La antigua alhóndiga, pósito o casa panera de Santa Cruz de
La Palma, fue fundada, por el caballero flamenco Luis Van de Walle y van Praet
(1505-1587), apodado el Viejo, en 1560. Adquirida después por el Concejo de La
Palma en 1646 para tener su sede principal la Real Sociedad la Cosmológica, que
fue fundada en 1881 con el objetivo de propagar el conocimiento de las ciencias
naturales, por medio de las discusiones y el estudio práctico de las mismas.
¿A qué se debe su nombre? Al título de la obra titulada
Cosmos del naturalista, geógrafo y explorador berlinés Alexander von Humboldt
(1769-1859), publicada en Londres entre 1848 y 1858, inspirada en los avances
del positivismo y del entendimiento del hombre y la naturaleza. Ha sido dotado
de una polivalencia extraordinaria.
Es una institución centenaria, al igual que otras en la isla,
que en su seno se congregaron médicos, botánicos, maestros, licenciados,
abogados, periodistas, industriales e investigadores entre sus socios
fundadores, inquietos intelectuales del saber altruista, partícipes de propagar
la cultura y el pensamiento libre, sin cortapisas y adhesiones a corrientes de
caracteres influyentes venidas de países europeos o americanos, que pudiera
dañar el interés por el bien de la población civil y la buena disposición a
ofrecer a la ciudadanía palmense unas prestaciones con calidad y presteza
inigualable y que sirviera de ejemplo al resto del mundo, como así fue por los
elogios recibidos constantemente por escritos personales, Prensa y verbalmente.
No hay que ignorar las dificultades vividas a lo largo de la historia por
circunstancias económicas adversas a su subsistencia y ofrecimiento por la
dejadez y abandono, siempre temporal, de los más implicados en su
mantenimiento, llegando a ser desempeñado el servicio de limpieza, apertura del
local, vigilancia u otros enseres por los propios asociados, pero la fe y
constancia ha hecho florecer el existir y prestigio de un ente único reconocido
hoy por todos.
¿Qué tesoro patrimonial guarda en sus dependencias? Posee un
rico legado histórico heredado por donaciones u otros modos de vinculación
legal y rico en contenido. Los primeros fondos y colecciones procedían de
a) Aportaciones de los socios:
1.- Desde La Habana y Costa
Rica envíos de Valeriano Fernández Ferraz (1831-1925), filólogo, pedagogo y
profesor universitario, formando parte de la primera generación de ilustres de
la escuela o el movimiento krausista y considerado el primer organizador de la
enseñanza secundaria en el país costarricense, junto a sus hermanos Juan
(1849-1904) y Víctor (1876-1889).
2.-
Contribuciones resultantes isleña por las excavaciones de cuevas aborígenes.
b) Compras y
adquisiciones:
1.- Un gran número de libros documentados
efectuado por el Marqués de Guisla y Guishelín.
2.- Hechas por
próceres locales como Elías Santos Abreu (1856-1937) o Pedro María Poggio Álvarez
(1863-1929).
3.- Legado
religioso de los conventos suprimidos tras la desamortización del ministro
Mendizábal.
4.-
Conservación de escudos, blasones, fondos bibliográfico y archivístico, numismático,
fotográfico y hemerográfico al servicio desinteresado de la cultura en
Canarias, producto de su misión de rescate.
La fundación de
un Museo de Historia Natural y Etnográfico abre un nuevo capítulo para el
estudio del material científico de dicha disciplina, especialmente en lo que se
refiere a elementos de la Gea, Fauna, Flora y objetos pertenecientes a los
benahoaritas a través de labores arqueológicas. La apertura se hizo el 23 de enero de 1887, estando sus primeras
instalaciones en la calle de la Cuna número 14 (Díaz Pimienta) en unos locales
cedidos por la Real Sociedad Económica de Amigos del País, hasta que,
posteriormente, se trasladaron a la actual dependencia, planta alta del
inmueble, en Van de Walle con esquina a San Sebastián. Al acto inaugurar, junto
a la directiva vigente, asistieron los personajes más representativos de la
sociedad palmera, destacando entre ellos, por su notable trascendencia, Juan
Bautista Lorenzo Rodríguez (1841-1908), Antonio Rodríguez López (1836-1901) y
Elías Santos Abreu. A finales de la década de los 70 sus colecciones fueron
cedidas al Cabildo y se exponen en el
Museo Insular de La Palma y lo mismo se hizo con una vieja casona habilitada en
Baltasar Martín para fines concretos de desarrollo consultivo u otros en pro de
los consultores y curiosos por aumentar su saber.
Alberga, por
supuesto, en la vieja casa la Biblioteca Cervantes, fundada en 1905, en ocasión
del aniversario de la publicación de El Quijote, pero la solemnísima
inauguración oficial se hizo en 1909, aunque ya se mantenía su cometido, según
consta en su primer libro de actas con fecha del 12 de enero de 1892. El primer
director de la misma fue el poeta y dramaturgo Antonio Rodríguez López y cuenta
con una hemeroteca de más de veinticinco mil volúmenes.
El 3 de julio del
2010 se celebró su designación de Real, concedida por S.M. el Rey don Juan
Carlos I, 13 de febrero del referido año, a petición del Parlamento de
Canarias. Resaltados los méritos reconocidos como el mejor galardón, por las
diferentes autoridades asistentes al evento protocolario, el vigente dirigente,
Juan Luis Felipe de Paz (1955), desde el 2009, hizo uso de la palabra y exaltó
el compromiso contraído, dando las gracias por tal ocasión. Es una efímera
jornada con el signo simbólico conmemorativo y la nueva bandera ondeando en el
asta del balcón. Ha quedado grabado en la memoria colectiva, con el distintivo
singular, dicho acervo
Por
último, información facilitada por la edición del Diario de Avisos (da), decano
de la Prensa de Canarias, de un protocolo para salvaguardar el bagaje
patrimonial de la entidad y el Gobierno regional con la firma de un acuerdo
para restaurar, catalogar y digitalizar su fondo documental, que abarca desde
el siglo XVI.
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