Miguel Brito Rguez. |
Nacido en la capital de referencia, fue retratista de
profesión, recibiendo en 1900 la distinción de Fotógrafo de la Real Casa por
parte de la Reina María Cristina de Habsburgo-Lorena (1858-1929). Persona de
inquietudes culturales, aficionado a todas las novedades surgidas en su época y
dio a conocer en Canarias el fonógrafo
y la nueva invención, traída de Cuba, a beneficio de la Cruz Roja y, más tarde,
en las fiestas del Cristo de La Laguna.
Autorretrato del fotógrafo 1901 |
Se le conocía con afecto como Mediomillón. Desde muy joven se interesó por todos aquellos
artilugios mecánicos relacionados con el espectáculo de la imagen y sonido,
siendo testigo privilegiado de los avances tecnológicos. Sus primeros pasos
fueron los mismos que ya se daban en la investigación para captar y proyectar
figuras moviéndose, que mucho antes de la llegada del cine, el hombre intentó representar. La fascinación por descubrir
los secretos de la luz y la sombra, del espacio y el movimiento y cómo atrapar lo
vivido para representarlo en objetos reales, es la consecuencia de una
investigación científica y técnica de la evolución visual. En la época de Brito
supuso la culminación de los efectos auditivos y del color, y que él por su
larga longevidad lo disfrutó.
En esta ciudad capitalina de La Palma se inauguró en 1865 el
primer estudio fotográfico, cuando el aludido personaje contaba con 11 años de
edad, en los bajos de su domicilio familiar, calle de la Cuna, nº 6, estrecho y
sin patio a modo de las casas portuguesas. Aquel gabinete inigualable, aquella
reunión de personas retratadas de poses inmóviles y rostros severos que miraban
intensamente, anunciaron el surrealismo. Su propietario, Aurelio Carmona López
(1826-1901), junto a Santos María Pego, procedente de la península desde 1864,
que ejerció de director hasta la primavera de 1865, marchando definitivamente a
Tenerife, se hizo cargo del nuevo arte, que le daría la oportunidad de plasmar
de forma plástica a la sociedad palmera, deseosa de verse reflejada en el
cartón.
Sello conmemorativo. Edición |
La curiosidad excitante sobrepasa el uso exclusivo de lo
descripto en el apartado anterior como instrumento de trabajo, constituyéndose
en complemento de desarrollo para la cultura audiovisual. Invenciones como el cine, fotografía, fonógrafo, magnetófono y radio serán los soportes que toma y da. Es un siglo de progreso con
exigencia artística y filosófica, ofreciendo sus instrumentos tecnológicos.
La intuición, imaginación e individualismo lo acercan a un
discurso romántico. La necesidad de transformación social y la revolución de
las mentalidades por medio de una actividad creativa lo invierten a un
romántico irrevocable, puesto que es un prototipo del XIX, centuria donde se
vive abismado por el ensueño y los prodigios debido a las epidemias y la
muerte.
Bajada de la Virgen. Imagen 1895 |
La fortuna quiso que fuera testigo y partícipe de las
maravillas del progreso. Sus primeras proezas se hicieron con las luces, que
realizó en una fiesta de Naval. Quizás aquellas siluetas negras realizadas
artesanalmente despertaron, probablemente, el interés de todos los presentes y,
no cabe la menor duda, cuya autoría se le da a Juan Bautista Fierro Van de Walle
(1841-1930), que representan una procesión con virgen, músicos, clero, milicias
y fieles avanzando con rudimentario paso entre un castillo y una nave. Cuando
en 1895 proyecta con la linterna mágica
la óptica ha mejorado notablemente a nivel mundial, lo que le permite dar
sesiones en salones.
En 1897 con motivo de un festival benéfico de la aludida ONG
(Cruz Roja) estrenó el kinetoscopio.
Comercializado por Thomas Alva Edison (1847-1931) tres años antes. Este aparato
carecía de un problema esencial del foco luminoso, pero era lo más cercano a la
proyección cinematográfica, que obligaba a mirar por un visor.
Desde el XVI, cuando La Palma perfila su historia, se
atribuyó a los palmeros un talante abierto y emprendedor, ambicioso y
visionario que le marcó un carácter pionero en las islas con grandes logros
materiales y culturales.
Puntallana. Iglesia de San Juan |
“Embarqué en el Alfonso XII. Soplaban vientos guerreros. El
vapor iba lleno de soldados. Estaba previsto que haríamos escala en el puerto
de La Habana, para seguir la ruta de América del Norte, después. Allí
desembarcarían los militares. Cuando llegamos a la bahía cubana recibí una de
las impresiones más inolvidables de mi larga vida: Una nube de falúas y
lanchas, engalanadas y embanderadas, rodeó al Alfonso XII. La multitud gritaba
a voz en cuello: ¡Maceo ha muerto… viva España! Nos inundaron de regalos y,
aquella noche, La Habana relucía como un ascua. El espectáculo era maravilloso
y la alegría enorme. Las fiestas y los agasajos duraron hasta el día siguiente.
