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| Siro Manuel. Acuarelista |
A las gentes notables y singulares que nos sirven de espejo y
ejemplo hay que recordarlas con el cariño merecido. Siro Manuel Lorenzo Salazar
(1926-2003) es un palmero universal de mar adentro, con talento indiscutible en
su faceta artística. Les aseguro que las escasas excepciones tuvieron buena
justificación y la de ahora mucho más. Soñador y arriesgado en plasmar con sus
pinceles de maestro un mundo distinto y maravilloso, contemplándolo con el
tacto de un auténtico enamorado, sumergido en el sublime placer de la
luminosidad de los colores y la viveza de sus paisajes. La belleza, colorido y
alegría superaron todos los avatares culturales. Conservado en su vitalidad y
proyección.
Supo conjugar la armonía con la luz de su terruño, constante
oda aprendida desde niño, pintando callejones
y plazas de su ciudad natal, que nunca olvidó a pesar de la distancia,
en pinceladas muy sueltas patentizando la presencia humana sin fracturar el
silencio de un entorno único, que resistía a la ausencia del pintor.
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| Acuarela. Detalle |
Amigo de una pléyade importante de personas de aquí y de allá
fue alentado a continuar en el arduo bregar de lo incomprensible. No me refiero
al cineasta sino al acuarelista. Al conocerlo, sin tener amistad con él, me
cautivó su presencia en los paseos por la Calle Real.
Sus obras palpitan lo virtuoso del detalle vegetal,
reflejando la claridad del día. Vibran temas transmitiendo sentimientos y
emociones, amor a lo inspirado, cromatismo mesurado…, ajustado a la realidad.
Transitó una senda en el arte muy poco común, convirtiendo sus creaciones en un
hito.
Las más puras esencias del alma canaria arrancaron del
natural la personalidad y el costumbrismo en contrapunto con los espacios
amplios en los que la aguada discurre inventando tonos y configurando gamas.
A toda su familia con afecto.
Gracias por un escrito tan amable. Soy sobrino de Siro Manuel y tengo un par de sus acuarelas que guardo con mucho cariño. Un cordial saludo
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