Transportes Norte de La Palma |
El transporte de pasajeros en la isla de La Palma, hasta bien
entrados los años sesenta, estuvo servido por unas viejas guaguas de
propietarios privados con denominación propia, que fueron evolucionando
paulatinamente hasta transformarse en los actuales vehículos de líneas
regulares. Comentar los pormenores de ese entonces es volver a revivir los
muchos recuerdos cargados de anécdotas personales, familiares y de amigos en
cualquier punto de la geografía isleña. No cabe la menor duda, que es una etapa
de nuestra historia para llenar las vitrinas de los expectantes museos.
El comienzo se remonta a la década de los treinta con las
primitivas “jardineras”, cuya habitual estampa era única en el ámbito diario
por esas maltrechas carreteras, cubiertas de grava. Su techo consistía en una
lona con prolongaciones por los lados, que se bajaban cuando existiera alguna
inclemencia meteorológica adversa.
El vocablo nos llega importado de Cuba por los canarios,
emigrantes a ese lugar caribeño a principio del siglo XX, aunque es un término
lingüístico extendido por Suramérica o
América Latina de habla hispana.
Casa Ferraz. Puntallana |
Su construcción tuvo auge en tiempos de rememorar la
iniciativa de unos empresarios aventureros, consistentes en mejorar la comunicación
de personas y mercancías entre los pueblos. Hoy, sin lugar a duda, serían
incómodas e inadecuadas a las exigencias sociales y adelantos técnicos. El
confort no tiene ningún parangón con aquellos modestos medios motorizados, que
producían un traqueteo y ruido, haciendo imposible de sostener la calma del
diálogo en una amigable tertulia y se sufría con paciencia en los trayectos
hasta concurrir el itinerario deseado al destino concertado. Llegaba el chasis
y un motor e inmediatamente sobre él se construía de madera el futuro coche con
todos los detalles necesarios, que exigían el progreso como ejemplo el tapizado
de los asientos, entre otros tantos detalles, y que eran adquiridos por varios
socios por la imposibilidad de uno solo.
Transportes Sur. Avenida Marítima |
Habrá que reconocer los inconvenientes para llegar a Los
Sauces y a Los Llanos desde Santa Cruz de La Palma por tierra, ya que por el
norte no se logra hasta 1940 y otro tanto sucede por el sur. Es aquí cuando
empieza el verdadero capítulo de nuestras emblemáticas protagonistas, que
siguieron aumentando en número. En esa misma fecha la flota de la referida
primera ruta se componía de seis unidades, habiéndose fundado en 1933,
Transportes Norte de La Palma. La segunda por el fotógrafo Manuel Cabrera
Castro, que después de su fallecimiento, la gestionó con nombre propio su
esposa María Santos Pérez y posteriormente sus herederos. En 1975 se forma la
Sociedad Cooperativa Transportes Insular de La Palma con el único fin de
agruparlas y consolidar su presencia en mejorar la atención al cliente y
horarios prestados.
Bar Parada. Fuencaliente |
Estuvieron ubicadas en la Plaza del Mercado con situaciones
distintas debido al indicado traslado de su contenido comercial hasta 1950, que
se finalizó la avenida Marítima. La parada, de donde salían o regresaban de sus
viajes, a unas se le asignó el antiguo Parador Nacional de Turismo y a la otra
en la Cafetería Sputnik. Para el descanso de los pasajeros se interrumpía la
marcha por ambos lados en dos sitios acostumbrados: Casa Ferraz (La
Galga-Puntallana) y Bar Parada (Los Canarios-Fuencaliente).
Novedoso fue la incorporación de aquellos denominados
“micros” con una capacidad de diecisiete ocupantes, aproximadamente, que se
contrataban para excursiones familiares entre excursionistas domingueros.
Llegando al final de su existencia, sólo queda algún
ejemplar, siendo patrimonio y legado de un pasado lleno de actividad útil,
participante del bien común de una comunidad. Se utilizaron como biblioteca
itinerante con beneficio a la lectura y conocimiento literario universal.
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