Ha fallecido la legendaria trapecista canaria, enamorada de
su tierra. Las islas se visten de luto por tal sensible pérdida en el mundo del
circo. Estuvo siempre ligada desde su nacimiento a ese ámbito excepcional en su
página del trapecio, que fue su casa, donde quiera que fuere. Afanada mujer que
se convirtió en un mito universal. Sin vértigo desafió las leyes de la
gravedad, dejando con la boca abierta a muchas generaciones, que sintieron
escalofríos con sus piruetas en las alturas, porque el espectáculo circense
corría por sus venas.
María Cristina del Pino Segura Gómez (1931-2017), conocida
por Pinito del Oro nos inyectó la ilusión de poder conocerla, que con su
serenidad y arriesgados ejercicios pronto llamaron la atención mundial.
El tiempo no perdona y así le sucedió a la grancanaria, que
supo conquistar con su memoria histórica los mejores éxitos, pero el recuerdo
queda para siempre, convirtiéndose en leyenda.
Después de su retirada definitiva, la reina indiscutible,
vivió con discreción rodeada de los suyos, con algún que otro reconocimiento de
vez en cuando y el orgullo de haber sentado cátedra. Nadie como ella antes y
seguramente nadie después de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario