EL RETABLO DEL SEÑOR DE LA PIEDRA FRÍA

Presentación

                              Asistí el miércoles, 26 de septiembre, a un gran evento. Algo entrañable en el arte, porque se recuperaba en todo su esplendor, y en la cultura se cuida un patrimonio social y religioso de incalculable valor. Se halla catalogado como mobiliario, ubicado en la cabecera de la capilla de la Epístola del templo parroquial de San Francisco de Asís de Santa Cruz de La Palma, habiendo sido iglesia del Real exconvento de la Inmaculada Concepción, perteneciente a la Orden franciscana.

                              Se trata de un retablo de una sola hornacina central flanqueado por un par de columnas de estípites y rematado por cartelas con la santa faz y ángeles pasionistas. Es anónimo y adjudicándose al siglo XVIII. En él se halla la imagen del Señor de La Piedra Fría, que sale el jueves, por la noche, de la Semana Santa y data de 1756, obteniendo Santiago Matías Rodríguez de León licencia, 18 de mayo de la referida fecha, para fabricar y obtener el patronato perpetuo para toda su familia y concesión de los derechos a tarima y sepulcro junto al mismo, del entonces obispo de Canarias fray Valentín de Morán y Menéndez (1694-1766).

Parte del retablo. Detalle

                  Con la observación pertinente lo encuadramos en el marco del estilo barroco tardío español con elementos rococó, sus directrices siguen unas peculiaridades de exceso de ornamentación, donde se mezclan cualidades imperantes con otras más arcaicas y elementos propios con reminiscencias platerescas y góticas. Es de madera policromada y dorada. Colocado en el centro de una pared lateral, frente a otra abierta con proyección al exterior y al lado de la capilla de la Inmaculada, con el fin de ampliar la visualidad de los fieles en la asistencia a los oficios sagrados. Sus medidas totales son de 650x300 centímetros, aproximadamente, y con un frontal de 113x260 de análogos términos.

                              Los estípites son originales y de minuciosa decoración. Las orlas combinan los acaracolados y los temas florales. Se le atribuye al tallista Marcelo Gómez Rodríguez de Carmona.

                              Anteriormente pertenecía a la antigua iglesia del hospital de Dolores, actualmente Teatro Chico, integrado con la venerada imagen.

Retablo restaurado

                              El 30 de noviembre del año en curso, los restauradores Nieves Luisa Cabrera Castro y Domingo José Cabrera Benítez hicieron un reconocimiento de la obra y comprobaron un estado de conservación regular con pérdidas en su conjunto como desgaste, roces, suciedad superficial, repintes, ataque de xilófagos…

                              Se descubrió que el soporte se hallaba realmente aceptable, sin afectar su estabilidad. La puerta de cristal se retiró por los daños ocasionados, colocada en la década de los noventa de la centuria pasada y no poseía ningún interés histórico y artístico.

                              Meticulosamente se procedió al retirado de piezas, que amenazaban desprenderse, y una vez puestas en su estado original se volvieron a colocar en el conjunto. En cuanto a las zonas de entablamento desaparecidas tales como molduras, partes de tallas en relieve… fueron reintegradas volumétricamente, garantizando su perdurabilidad.

                              Para terminar el trabajo mencionado se empleó pigmentos al agua, garantizando la inalterabilidad y perdurabilidad en condiciones normales de conservación. Sobra decir, que se siguieron los habituales criterios de diferenciación, estabilidad, reversibilidad y respeto al original.