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domingo, 26 de marzo de 2023

EL ESTUDIO DE LA PLATERÍA PALMERA

Las Angustias. Los Llanos
           Con seguridad y con toda certeza podemos afirmar que la orfebrería tuvo cabida en la memoria histórico-artística sobre la isla de La Palma, realizada por investigadores de gran prestigio, quienes citan las piezas más notables que se localizan en el tesoro de distintas iglesias, a lo largo y ancho de la geografía isleña palmera. El presente trabajo, ahora comentamos, es el resultado de una tarea intensa de investigación sobre historiografía del arte, concretamente de la platería canaria. En él nos proponemos analizar cuál es el estado en el que se encuentran, hasta el momento, las indagaciones en lo que a la platería canaria respecta, dentro del conjunto del ámbito del arte español. Para ello hemos llevado a cabo una minuciosa labor de recopilación sobre el tema en cuestión.

                              El investigador palmero Alberto José Fernández García (1922-1984), se ocupó de estudiar la orfebrería del Real Santuario mariano de Nuestra Señora la Virgen de Las Nieves, Patrona insular. En la labor hecha por el mismo autor, sobresale el epígrafe referente al suntuoso trono de plata de la citada imagen, espléndida obra que la devoción elevó a lo largo de tres siglos como ofrenda a su Reina y Señora.

Joya antigua. Ejemplo de pieza
   Cabe mencionar extraordinarias piezas como el baldaquino (1665-1683), iniciado por el palmero Pedro Leonardo de Escobar y Santa Cruz; el sol (1768), confeccionado en San Cristóbal de La Laguna; el sagrario, labrado en 1713; el frontal del altar mayor (1714), remitido desde Cuba; el juego de 6 faroles ochavados, de principios del XVIII, que flanquean a la efigie de María en sus paseos procesionales y las barandas (1757) que enmarcan el soberbio conjunto por la parte del Evangelio y de la Epístola.

                              De sumo interés para la historiografía de la platería canaria es el capítulo dedicado a la misma en el que estudia la parroquia matriz de El Salvador, Santa Cruz de La Palma, escrito por la desaparecida investigadora Gloria Rodríguez González (¿?-2000). En la obra esta autora nos da el resultado del pormenorizado análisis que llevó a cabo en la rica colección de platería que se conserva en aquella iglesia principal capitalina, aportando extraordinarias noticias en este campo de descubrimiento, no sólo para el ámbito artístico regional, sino, también, para el estudio de la orfebrería de todo el país.

Custodia. Corpus de Mazo
          Una de las creaciones más hermosas, dentro de las tipologías de la platería del archipiélago, son las andas de Corpus Christi, tanto por la original configuración arquitectónica que adoptan como por el rico programa decorativo del que hacen gala. De los ejemplares de mayor interés que se conocen y custodian en las islas se ocupó el historiador sueco Carl Hernmarck en su estudio sobre las custodias procesionales de España, típica creación de los talleres españoles de platería, sobre todo, durante la centuria del Quinientos, por excelencia, el gran siglo de las custodias procesionales.

                              Tenemos un ejemplo de trabajo manierista relacionado con la producción del andaluz Francisco de Alfaro y Oña (ca. 1548-1615), el perteneciente al templo de El Salvador (ca. 1650), de estilo Herrera, labrada por el palmero Francisco Leonardo de Escobar y Santa Cruz, tal y como refrenda el marcaje de la pieza.

Museo Camarín Virgen de Las Nieves
          Aportación de primera mano para el estudio de la orfebrería indiana en nuestro país es el trabajo ejecutado por la mencionada Gloria Rodríguez González del conjunto de elementos de procedencia americana, que se halla en los lugares sacros de La Palma, isla que, al igual que el resto de Canarias, cuenta con un maravilloso legado, entre los principales de la nación, junto con el conservado en Navarra.

                              Entre el contingente de mayor interés analizado se encuentran la cruz procesional (s. XVI) y el ostensorio peruano (ca. 1672) de la parroquia de Nuestra Señora de Montserrat, San Andrés y Sauces; la custodia (1666) y el frontal (1714) del Santuario mariano de Las Nieves, piezas labradas en La Habana; la homónima (1779) atribuida al caraqueño Francisco de Landaeta, perteneciente al recinto de El Salvador y el Guion Sacramental (1789) novohispano de la parroquia matriz de la Virgen de los Remedios, Los Llanos de Aridane, entre otras muchas creaciones.

     El historiador
Romería de la Bajada del trono mariano
Cirilo Velázquez Ramos
aporta algunas noticias documentales sobre la platería conservada en los edificios religiosos de villa de Mazo, en su completo estudio sobre la historia de esta población. Así, extrae algunos datos sobresalientes del Inventario de los bienes y alhajas (1680) de la parroquial de San Blas, el más antiguo que se conserva del referido templo, al que le siguieron varios otros fechados en los años 1706, 1718, 1725… Asimismo, el autor ofrece breves noticias referentes a algunas de las piezas pertenecientes a las ermitas de Santa Rosalía de Palermo, San Juan de Belmaco y Nuestra Señora de los Dolores, de Lodero, imagen de gran devoción en este municipio. En lo que, a las joyas de orfebrería, el investigador destaca el cáliz marcado en México a fines del Quinientos, conservado en la iglesia principal del pueblo de Mazo, obra que constituye una buena muestra de la influencia ejercida por la platería andaluza sobre los artífices novohispanos, así como la gran custodia de San Miguel del citado solar, espléndido ostensorio barroco utilizado en la solemnidad del Corpus, que procede del antiguo convento dominico de San Miguel de las Victorias, desamortizado, de Santa Cruz de La Palma.

