Se asienta en un bonito valle de medianías del sureste. En
su superficie de 30,82 kilómetros cuadrados, el 4,35% de la isla, su población
está esparcida, salpicado de palmeras y dragos, repartida en los barrios de
Botazo, Buenavista de Arriba y de Abajo, Las Ledas, El Llanito, Miranda, Breña,
La Cuesta y el casco urbano de San Pedro.
“Breña Alta dio otra alternativa a la agricultura palmera,
como nos la dijeron los expertos cualificados en la materia. En altos y medianías
criaban un tabaco de buena calidad o de ‘buena quema’ y bastante oloroso, es
decir, de singular ‘aroma’. Así añadía a su catálogo de frutales y granos, un
cultivo de grandes posibilidades con la denominación de origen como ‘Productos
de las Breñas’.
Las circunstancias por las que ha pasado la producción y
elaboración tabaquera en la isla no favorecieron las expectativas de los
agricultores con miras a un mercado más competitivo. Hoy, tras la
reorganización del sector y la apertura de nuevos mercados, pueden ver
recompensada su confianza.
Las explotaciones agrícolas son familiares, de tal modo que
pueden ser atendidas fácilmente por cualquier miembro de la familia.
ORIGEN DEL TABACO:
La planta es originaria de la zona del altiplano andino y se
extendió por todo el continente, alcanzando el Caribe entre 2500 y 3000 antes
de Cristo. Las poblaciones indígenas ya habían tenido contactos con el tabaco
antes de la llegada de Cristóbal Colón (c. 1451-1506) y lo usaban en una
relación más o menos intensa. En este sentido existen esculturas y pinturas
precolombinas que representan personajes en alguna acción vinculada con el
producto.
Diversos viajeros españoles relataron la costumbre de los
nativos americanos de fumar las hojas de tabaco y enrollarlas en las Antillas,
la Florida, México y Brasil, que utilizaban unos artilugios en forma de rollo
de hojas o tubos a manera de pipas. Los indígenas mexicanos le atribuían
propiedades medicinales y la usaban en sus ceremonias rituales.
Con la conquista europea, el tabaco empieza a perder
protagonismo y su sentido cultural y ritual, pasando a tener un uso más
cotidiano. Rodrigo de Jerez, junto a Luis de Torres, componentes de la primera
expedición de Colón, supusieron el primer contacto de los españoles con el
tabaco, cuando realizaban un reconocimiento de la isla caribeña de Cuba.
EL TABACO EN LA PALMA:
La historia del tabaco palmero comienza en el siglo XIX,
cuando muchos isleños se fueron a tierra cubana en busca de un mejor porvenir
para trabajar como ‘vegeros’, es decir, como trabajadores en las plantaciones
de tabaco y poder mantener desde la lejanía a sus familias, esposa e hijos,
padres y hermanos, en la cada vez más pobre ‘Isla Bonita’, pero lo que se
trajeron al volver a su patria chica resultó ser mucho más valioso que el
sueldo ganado en el exilio de las plantaciones: “las mejores semillas de tabaco
del mundo; el método de cultivo de la planta sensible; el arte de la
composición perfecta y mezcla de las hojas y el manejo virtuoso del cuchillo en
forma de media luna, ‘la chaveta’, con la que se corta la capa del puro”.
Con el retorno de los emigrantes, que se conmemora todos los
años en el ‘día de los Indianos’, se crearon en La Palma más y más manufacturas
de tabaco, que durante décadas tuvieron éxito hasta que el ‘moho azul’ lo
destruyó todo en 1967. Después, el cultivo del mismo sólo se recuperó
lentamente. Hoy, en día, existen algunas pequeñas plantaciones, algunos
‘chinchales’ y una fábrica de puros con pequeñas ‘tabaquerías’, siendo
artesanal, hecho a mano.
Citamos el museo del puro, abierto al público desde hace
décadas, y cuidadosamente diseñado, se sitúa en el Parque de Los Álamos de San
Pedro, transmitiendo todas las facetas de la historia del tabaco de una forma
impresionante mediante objetos expuestos y una presentación multimedia. Es
consecuencia de la fe inquebrantable de los palmeros, que veneran su tradición
tabaquera.
‘El puro palmero es un producto estrella único y
espectacular debido a las condiciones climáticas’.
La Compañía Insular de Tabaco de La Palma, fundada en 1917,
es la más antigua de Canarias en actividad. ‘Queremos construir una marca
palmera que sea reconocida a nivel internacional’. La cultura del tabaco sigue
viva a nivel insular.
En una monografía, titulada ‘Ensayo histórico-social sobre
Canarias y el tabaco y su relación con la Villa de Breña Alta’, editada en
2011, se recoge el ensayo realizado por el Dr. Alfredo Mederos Pérez
(1934-2017), natural de la villa, catedrático de Química Orgánica y profesor
emérito de la Universidad de San Fernando de La Laguna, entre otros cargos y
condecoraciones, que con la sensibilidad propia de una larga trayectoria vital,
enfoca la cuestión no solo desde la perspectiva histórica sino también social.
