La capital es una ciudad abierta al mar y al socaire del risco de la Concepción |
Como la llaman invariablemente por toda la isla la ‘ciudad’,
así la describe la viajera irlandesa, residente en Londres (Inglaterra), Olivia
Mary Stone (1856-1898), durante su visita en 1883, acompañando a su esposo, el
fotógrafo londinense John Harris Stone, en su obra literaria ‘Tenerife y sus
seis satélites’, constituye uno de los referentes dentro de la literatura
histórica de viajes. Se encuentra sobre una ladera inclinada con sus casas
blancas, de azoteas, elevándose unas sobre otras, agrupadas al pie de las
montañas.
En los astilleros a nivel de playa surgió una industria
floreciente de competición y vanguardia, que en la carrera de Indias cosechó
grandes éxitos. Sus barcos construidos por fabricantes locales, carpinteros de
ribera y por armadores, surcaban los mares y unían puertos.
Esta cultura marítima de Santa Cruz de La Palma se traduce
en el establecimiento de verdaderas dinastías de maestres, fabricantes y
pilotos como las que ejemplifican las sagas de los Cano, Díaz Pimienta, Arozena
Lemos y Henríquez, Casas Lorenzo, Rodríguez González, Fernández y otros tantos
más, artífices de la ingeniería naval, que constituyeron auténticas familias de
constructores y navieros. Se trata de una transmisión marinera que con
altibajos llega a los albores del novecientos, con gran arraigo de la memoria
colectiva de los palmeros cuando la construcción de barcos de vela decayó a
favor por la competencia de los grandes vapores, que monopolizaron el comercio
y el tráfico nacional e internacional.
Calles y viejos caserones constituye su patrimonio, acervo social y cultural |
Al paso de los años, se ha configurado como uno de los
núcleos urbanos más bellos de Canarias. Atesora un notable pasado envuelto de
hitos, que trascienden las fronteras insulares y se introducen de lleno en la
historia general. Hoy, esta urbe atlántica exhibe un soberbio patrimonio
inmaterial, manifestado a través de un sugerente calendario festivo.
Fue fundada el 3 de mayo de 1493, onomástica de la Invención
de la Santa Cruz, de aquí deriva su nombre, por el conquistador y Adelantado
Alonso Fernández de Lugo (1455-1525). Posteriormente quedó, al igual que el
resto de la isla, a cargo del sobrino, Juan Fernández de Lugo Señorino (1470
¿?), que fue teniente de gobernador, desempeñando este cargo hasta la primera
década del XVI, periodo que constituye la génesis de la vida municipal de la
isla en la cual se van poniendo las bases de su organización político-administrativa
y en las que, desde los primeros momentos, se observa un fuerte
intervencionismo regio.
La primigenia villa se erigió sobre el sitio de Timibúcar,
emplazamiento adscrito a la jurisdicción prehispánica del Cantón de Tedote.
Acabado el proceso de conquista, los colonos españoles escogieron esta zona de
Benahoare por dos razones de vital importancia, primera, por la magnífica
ensenada oceánica y, segunda, por disponer de un caudal hídrico constante con
el que proveerse a través de los barrancos de Las Nieves, hacia el norte, y de
Los Dolores. El lugar del primitivo asiento castellano aún conserva elementos
de esta etapa como la Cueva de Carías, residencia de los jefes indígenas; sede
del Concejo de la isla y la ermita de La Encarnación, segundo templo levantado,
cuya advocación alude al nacimiento de la nueva población, puesta a partir de
entonces bajo los auspicios de la Corona de Castilla.
Con el nombre de Villa de Apurón sobre una playa situada en
una bahía, conocida como hoy, el rey Felipe II (1527-1598), le concedió el
Título de ‘Muy Noble y Leal’. En una data de 1508 aparece mencionada como Villa
de Santa Cruz, que a pesar de todo vuelve a estar reconocida como Villa de
Apurón en una sinodal del obispo de Canarias, Fernando Vázquez de Arce (c.
1444-c. 1522), efectuada entre 1514 y 1515. Probablemente, esta se deba a que
su nombre original era Apurón y, también, era conocida popularmente, desde el
principio, con el nombre de Santa Cruz, en razón del día en que fue fundada. La
otra denominación sería más bien de algún modismo popularizado y vulgar del
lenguaje coloquial del momento.
Es mencionada como villa de Santa Cruz. Antigua, tranquila, silenciosa y señorial |
Comenzó a construirse por los aledaños de la plaza de La
Alameda, conocido por el barrio de La Asomada, por donde Alonso Fernández
desembarcó con sus tropas y erigió el sitio idóneo para anexionar a la Corona
castellana, Cruz del Tercero, la fundación de la nueva urbe con la celebración
de la misa en acción de gracia, junto a la Enseña del Pendón de la conquista.
Al principio tuvo diseño lineal a lo largo de la costa,
siguiendo el modelo portugués con la norma y la época de ciudades de cara al
mar y precedida en su nombre por el símbolo cristiano de la Cruz, que simboliza
la cristianización del mundo pagano.
