ANSELMO PÉREZ DE BRITO UN DEMÓCRATA

Iglesia de Santo Domingo de Guzmán. Santa Cruz de La Palma

                              Reconocer los méritos de una persona no es una tarea fácil, por la cantidad de inconvenientes de detractores y odiosos enemigos del bien. Los círculos sociales se convierten en barreras infranqueables para ser pantallas de acusaciones y a no permitir la libre decisión de los demás, de los que tienen ánimo y proporción para defender la libertad y beneficio de la causa pública.

                              Anselmo Pérez de Brito (1728-1772), era un fiel defensor de los derechos usurpados al pueblo palmero, por los que luchó ardientemente contra los regidores perpetuos, que se habían apoderado de manera vitalicia, heredados de padres a hijos, de la representación de los cargos jurídicos, gubernamentales y políticos del cabildo u otras esferas, haciendo que Santa Cruz de La Palma consiguiese el primer ayuntamiento democrático de España, siendo sus legítimos componentes municipales elegidos por sufragio universal.

Estatua en su villa natal

                              Nacido en el pago de Juan Adalid (Garafía), se trasladó a la capital en temprana edad, después de fallecida su madre, y acogido generosamente por una familia hacendada, quien le proporcionó una esmerada educación y primeros estudios en el real convento franciscano de la Inmaculada Concepción en aquellos años del segundo cuarto del siglo. Posteriormente, logró la licenciatura de leyes en la ciudad hispalense de Sevilla, en un periodo de seis meses. Antes de su ausencia estuvo trabajando como amanuense con los escribanos ejercientes. De regreso comenzó a ejercer su abogacía, adquiriendo la fama de ser uno de los mejores de su tiempo.

                            A reglón siguiente nos ocupamos del litigio que el síndico personero del Cabildo Insular, Dionisio O´Daly (¿?-1796), contrajo contra los regidores perpetuos y de la defensa de éstos, cuyos acontecimientos trajeron consternados a los habitantes de esta isla en el último tercio del XVIII.

Calle con su nombre. Garafía

                              Por real orden de 5 de mayo de 1766 se dispuso que, en los Consejos, hubiese dos disputados de abastos y un personero general, de nombramiento popular, además de los regidores perpetuos, y la instrucción de fecha 20 de junio del mismo año para la ejecución de dicha real orden mandó que se hiciese en las Casas Consistoriales y que juntándose allí el pueblo nombrara de entre los vecinos asistentes 24 electores, los que habían de hacer después la designación de las personas que habían de desempeñar estos cargos. El 27 de julio del repetido año, se hizo la primera elección y salieron electos para diputados los señores Pérez de Brito y Santiago Auvert, y para síndico personero Juan Jacinto de Silva, administrador de la renta del tabaco.

                              Estos cargos tenían que renovarse anualmente, por enero, y así se cambiaron el 11 de dicho mes del año siguiente, saliendo diputados Mariano Martínez y Domingo Alvertos y personero O´Daly.

Plaza Pérez de Brito. Núcleo

                              El expresado síndico desde que tomó posesión de su destino trató de que se normalizase la administración pidiendo cuentas y documentos para realizar cargos a los regidores por malversación de caudales e informalidades cometidas, así por la falta del arca de tres llaves que estaba mandado hubiese en el ente insular. Entonces, los aludidos comprendieron que iban a habérselas con un enemigo recto e instruido, y trataron de deshacerse de él, impugnando la nulidad de su cometido por ser irlandés

                              Alegando cuantas mentiras pudieron hacer en contra, que por ser mercader, extranjero, que hace tres años y medio se casó en esta tierra, viéndose en que, sobornados los electores, que fueron de su misma profesión, sastre portugués y otros de iguales obligaciones…, tuvo que soportar la injusticia de persecución y huida en un buque de su propiedad, furtivamente, el 13 de junio de 1768, de noche y sin que nadie lo supiese, excepto sus amigos, con dirección a Gibraltar, habiendo elegido este puerto por el peligro que corría si se presentaba en uno español sin patente de sanidad y otros requisitos exigidos.

