recibió
la ciudad a mediados del XVI como Peruche, diminutivo de Perú, aplicado por los
franceses hugonotes que la saquearon en 1553. El clérigo portugués Gaspar
Frutuoso (1522-1591) da cuenta en una de sus obras de esta señalización y
recalca la preeminencia del puerto, en las rutas atlánticas hacia América.
Con pundonor y de un extraordinario esfuerzo logró los
recursos necesarios para alcanzar su sueño, que no era otro que embarcarse en
busca de prosperidad. Abandonó su isla natal y viajó hacia Cuba, ya que en
aquella época era el centro de la emigración. Llegó a La Habana, ocupándose de
varias faenas que le dieron lo suficiente para su subsistencia.
Adosada a la pared de la nave, correspondiente a la fachada
principal del templo parroquial, hay una lápida de mármol blanco, que dice:
A LA MEMORIA DEL
Sr. D. CRISTÓBAL PÉREZ VOLCÁN,
INSIGNE PROTECTOR DE LOS TEMPLOS
Y CASAS DE BENEFICENCIA
DE ESTA CIUDAD.
1896.
Se dedicó en un principio, entre otras actividades, al
cultivo del tabaco, primera producción de la agricultura cubana, sonriéndole
muy pronto la diosa fortuna y reuniendo un caudal enorme, que le permitió
disfrutar como un gran señor hacendado. Se convirtió en un hombre generoso y
magnánimo, ejerciendo la caridad.
Falleció en La Habana, dejando en su testamento un legado,
tanto a la ciudad antillana como a su querida isla de La Palma, sobresaliendo
las donaciones a las iglesias de El Salvador, Las Nieves, los conventos de
Santo Domingo y San francisco y, sobre todo, al Hospital de Nuestra Señora de
los Dolores.
El broche final sería el bagaje de
nostalgias y añoranzas habidas durante tiempo, recordando las comitivas
procesionales al ritmo de las pisadas por los desgastados adoquines, oyendo
campanas y marchas con un sentido más protocolario y religioso, dando un toque
de formalidad momentánea a lo manifestado. Aún, le invade el aroma de incienso
y la brisa peregrina, acariciándole con el bullicio de tronos, cruces,
estandartes, navetas, incensarios…, acallan las pisadas del antaño cuando la
bella y sentida imaginería, reliquias de maestros en el movimiento de la gubia,
traspasa el umbral de los siglos obediente a lo conmemorativo, tradicional y
devoto en el calendario litúrgico, cultural y social.
-Santa Cruz de La Palma:
recorrido histórico-social a través de su arquitectura doméstica. Jaime
Pérez García. Edición patrocinada conjuntamente por Excmo. Cabildo Insular de
La Palma, Caja General de Ahorros de Canarias y el Colegio de Arquitectos de
Canarias, demarcación de La Palma. Santa Cruz de La Palma. 2004.
-Huellas indianas en el
callejero de Santa Cruz de la Palma. Diario de Avisos (da). Víctor
Hernández Correa. 2017.
-Pérez Volcán: el altruista más
destacado de la historia de La Palma. Manuel Lorenzo Arrocha. 2020.
-Otras fuentes de
información de archivos propios.
-Conocimientos y vivencias personales.
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