Y para que todo terminara aún mejor, no hizo falta que siguiera hasta los
Estados Unidos porque allí mismo en La
Habana pude comprar uno de los primeros kinetoscopios o cinematógrafos, que se
habían puesto a la venta. Con él regresé a Canarias.
Las primeras películas sólo medían veinticinco metros y
bastaba con dos tercios de minuto para proyectarlas por completo. El tema, más
o menos, se limitaba a describir la caída al agua de un pescador y ya está”.
Proyectaba en la azotea del Teatro Chico sobre la pared de
enfrente, que cubría con una sábana. Una vez, en medio de la proyección,
ocurrió una curiosa anécdota, que el film mudo subtitulaba: ¡Sálvese quien
pueda!, y en ese momento cayó tan fuerte lluvia, acompañada de descarga
eléctrica, que todos los asistentes corrieron a refugiarse.
Estudio fotográfico. Calle La Cuna |
En la azotea ideó un espacio acristalado que llamó “La
cabaña”. En la pared exterior pintó una cámara fotográfica encima de un trípode
y con letras grandes y legibles “Fotógrafos y Dibujantes”, donde ejercía
profesionalmente sus inquietudes en pro de la novedad y confort. El interior no
difería de los otros que en esa época se abrían en todas partes. Los telones
pintados servían para ilustrar la escena deseada como el jardín romántico, la
frondosidad barroca, jarrones y florones blancos, balaustradas simétricas,
fuentes o escaleras. La perspectiva resultaba esencial para crear un ambiente
estético y social. Los muebles fueron un accesorio más técnico que decorativo
como la silla tonet y caballos de cartón para niños, peanas de escayola,
pedestales imperio, respiraciones fingidas al corsé, abanicos y flores.
No quepa la menor duda que nos encontramos delante de un
cambio radical de ese mundillo, donde los profesionales se hicieron más
itinerantes y simpatizantes del mundo rural. La llegada de viajeros de
diferentes procedencias europeas y profesiones amantes de la fascinación al misterio
enriqueció la documentación histórica, que desde el XVI trajeron la mirada de
tan propicia ocasión a disfrutar del viaje y placer de la aventura.
Retrato de familia |
Su fondo está formado por 20.000 placas negativas de vidrio
con imágenes de su isla y de otras, constituyendo una aportación importante
para un más exacto conocimiento de nuestro pasado. Sumergidos en sus relatos
asistimos a escenas singulares y cotidianas, comunes y estremecedoras, seremos
testigos de situaciones y episodios que el tiempo y la distancia abolieron para
siempre. Sus obras son un salvoconducto a la precedencia a un viaje por el
espacio, viendo la furia estática de un huracán, ceremonial burgués, oficios y
afanes, sucesos y fiestas, giras campestres y mítines políticos, pudiendo dotar
de rostro a esos hombres y mujeres que nos antecedieron.
Campesinos palmeros 1900-1905 |
Hace 120 años, 19 de marzo de 1898, hizo su primera
proyección oficial en el que, posteriormente, sería el teatro Guimerá de Santa
Cruz de Tenerife. Entre lo proyectado estaban: “Los siete pasos de la pasión de
Jesús” y “Noche Toledana”. Se presentó hasta el 24 del mismo mes, aunque
anteriormente, 13 de febrero, se llevó a cabo en el salón de Variedades,
situado en los bajos del Círculo Mercantil, según recoge la prensa de entonces.
Todas las secciones se dividía en pases con distintas representaciones de
escenas animadas, serias y cómicas, obtenidas por la luz eléctrica y los
intermedios eran amenizados por un cuarteto.
Así contribuyó a la instalación de dicho evento en el hall
del recinto municipal y al novedoso invento de los hermanos galos. Fue
consagrado como el pionero en Canarias.
Lo mismo realizó con el fonógrafo en el casino El Porvenir en
San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) y en el transcurso de los festejos
locales de distintas localidades.
Fábrica de tabaco. Tazacorte 1900 |
Actuando como fotógrafo en 1906 acompañó al rey Alfonso XIII
(1886-1941) y a la Infanta María Teresa de Borbón y Habsburgo-Lorena
(1882-1912) con su esposo, Fernando María de Baviera y Borbón (1884-1958),
junto a varios ministros, mostrando dicha visita al archipiélago en piezas
sueltas y en dos álbumes.
El muy estimado polifacético en 2002 por iniciativa popular
fue distinguido por el ayuntamiento chicharrero con una calle a su nombre
“Cineasta Miguel Brito”, que está ubicada junto al colegio El Chapatal, Parque
La Granja, y desde esa fecha se está solicitando a la misma corporación
municipal la colocación de un recordatorio de la efemérides en el espacio
cultural de Ángel Guimerá.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
-1898 EL SIGLO DE LA IMAGEN 1998.
Loló Fernández. Servicio de Publicaciones de la Caja General de Ahorros de
Canarias. Nº 216. Colección-Investigación 50. 1998.
-FASTOS BIOGRÁFICOS DE LA
PALMA I. Jaime Pérez
García. Servicio de Publicaciones de la Caja General de Ahorros de Canarias. Nº
90. Historia 9. 1985.
-EL DÍA. Cine-La Guía. Miguel
Brito. Página 47. Lunes, 19 de marzo de 2018.
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