La Palma forma parte esencial de la mitología, la historia y
la leyenda del tabaco universal, desde los puros de Winston Churchill
(1874-1965), político británico que sigue siendo para sus compatriotas el líder
indiscutible que logró con los aliados ganar la Segunda Guerra Mundial, así
como un foco de inspiración en los momentos más duros del conflicto, hasta los
del exrey Juan Carlos de Borbón (1938).
RESUMEN HISTÓRICO:
En los tiempos prehispánicos estas tierras estaban
destinadas al pastoreo del ganado de los benahoaritas. Tras la conquista,
pasaron a ser territorios repartidos entre las familias castellanas de alto
poder económico. Los burgueses y nobles residentes en la capital se
construyeron grandes haciendas para veranear. Dedicaron grandes extensiones de
sus propiedades al cultivo de la viña, el cereal y los frutales. En el XVI, sus
vinos se consideraron los mejores de la isla.
Originariamente, figuraba junto a Breña Baja. Tras la
conquista, el Adelantado Alonso Fernández de Lugo (1455-1525), repartió tierras
en esta bella zona. Pronto se comienza la edificación de una ermita de la que
ya hay constancia en 1539 y sesenta años más tarde cuenta con jerarquía
parroquial, dedicada a San Pedro.
Hasta 1561 y debido a su proximidad a la capital insular, no
tuvo alcalde pedáneo, designado por el Cabildo ‘por los delitos que ya se
cometían allí’. Y en 1590, los vecinos de la Breña fundaron un ‘pósito’, con
cuyas creces se fabricó la correspondiente casa en 1618, edificio que, con el
paso del tiempo, albergaría las Casas Consistoriales.
En 1634 sobrevino la división de la jurisdicción de la
Breña, a petición de los vecinos de Breña Baja, el caudal del pósito se
repartió a partes iguales en ese momento.
La municipalidad la adquirió el pueblo de Breña Alta en 1812
y el título de Villa en 1900. Su linde marino lo logró pasado ya el medio
siglo, por una permuta con Santa Cruz de La Palma, que, a cambio, obtuvo un
lote de monte.
TRADICIÓN DE COMUNICACIÓN Y ARTESANAL:
Por Breña Alta pasaban los angostos ‘caminos reales’, que
unían la capital con la parte oeste o Banda a través de la Cumbre, que
discurrían por los húmedos lomos cubiertos por laurisilva y abundantes castaños,
brezos y fayas. El agua que alimentaba esta espesura vegetal se filtraba en el
subsuelo dejándose sentir en los lechos de los barrancos donde antaño abundaban
las fuentes. Una de las más renombradas es la de Aguasencio o Fuente Grande.
Hay que destacar una gran tradición artesanal en la
confección de utensilios domésticos como son seretas, balayos, sombreros,
cestos…
Es digno resaltar las Fiestas de la Santa Cruz, 3 de mayo,
que tienen lugar en las dos Breñas y parte de Mazo, donde son delicadamente
adornadas con valiosas joyas de finos metales y piedras preciosas, con flores
semejando a ninfas revoleteando alrededor de ellas. El coloquio y reencuentro con
conocidos y viejos amigos se hacen presente desde la noche de víspera hasta la
jornada de la onomástica. Su memoria se perpetúa en el ya referente Museo de
las Cruces en el Parque de los Álamos.
Popular es la Feria de Ganado de San Isidro Labrador, 15 de
mayo, ligada a la tradición agrícola y ganadera, con un especial sabor rural o
campestre a ser observador y cauto de festejar y pedir al santo protector de
las gentes del campo su amparo en las labores rústicas singulares de excelentes
cabezas de ganadería.
Para cerrar este apartado nos recreamos en el arco de verde
fayal, donde se coloca y se sostiene en él la guirnalda de frutas, señal de
fértil campo y abundantes mieses, para que, antes de entrar en su sacro templo,
la imagen del apóstol San Pedro, Patrono, pase majestuosamente con las ‘llaves
del reino’, 29 de junio.
VISITAS DE INTERÉS CULTURAL:
La iglesia parroquial de San Pedro ha sufrido importantes
transformaciones, que la han convertido en una de tres naves. En su interior se
conserva el arco toral de medio punto. Su fachada es muy interesante y
característica de La Palma.
La ermita mariana de la Concepción es antigua, del XVI, y
preside el risco del mismo nombre sobre la bahía de la ciudad portuaria,
capital insular, aunque se le ha practicado diferentes reformas.
La otra de Nuestra Señora del Socorro tiene una ubicación
distinta a la originaria, arrastrada por una tromba de agua, que data de 1695,
mientras que la nueva y actual es de 1706.
