Imagen de terracota de Nuestra Señora de Las Nieves. Santa Cruz de La Palma |
En varios puntos de Canarias se celebró la efeméride con
devoción incontenible y con fe desbordante, ya que la Virgen es universal y
está presente en todos los rincones del planeta, donde haya un cristiano o
alguien que la clame con un corazón contrito. En los rostros de miles de
peregrinos, venidos de distintos puntos de la geografía de la isla, calcinada
por las altas temperaturas y lava, a rendirle homenaje con actos religiosos,
llegados desde los 14 municipios.
Muchos honraron a su sagrada efigie, fieles a la cita de
cada año, ya que cada uno guarda sus motivos para asistir al reencuentro de la
Jornada Santa por tradición, pero todos coinciden en que tenían ‘muchas ganas’
de ir de romería el Día de Las Nieves.
Es en la actualidad la imagen más antigua y la segunda
advocación de Canarias, tras la Virgen de Candelaria, puesto que fue venerada
por los benahoritas, aborígenes palmeros. Se cree que, posiblemente, la talla
virginal pudo arribar en nuestro suelo, aún sin conquistar, o bien como restos
de un naufragio de algún barco o introducida por algunos misioneros
mallorquines o catalanes, que estuvieron por las islas. Era celosamente
custodiada en el sitio conocido como Morro de Las Nieves, junto al actual
Santuario.
Haciendo uso de la leyenda, que nos dice lo creíble o
fiable, según lo sugerido por otros, el rey aborigen Bentacayse fue acompañado
por las misiones cristianas, que intentaban evangelizar la isla, a donde sus
antepasados habían depositado la figura sacra por la que sentía digna
admiración. El dicho ilustre personaje le dio gracias a la Virgen-madre y
exclamó: ‘Tener Ife’, que en lengua guanche significa monte blanco, surgiendo
de esa raíz el nombre ‘Tenerife’ desde entonces, hasta ese momento denominada
Santa María de La Palma es invocada como Nuestra Señora la Virgen de Las
Nieves.
Templo de una sola nave cubierta de armadura de par y nudillo. Real Santuario |
El documento más antiguo que se conserva con el nombre de
‘Santa María de Las Nieves’ es del 23 de enero de 1507 y se trata de una data
del Adelantado Alonso Fernández de Lugo (1455-1525), donando a la Virgen los
solares en los que en 1517 consta estar ya edificado el primitivo templo,
ampliado en 1525 y sustituido por el actual en 1646. La estancia sagrada fue
elevada a parroquia como pila bautismal en 1657.
Hablando de la sagrada talla, principal tesoro del sagrado
recinto, diremos, que es una escultura modelada en terracota y policromada de
estilo románico tardío en transición, de 82 centímetros de altura, que se sitúa
cronológicamente a finales del XIV, sobrevestida con ricas telas y aderezada
con cuantiosas joyas a partir del XVI. Se trata, según se supone, de la efigie
mariana de mayor antigüedad del archipiélago, siguiéndole la de La Peña de
Fuerteventura, que data del XV. Está atribuida al imaginero Lorenzo Mercadante
de Bretaña (¿? 1480), que estuvo activo en Sevilla en la segunda mitad del XIV.
Su tesoro y joyero se estiman entre los más valiosos, abundantes, variados y en
continuo incremento debido a la fe, fervor y generosidad de los feligreses, que
constantemente la visitan.
La presencia de la Excelsa Patrona en la isla de forma de
corazón está rodeada de leyendas, hechos históricos, rogativas, fervor,
veneración… y un largo etcétera. La Bula del papa Martín V, fechada en Roma el
jueves, 20 de noviembre de 1423, hace mención a ‘Santa María de La Palma’ y su
llegada a la isla se asienta sobre las hipótesis de algunos cronistas, que se
refieren a viajes de frailes irlandeses, navegantes del Mediterráneo o
incursiones de marinos normandos asentados en las islas orientales (Gran
Canaria, Fuerteventura y Lanzarote) desde comienzos del XV.
Destaca un balcón bajo la espadeña y sobre una puerta de arco de medio punto |
En 1676 los habitantes isleños sufrían las consecuencias de
una pertinaz sequía, que asolaba las áridas tierras del campo agrario palmero,
situación que había traído el hambre, la desolación y la muerte a la capital y
resto de la isla.