Los lucrativos negocios del azúcar provenientes de los
ingenios de Los Llanos de Aridane y de los de San Andrés y Sauces y el vino, en
especial malvasías, que favoreció su crecimiento, existiendo constancia de la
iglesia parroquial y pila bautismal de El Salvador, desde 1512.
Actualmente es una ciudad moderna con estupendas
instalaciones deportivas, culturales, sociales y, sobre todo, comunitarias o
vecinales en los diferentes barrios. Entre las comunicaciones de la parte nueva
y el Casco Histórico existe una coordinación sincronizada para poder llegar con
cualquier medio de locomoción o a pie con seguridad extrema y respetando el
patrimonio. El municipio posee una extensión de 43, 38 kilómetros cuadrados con
4,03 kilómetros de longitud de costa, desde la rotonda, Breña Alta, hasta el
cauce del barranco Seco, que comienza el municipio de Puntallana, haciendo
alarde de una altitud de 1800 metros, se pasa cerca de la Fuente Olén por la
carretera de montaña, que accede al complejo Astrofísico del Roque de los
Muchachos (2423 metros), villa de Garafía, a partir de Candelaria (Mirca).
Ha sido declarada como Bien de Interés Cultural (BIC) con la
categoría de Conjunto Histórico-Artístico y es el segundo municipio más
poblado, después de Los Llanos de Aridane. En su término territorial se
encuentra la Sede del Cabildo Insular y de otras instituciones locales e
insulares políticas, culturales y deportivas de importancia. En cuanto a lo
religioso nos corresponde la ubicación del Real Santuario de Nuestra Señora de
Las Nieves y, en su onomástica de 2020, le fue otorgado el bastón de mando como
Regidora Mayor Perpetua de La Palma. La patrona palmera ostenta el privilegio
de alcaldesa Honoraria y Perpetua de los 14 municipios, además, lo es del
municipio tinerfeño de Güimar.
Rica en bellos rincones absorbiendo la luz y el colorido de los típicos balcones |
De otro lado, contó con un frente amurallado conformado por
3 castillos y un sistema de reductos a lo largo de todo el litoral para
protegerse de los ataques navales. Fue necesario debido a la codicia de las
poderosas flotas enemigas, como la del francés François Le Clerc (1530-1563),
que asaltó y saqueó, en 1553, o la del almirante británico Francis Drake
(1540-1596), en 1585, que se logró rechazar por las milicias insulares.
Absorbió, con el transcurso de los años, múltiples
ascendencias externas influjos provenientes de Castilla, Aragón, Portugal,
Flandes, Italia, Francia o América que moldearon la naturaleza de sus
pobladores. Entrado el XVII, en el momento más brillante de la cultura barroca,
surgen unas maneras isleñas propias, plasmadas en su literatura como en sus
bellas artes, o en sus modos festivos.
Se señala el impulso de la educación, los avances en
asistencias sanitarias o en las iniciativas desplegadas en el medio agrícola,
industrial, cultural o la instalación del primer alumbrado eléctrico público,
en 1893, y el mayor tendido telefónico, en 1894, de Canarias.
En el terreno cultural, la proliferación de numerosas
cabeceras de diversas tendencias o el florecimiento de instituciones
científicas, económicas o secretas, cuyo más preclaro exponente es la Real
Sociedad La Cosmológica, fundada en 1881.
Marcado por unos enormes avances en el siglo XX ha influido en la vida humana |
Los principales barrios son:
-En el casco urbano, los de San Telmo, San Sebastián,
El Puente, Benahoare, El Pilar y Santiago, La Alameda y El Marquito.
-En la periferia, los de Calcinas, Velhoco, Las
Nieves, La Dehesa, La Encarnación, El Planto, El Carmen y Mirca.
Tiene el privilegio de contar con el primer ayuntamiento de
España elegido democráticamente. En 1773 se celebraron las primeras elecciones
libres, por sufragio popular, tras el pleito contra los regidores perpetuos
mantenido por el comerciante irlandés Dionisio O´Daly (ca. 1737-1796) y el
abogado de la villa de Garafía, pago de Juan Adalid, Anselmo Pérez de Brito
(1728-1772), quienes obtuvieron una resolución favorable de la Corona de
Castilla.
En sus 5 siglos de historia, 5 nítidos trazos han signado el discurrir de Santa Cruz de La Palma: ‘La conformación de una sociedad abierta y de intensos intercambios comerciales; la plasmación de una estética y unos gustos bien arraigados en las formas barrocas; el decanato de unas conductas democráticas de gobierno frente al resto de regiones pertenecientes al reino de España; el arrojo, el ingenio o la pericia para la puesta en práctica y discusión de cuantos adelantos o ideas se iban sucediendo y, por último, en fecha más reciente, la escenificación de un programa festivo único, de profunda riqueza y originalidad. Se abre ahora una nueva centuria. Dicho todo ello, lo que no cabe cuestionar es que el futuro será más fascinante que este añorado pasado.
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