Trasladándonos al barrio de Miranda, podemos visitar el
pequeño solar dedicado al Arcángel San Miguel de autor anónimo, probablemente,
local. Es una capilla u oratorio, complemento de una hacienda privada, con
frente a un espacio y vía pública. La imagen posee la predisposición de victoria con la espada apoyada, atribuida a fray Marcos Gil, dominico de la orden de
predicadores, por muchos detalles comparados por otra igual en la iglesia de
Santo Domingo de Santa Cruz de La Palma.
Finalmente, las Casas Consistoriales son, también, de gran
interés.
ECONOMÍA:
Su orientación a los alisios y los tiempos del NE hace que
las zonas altas y medias sean húmedas. Los lomos se cubren por tanto de laurisilva
o fayal-brezal. Pese a ello, la proximidad al centro de consumo de la capital,
los ha sometido a una continuada explotación que ha traído consigo un
empobrecimiento de las especies.
No ha experimentado sensible descenso demográfico, lo
contrario, la razón estriba en que su centro urbano, San Pedro, se ha
convertido en barrio dormitorio de la capital insular. A Venezuela han emigrado
muchos de los habitantes de otros barrios.
La agricultura ha visto decrecer las superficies destinadas
a ella, especialmente las dedicadas a cereales y tabaco. También, la cabaña
ganadera ha disminuido.
En su zona de fácil acceso se han establecido con gran auge
comerciales alimentarias de orden canario e internacional en el ámbito
comercial, industrial, automovilístico, muebles y otros de distinta índole.
Actualmente, existe una gran fragmentación de la propiedad,
tras haber conservado durante muchos años el latifundismo de la burguesía de la
capital.
Su perímetro contiene
el Hospital General de La Palma, pulmón insular del servicio sanitario con unas
instalaciones modernas y acorde a las necesidades de salud, por el momento. Con
exposición de recursos adquiridos para el mejor desenvolvimiento cerramos con
buena disposición lo dicho.
ASPECTOS GEOGRÁFICOS:
Situado en el este de la isla, en una posición central, sus
límites dibujan una superficie triangular, cuyo linde occidental se halla en el
área de la Cumbre Nueva, en el municipio de El Paso. El barranco de Juan Mayor
sirve en buena parte del lindero con Santa Cruz de La Palma, mientras que, al
sur, con Breña Baja sigue el antiguo camino que conducía a Los Llanos de
Aridane.
El nombre del mismo hace referencia a una determinada
superficie, en la que domina el roquedo propio de las lavas recientes, en parte
cubierto por la vegetación, este tipo de paisaje corresponde a su zona sur.
Espacio que va desde las cumbres al mar, y por donde han corrido coladas
lávicas recientes, formando un edificio volcánico de peculiaridades
determinantes de haber abundantes cráteres, destacando la ‘Montaña de la Breña’.
En cambio, al norte se presentan una serie lomos paralelos,
con una densa cubierta de monteverde, y que descienden de la Cumbre Vieja,
sobre la costa, en parte destruido por la erosión marina, se encuentra el
hidrovolcán del Risco de la Concepción, que se abre al mar por un acantilado de
cerca de 200 metros de altura.
San Pedro, reúne la mayor concentración de habitantes. En
general, la población está muy repartida, mayormente ocupando la zona de
medianías.
Las características climáticas quedan determinadas por su
orientación, favorable a los alisios, lo que da lugar a que las zonas medias y
altas, sean húmedas. Ello se traduce a que todas estas áreas, donde no se han
instalado cultivos, aparezcan cubiertas de laurisilva o fayal-brezal.
VISITAS DE INTERÉS NATURAL:
Dentro del municipio aparece parte del llamado Parque
Natural de Cumbre Vieja y Teneguía, aunque paradójicamente en un sector de la
Cumbre Nueva. Es un área de densa vegetación de monteverde, en un paisaje
único, constituido por una serie de lomos, modelados por la erosión.
El Risco de la Concepción es un Paraje Natural, que
corresponde a un gran edificio producto de una actividad volcánica submarina.
Esta erupción en contacto con el agua dio lugar a una ‘caldereta’ eruptiva, así
conocida, de unos 355 metros de altura, de forma semicircular, y con un amplio
cráter. El levantamiento del bloque insular ha determinado que hoy se encuentre
fuera de las aguas. Desde su cima, existe un mirador que ofrece una excelente
perspectiva de la capital insular y el sector costero oriental de la isla.
En San Isidro, se encuentran los ‘dragos gemelos’, un par de
ejemplares de hermosas proporciones y siguiendo la carretera del mismo nombre
por la cumbre nos encontramos con un Área Recreativa, la Pared Vieja.
CULTURA POPULAR:
En el aspecto artesanal, destacan la confección de puros,
así como los trabajos de palma. La Fiesta de la Cruz, tiene especial
importancia, engalanándose con flores el santo madero, signo cristiano y de
significativa advocación atribuida a la fundación de la ciudad-capital, el 3 de
mayo.
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