UN VIEJO PROYECTO

Iconografía de Santa Águeda

                              Recordar un viejo proyecto, que se ha quedado en el olvido, me es grato hacerlo. Ignoro el porqué no se llevó a cabo para hermosear la fachada sur y principal de la Recova municipal de Santa Cruz de La Palma, frente a la Plaza del Mercado. La razón no era otra sin lugar a duda, que sirviera como efeméride de conmemorar la presencia de la Patrona de nuestra Noble y Leal ciudad, Santa Águeda (230-251).

                              En los extremos de la mencionada ubicación se encuentran dos huecos cóncavos en forma de hornacinas en donde hubo o no unas efigies de estilo clásico y por motivos desconocidos no lo están. La de la derecha está ocupada por una talla de San Cristóbal, muy a principio de la segunda mitad de la centuria pasada, Patrón de los conductores y, por lo tanto, de los taxistas. La misión del referido informe con perfil de proyección era completar de llenar la de la izquierda con la efigie de la santa italiana.

Boceto. Domingo Cabrera

                              Se tendría en cuenta el entorno de ocio, que ocupan los bares y sus respectivas terrazas, al mismo tiempo, el ambiente que ofrece el recinto comercial de abastecimiento público u otros, sin dar pie a obscenas interpretaciones vulgares, según su autor, Domingo José Cabrera Benítez, restaurador e imaginero, en cuidada y meticulosa documentación detallada, en el informe preliminar presentado para su aprobación en el estamento correspondiente del excmo. ayuntamiento.

                              La joven, virgen y mártir, natural de Catanea o Palermo (Sicilia-Italia), del siglo III, como cuenta la tradición cristiana, su festividad se celebra el 5 de febrero, y se considera una de las más populares de la antigüedad. Hija de nobles y ricos padres dedicó su juventud al servicio del Señor.

                              En cuanto a su iconografía podemos decir que los atributos son: Palma de martirio, cuerno de unicornio, pechos ya cortados en una bandeja o plato. Además, se la ha representado colgada cabeza abajo, con el verdugo armado de tenazas y retorciendo su seno. En otra ocasión sosteniendo ella en la mano el dicho instrumento de martirio y un ángel o por si misma portando sus partes corporales sobre un recipiente portátil.

Talla. H. de Dolores

                              A menudo se le escenifica como protectora contra el fuego, llevando una antorcha, bastón de llamas o una vela, símbolo del poder aludido, y en la curación de San Pedro.

                              Su patronazgo de abogada de las mieses lo ejerce en una bella imagen de origen sevillano, que se halla en el exconvento del mismo nombre de las madres clarisas, construido en el mismo sitio en donde existía una primitiva ermita consagrada a su advocación y que hoy es el Hospital de Dolores. Por circunstancias adversas a los bienes rurales y por falta de lluvia se recurrió a ella en rogativas votivas, que aumentaron al transcurso de los años venideros, trasladándola procesionalmente a la Parroquia Matriz de El Salvador en donde se celebraba un solemne novenario. El paso del tiempo fue corriendo una cortina al perderse la celebración de dichos cultos religiosos y que ahora nos menciona la historia en páginas escritas.