Esta dramática penuria coincidió con la segunda visita y
estancia pastoral del obispo de Canarias, Bartolomé García Ximénez Rabadán
(1622-1690), que había prolongado su permanencia debido a la amenaza de los
piratas berberiscos, fue informado por los regidores y por los presbíteros
Melchor Brier y Juan Pinto de Guisla ‘de la especial devoción que hay en esta
isla con la Santa Imagen de Nuestra Señora de Las Nieves, Patrona de toda ella,
de cuyo patrocinio se vale en todas sus necesidades’, por lo que dispuso que se
trajese a la parroquia matriz de El Salvador de Santa Cruz de La Palma, cada 5
años, terminados en 0 y en 5, ‘para que, colocada ella, en trono decente’ se
celebrase la octava ‘con mayor solemnidad y asistencia del pueblo’ y, así,
comenzar el quinquenio, últimamente interrumpido por la pandemia del COVID-19,
en 1680.
Las salidas extraordinarias de su ámbito habitual han sido
por causas humanitarias y protocolarias, que han aumentado el prestigio dado a
estos actos de gran fervor popular. La Virgen de Las Nieves recorrió la isla en
peregrinación, visitando todas sus parroquias, saliendo el viernes, 16 de
octubre de 1964, con motivo de la construcción del Seminario Diocesano
Nivariense, siendo obispo Luis Franco Cascón (1903-1984). Fue la primera y única
vez que la efigie de ‘La Morenita Palmera’ estuvo en todos los pueblos,
uno a uno, durante un año. Comenzó el recorrido por Puntallana hasta el
viernes, 1 de enero de 1965, con su entrada triunfal en la capital, para subir
a su santa morada el miércoles, 6 del mismo mes y año.
La Madre de Dios y nuestra, bajo la advocación de Santa
María de Las Nieves, Patrona de la Isla del Señor Arcángel San Miguel de las
Victorias, capitán de las milicias celestiales, fue coronada canónicamente por
bula de SS. Pío XI, en el año lustral de 1930, el 22 de junio, en solemne
ceremonia, junto a la Rambla de Cuba (avenida El Puente), oficiada por el
cardenal Federico Tedeschini (1873-1959), nuncio de SS. En España y arzobispo
de Lepanto, que llegó a nuestro puerto a bordo del ‘liner’ Infanta Cristina.
Fue la segunda alegoría mariana de Canarias en ser homenajeada de dicha
condición con rango pontificio, es decir, por mandato expreso del papa de Roma,
tras la de Candelaria de Tenerife.
El patronazgo de Nuestra Señora sobre sus hijos fue
reconocido por el pontífice Pío XII, el 13 de noviembre de 1952. Además, el 11
de febrero de 2011, el virginal signo fue designado Regidora Perpetua de la
isla de La Palma, título honorífico equivalente a la de presidenta del Cabildo
Insular, siendo la única talla del archipiélago en poseer una denominación de
estas características, junto a la citada advocación de Candelaria. En su
onomástica de 2020, le fue otorgado el bastón de mando como Regidora Mayor
Perpetua de La Palma.
El altar está cubierto por una bóveda de cañón. Visión de su rico interior artístico |
Son numerosos los objetos de valor que posee el santuario,
como tallas flamencas, más de un millar de exvotos de diversa tipología en
acero, plata, oro, cera, óleos y fotográfico, abarcando desde el XVIII al XX,
imágenes y retablos barrocos en madera sobredorada y altar, trono en plata
repujada del XVII y XVIII y otras piezas de ornamentación y orfebrería tales
como joyas, lámparas votivas, enseres litúrgicos, vasos, etc. de todas las
épocas y estilos.
Es de una sola nave cubierta con armadura de par y nudillo.
El altar está cubierto por una bóveda de cañón, decorada a fines del XIX, obra
del pintor madrileño Ubaldo Bordanova Moreno (1866-1909). La portada lateral es
muy llamativa y hermosa, con un frontón roto y un escudo. En la fachada destaca
un balcón bajo la espadaña y sobre una puerta sencilla. Su interior es una
auténtica muestra de tesoros artísticos como el altar mayor (XVII) y hecho en
plata.
El Real Santuario Insular, que ostenta realeza desde que en
1649 fuera acogido por Felipe IV en su Real Patronato, fue visitado por Sus
Majestades los exreyes de España Juan Carlos I (1938) y Sofía de Grecia (1938),
el sábado, 15 de octubre de 1977, entregándosele en esta ocasión a S.M. la
reina el título, que había aceptado cuando era princesa de ‘Camarera de Honor
de la Santísima Virgen de Las Nieves’.
El 14 de enero de 2011 se acordó, por unanimidad, de todas
las fuerzas políticas, representadas en el Excelentísimo Ayuntamiento de Santa
Cruz de La Palma, la concesión de la Medalla de Oro de La Palma.
Se halla hermanado con la iglesia homónima de Taganana
(Tenerife).
Por último, recordamos el episodio de asentamiento de los
frailes dominicos, desistiendo una vez convencidos de sus no posibles
intenciones.
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