Una vez pasados los molinos, seguimos con el objetivo de
conocer, ya que pronto se llega al final del ascenso, una vieja construcción,
Central Hidroeléctrica (1893) en estado totalmente ruinoso, pionera en Canarias
y la tercera de España, después de Madrid y Barcelona y que generaba
electricidad a partir de la fuerza del agua. Toda una hazaña para la época.
Este hito en 1982 hace que Santa Cruz de La Palma fuese la tercera ciudad de
España y sexta del mundo en tener alumbrado eléctrico público.
Durante el ascenso por la pista del barranco podemos
observar como el paisaje va evolucionando hasta entrar en un bosque termófilo,
que nos conduce al camino a seguir hasta El Electrón. Un lugar tranquilo donde
poder contemplar los restos de lo edificado. Desde este enclave y mirando
barranco arriba, al margen izquierdo, se ve los restos de un molino de agua.
De ninguna manera, no se puede ignorar a los molinos del
barranco del Río, como el de Remanente (1871). En el mencionado, anteriormente,
accidente orográfico existió tanta cantidad de ellos funcionando, casi a la
vez, sobre todo, en la segunda mitad del siglo XX, que fue conocido como el Río
de los molinos.
Debido a la tecnología, estos elementos fueron cayendo en
desuso, nos intentan recordar que pueden volver a ser usados a generar nuevas
perspectivas, junto con los del Electrón, con los demás ingenios de ingeniería
del Río y los de Bellido, entre otros, y aprovechando el sol, viento y mareas
poder producir energía renovable y totalmente limpia y ecológica.
La flora es una manera de describir su entorno como parajes
maravillosos, nos alienta a continuar una apuesta por lo sostenible. No
olvidemos que La Palma fue nombrada Reserva Mundial de la Biosfera en 2002 y
que en el 2019 es elegida territorio piloto de tales cualidades energéticas por
la Comisión Europea. El objetivo es aspirar a conseguir que sirva de ejemplo en
la transición y alcanzar la autosuficiencia, la prosperidad y la indicada
sostenibilidad.
La aspiración es potenciar lo más idóneo para la energía solar, eólica, hidráulica, geotérmica, etc., evitando el uso costoso, tanto económico como medioambiental de las fósiles.
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