Dispuestos a celebrar la Navidad
con todo el cariño del mundo y con la alegría más grande que nuestras almas pueden darnos en
manifestaciones familiares y públicas, como son los actos solidarios,
villancicos e inauguraciones de nacimientos o belenes en las distintas casas de
culturas, asociaciones de vecinos y sociedades culturales de diferentes
índoles, distribuidas por los muchos barrios. Luces y guirnaldas
adornan lo insospechado en un rincón con encanto, atrayente y rico en arte.
Detrás de todo eso hay verdaderos maestros, artistas plásticos, y sacrificados
quijotes amantes de lo tradicional.
El barro, la
plastilina del alfarero, y el material
de reciclaje se convierten en formas
modeladas para dar movimientos a la ilusión didáctica de un instante de
imaginación en el contexto de una idea hecha realidad en el lejano lugar de
oriente, allá donde la Maravilla de Dios se hizo sinfonía de amor con la
sencillez de un establo. El Verbo se
hizo hombre para darnos un Santo
Misterio y reconocer la senda cristiana.
“Gloria a Dios en las
alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”. Es el mensaje
mesiánico que debe reinar en el corazón de una humanidad envuelta con tantos
problemas de violencia, pobreza, incomprensión, xenofobia, guerra…
innumerables en los cinco continentes.
Cuando pongamos al Niño
Jesús en su cuna, depositemos caridad y consuelo hacia los necesitados y
marginados sin razón, humildad y luz en el mensaje esperanzador y confortante
en todos los hogares. Mientras estaban allí, en Belén de Judea, se cumplía el
tiempo del parto y dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no hubo
sitio para ellos en la posada. Y, es que hoy os ha nacido en la ciudad de David
un Salvador, que es el Cristo, el Señor.
Es hora de reflexionar ante una sociedad sumergida en el
consumismo, aunque no se haya cicatrizado las heridas de la crisis. Los
comerciantes prevén, que el archipiélago será la segunda comunidad autónoma que
más gaste en la campaña navideña de este año. Los resultados, según encuestas
recientes, los isleños lo harán en una media de 330 euros por familia, teniendo
en cuenta que están formadas, generalmente, por cuatro miembros, unos 56 euros
por encima de la media nacional. En Canarias será en comida (297,8 euros),
situándonos, por persona, por encima de los 45 euros.
Para el 79% el desembolso más importante va a la compra de
los regalos, seguido por la cena de Nochebuena; el 75,3% comenta que va a la
cena de Fin de Año y un 53,6% supone que va para la compra de los juguetes de los
niños, lotería, fiesta de Nochevieja, decoración y vacaciones.
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