Calle Pérez de Brito. S/C Palma

                              Poco a poco, según lo exigía los meses transcurridos, se fue resolviendo satisfactoriamente su regreso a Canarias. A partir de ahora se sucedieron para ambos personajes, Anselmo y Dionisio, un sinfín de calamitosas circunstancias, que desembocaron en numerosos encarcelamientos en las celdas de la Torre de San Miguel del Puerto.

                              La intervención del prestigioso abogado produjo la resolución del mencionado pleito, a favor de los perjudicados, y restitución de un órgano de gobierno elegido democráticamente por el pueblo con plenas facultades de libertad y derechos, reconocidos a la luz de la verdad y justicia.

Biblioteca local. Santo Domingo

                              Ambos, ilustres defensores, murieron en esta ciudad, Pérez de Brito lo hizo en el centro penitenciario y se halla enterrado en la capilla de Nuestra Señora del Rosario, iglesia de Santo Domingo de Guzmán, perteneciente al que fue cenobio de San Miguel de las Victorias de la orden dominica. Marcan un antes y un después en el devenir palmero. El callejero los honra con la denominación de dos principales calles y un colegio de educación infantil y primaria.

                              Para finalizar este trabajo, nos hacemos eco de los titulares aparecidos en la Prensa provincial, que son dignos de mencionar por su expresión significativa: “A escasos días de las elecciones municipales, insulares, autonómicas y europeas se cumplen 247 años de la muerte del abogado precursor de la democracia palmera. Otro aniversario, sin ruido, del fallecimiento de Pérez de Brito” (da).

                              “Pérez de Brito, cerebro del sufragio democrático. El abogado, que se murió tal día como hoy de 1772, fue una figura determinante para acabar con los gobiernos de los regidores perpetuos y lograr con ello las primeras elecciones democráticas de España” (EL DÍA).

Colegio público. Capital de la isla

                              Un paladín de libertades que se atrevió a enfrentarse a aquella situación de privilegio del estamento noble en el Cabildo y conseguir que el pueblo llano tomara conciencia de su derecho para regir su destino. Haber logrado que el Consejo de Castilla, por resolución de 3 de diciembre de 1771, aboliera el gobierno de los regidores perpetuos, destituyéndolos, y disponer que en lo sucesivo fueran elegidos con carácter bienal, por sufragio, no alcanzó a ver realizada su obra renovadora porque murió el 14 de mayo de 1772 y la elección de los miembros del Consejo Capitular se produjo al año siguiente” (EL DÍA).

                              “La concejal de Cultura del Consistorio capitalino, difundía ayer un comunicado para recordar la figura de Anselmo Pérez de Brito. Un recuerdo del que dan fe, sin actos conmemorativos, una deteriorada estatua frente al ayuntamiento de Garafía, donde nació el 21 de abril de 1728, una de las calles de Santa Cruz de La Palma, así como el colegio público de Infantil y Primaria del mismo nombre en la capital. Fue Pérez de Brito el letrado que llevó adelante esta causa, lo que le valió las iras de los capitulares por su actuación, y consiguieron que se incoara en su contra un proceso por sedición con posteriores ingresos en prisión el 9 de marzo de 1770 por orden del alcalde mayor, revocado después por la Audiencia” (da).

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

     FASTOS BIOGRÁFICOS DE LA PALMA. Jaime Pérez García. Servicio de Publicaciones de la Caja General de Ahorros de Canarias. Santa Cruz de La Palma. Tomo II. Nº 142. 1990.

     NOTICIAS PARA LA HISTORIA DE LA PALMA. Juan Bautista Lorenzo Rodríguez. Cabildo Insular de La Palma. Tomo I (3ª Edición). 2010.

     EL DÍA. Martes, 14 de mayo de 2019-p 29.

     DIARIO DE AVISOS (da). Miércoles, 15 de mayo de 2019-p 42.