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domingo, 30 de noviembre de 2025

ARMONÍA


   Al fuego de la vida, una y mil veces,

le doy mi aliento, las horas transcurridas,

los días, las semanas, los meses

y los años, han sido un sueño

en nuestros brazos extendidos,

a ver la lluvia de otoño caer torrencialmente

por las planas praderas de mi verde valle.

   Apaga el calor que da la tierra,

libera la humedad del tiempo pasado,

con la pasión de nuestros corazones.

   No busco la soledad a sola guía de mis pasos,

ni la palabra que arrulla el destino

ni oro en el cauce del barranco ni en el mar distancias,

con las puntas de mis dedos cuento los latidos

de mi corazón acompasado sin parar.

   Juntos hicimos numerosas maravillas,

abrimos puertas y ventanas de par en par

de castillos de naipes caídos en la nieve

como mágicas y níveas alfombras voladoras,

cubriendo los paisajes de la isla flotando sobre el mar.

   Equilibrio me suscita volando las palomas de la paz,

Blancas y grises entre el azul oceánico y el altanero cielo,

un camino angosto y sin final inacabado, insospechado,

misterioso, serpenteantes meandros por las planicies

donde tu voz apenas llega como una brisa,

hileras de aves recorren espacios siderales vacíos

¿son esperanzas o deseos volátiles sin resolver?

   Pensamientos que se lleva el viento al amanecer

o al atardecer sin fronteras como palomas de papel.

domingo, 16 de noviembre de 2025

UN PROFESIONAL DE PRESTIGIO


                              Escribir sobre una persona de tanta importancia en el desarrollo de su vocación y responsabilidad en el bregar de la vida y conocimiento científico, un profesional de gran prestigio, como lo resaltamos en el biografiado palmero de cuna y convivencia, que abrió con sobresaliente decisión cosechando éxitos en grado superlativo. Sus padres fueron Germán Pérez de la Concepción y Juana Camacho Arceo. El joven canario se trasladó a la isla caribeña de Cuba a estudiar la carrera de Medicina, dándose a conocer con rasgos de grandeza, abriendo un amplio horizonte de prosperidad en el futuro proyectado desde el presente, impulsado por la inquietud de la juventud y de las ambiguas circunstancias en aquel país.

domingo, 2 de noviembre de 2025

UN TULIPÁN AMARILLO

A mis hijos y familia

    

   Tres años no son nada, ni veinte tampoco

vi aquellos tulipanes amarillos

que resplandecieron en mi memoria,

fue como un discurso,

brillando como estrellas en el cielo

oscuro e inmenso y… profundo

imaginando cosas y más cosas,

figuras humanas difuminadas en el espacio

sideral en carros de luces tirados por centauros

con alas abiertas hacia un mundo lleno de ilusiones

de bellas páginas como mariposas de colores,

quien nos iba a decir que aquí, en el centro

de la vida que tanto ambicionara

íbamos a tener por compañía

un tulipán amarillo.

   Creo que la lluvia es amiga por ternura y silencio,

porque la siento caer en mi frente eternamente

y resbalar por las mejillas hasta mis labios

con los que beso el tulipán amarillo.

   Sin asustar el canto de los pájaros,

sin desgarrar las hojas de los árboles

se vierte como tantas otras veces

la hemos visto caer ruidosamente, pero más pura.

   El otoño se acerca, poco a poco, callado a dos pasos

entre el verano y el invierno, caluroso y tenebroso,

las miradas se aglutinan detrás de la ventana

que miran al geométrico jardín hermoso,

que en medio de las rosas candorosas

se halla aquel celoso tulipán amarillo.

   Me balanceo con dulces pensamientos

que con las manos temblorosas lo recojo

y con los desnudos remos de mis brazos

lo abrazo a mi vida con aliento.

   La tierra mojada sin más huele

a hojarascas caídas y a troncos tumbados

en el suelo húmedo del tiempo pasado,

a soledad sin término, inacabada,

concebida en mi mente como un ramillete

de rosas blancas y rojas enamoradas

y en la cúspide ese tulipán amarillo.

   Yo no lo llamaría amor, lo dejo sin nombre

el tiempo y la memoria que de ti guardo

los momentos a sola que hemos pasado.

   Sería la primavera que con los ojos cerrados

los árboles iban creciendo sin mirar a los lados

infinitos de un polígono sin vértices y aristas,

que abraza al tulipán amarillo.

   Tras de los cristales la mirada acecha

en triste sol de otoño

te da la bienvenida, triste ofrenda,

cuerpos desnudos, atropellada melancolía,

flores marchitadas en suave agonía.

   ¿Ha sido todo un sueño? Vuelve la esperanza.

   Comunica el mensaje que se ha marchado

para siempre el añorado y deseado tulipán amarillo.