Virgen de Lodero. Villa de Mazo
      Velázquez Ramos también ofrece noticias sobre dos plateros que aparecen documentados en el Archivo Parroquial de San Blas: Palmario de San Gil, que valoró en 1872, una lámpara y custodia antes de que fueran vendidas, junto a otras piezas, a la familia Sotomayor, y el maestro Salvador García Martínez, autor en 1859 del báculo y de la mitra de plata que luce el Patrón.

                              La referida investigadora palmera Gloria Rodríguez González contribuyó notablemente al estudio de la orfebrería isleña, fundamentalmente, de La Palma, con interesantes trabajos que se ocuparon de los aspectos artísticos y jurídicos en la isla, la presencia de cálices tardo-góticos de factura sevillana, en la ciudad capital y en la villa de Garafía, y sobre la vida y obra de los Viñoly, una importante dinastía de orfebres oriundos que laboraron durante el XVII y XIX.

Baldaquino mariano. Las Nieves
   A la renombrada investigadora, anteriormente reseñada, le debemos la realización de un excelente estudio que se ocupa de los ejemplos de platería cubana que se conservan. A continuación, se centra en las obras llegadas a la isla, que posee el más rico contenido de fuera de La Perla de las Antillas, destacando la notable variedad tipológica: cruces parroquiales, de altar, ciriales, custodias, pebeteros, varas de estandarte, palio y guion sacramental, lunas, coronas, frontal de altar, atributos iconográficos,… que podemos admirar en los principales templos isleños, como la parroquia matriz de El Salvador y el santuario mariano, Santa Cruz de  La Palma; Virgen de los Remedios, Los Llanos de Aridane; La Candelaria, Tijarafe o San José, Breña Baja, entre otros.

Corona de la Virgen. Museo Insular
       En la última parte de la relatada ejecución, la autora presta atención al desarrollo del arte de la platería en Cuba, desde comienzos del XVI, cuando el maestro Cristóbal de Rojas ejerció el cargo de fundidor y marcador de oro (1513). Gloria Rodríguez González, enumera las técnicas empleadas por los artífices en sus creaciones, destacando la filigrana y la plata calada, de las cuales son excelentes muestras el manifestador realizado por Antonio Pérez (1756) y el anónimo relicario de San Nicéforo (ca. 1680-1700), ambos conservados en la catedral habanera. El estudio concluye con algunas notas referentes a la estrecha relación existente entre las piezas cubanas con la platería novohispana, relación que ha llevado en varias ocasiones a formular atribuciones erróneas en lo que al origen de las obras concierne, ya que trabajos salidos de los talleres mexicanos, al haber sido adquiridos en la isla antillana, han sido considerados producto de los reputados obradores isleños.

                              Hemos de mencionar que el escrito de Rodríguez González es de gran utilidad para la investigación de la platería cubana y mexicana, tanto en la península como en el terreno insular, pues el estudio, ante la ausencia de documentación, sobresale la importancia que tiene la técnica empleada con las piezas, como la filigrana, a la hora de formular atribuciones sobre el origen de las mismas, haciendo posible la diferenciación entre las ejecuciones nativas y aquellas de Nueva España.

Objetos religiosos de culto. Arte
     De los objetos centroamericanos hechos en filigrana trató la doctora Sanz Serrano, catedrática Emérita de Historia del Arte de la universidad de Sevilla, gran conocedora del arte de la platería, comparando las obras que el archipiélago atesora con otras de la misma procedencia conservadas en diferentes regiones peninsulares, fundamentalmente en Andalucía y Navarra. Así, esta autora prestó atención a los delicados repertorios decorativos de piezas tan valiosas como la conocida cruz de altar del Santuario mariano, Virgen de Las Nieves, posiblemente hecha en Cuba y las custodias guardadas en el mencionado lugar sacro y en la parroquia matriz de El Salvador, seguramente, con toda certeza, vino de La Habana en 1671.

                              El cáliz de El Salvador hasta el momento es la única obra que de Antonio José de Santa Cruz y Zaldúa (1733-1793), que se ha dado a conocer en las islas, aunque se sabe que existen algunas otras en colecciones privadas.

Platería. Legado de arte 
             Por último, se destaca la gran proeza del investigador de identificar un amplio legado, que se relaciona en buena medida, en lo que a estructura y decoración se refiere, con otras de igual tipología salidas de los distintos talleres.

         Con el presente trabajo, que es el resultado de una labor investigadora sobre la platería canaria, que se han realizado y publicado, desde finales del XIX, tanto en las islas como en el resto de España y Europa, destacando las principales aportaciones de los mismos, a La Palma, en general, un gran esfuerzo e interés de difundir la cultura y el conocimiento de un patrimonio único e insustituible.

                              Terminamos, citando el trabajo elaborado por el Dr. Jesús Pérez Morera (1963), con motivo de la celebración de una magna exposición de Arte Sacro. En este estudio se hace una revisión general de buena parte de la platería canaria, al tiempo que se ofrecen interesantes aportaciones a la historiografía regional. El profesor Pérez Morera trata diversos aspectos como las importaciones europeas: Países Bajos, Alemania, Italia, Portugal, Inglaterra y Francia, con interesantes hallazgos, americanos, peninsulares, ocupándose también del marcaje de la plata y las diferentes tipologías que se crearon en los obradores de las islas, sobre todo, durante el periodo barroco y rococó, la época de máximo esplendor.

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