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domingo, 14 de septiembre de 2014

LAS ACADEMIAS DE ENSEÑANZA LIBRE

Archivo (1)
                              La importancia de las academias fue enorme en una época en que gracias a ellas muchos jóvenes en el medio rural de La Palma, que no vivían cerca de centros oficiales, pudieron hacer el bachillerato y carreras universitarias. Tuve la experiencia de pertenecer a una, me refiero a la Pérez Galdós de Santa Cruz de La Palma. Me encuentro privilegiado por no tener tantos problemas, que tuvieron cientos de  personas para conseguir un mejor porvenir.
                              Precisamente, el 22 de agosto, se celebró un merecido homenaje a la de la Villa y Puerto de Tazacorte, con un bagaje histórico sensacional. Reconocimiento otorgado a la labor desarrollada por los maestros de escuela y otros docentes implicados de ese entonces, siendo meritoria en dicho municipio en pro de la cultura, y de muchos lugares del suelo insular. Nos referimos a un tiempo de muchas dificultades económicas y políticas y de la narración de nuestro pasado más cercano y de gran trascendencia en la que la enseñanza colegiada y libre tuvo un desenvolvimiento tardío e inferior al general del país.     
Archivo propio (2)
                              Me afectó el plan de 1953 en cuanto la citada Ley de Ordenación de la Enseñanza Media, promulgada por el ministro Joaquín Ruiz Jiménez, dio un cambio menos humanístico y más científico a este nivel o Bachiller. Constaba de una parte elemental, cuatro años, y otra superior de dos, ambas con su correspondiente reválida, que habilitaban la obtención de carreras de grado medio y de escuelas, títulos universitarios… englobados en lo más alto del escalafón profesional. La entrada a la Universidad se adquiría con la realización y prueba del Preuniversitario.
                              Desde la preparatoria hasta el tercer curso, tercera y última etapa, hasta que cerró el centro y pasé al Instituto, 1959, cursé estudios en el reseñado colegio, donde se disfrutaba de un excelente ambiente y un garantizado control de notas y de asistencia diaria, ya que los profesores mostraban su interés por prestigiar lo dado. No recuerdo cuál pudo ser el horario de clases, pero sí la distribución, siendo por la mañana la preparación controlada y, por la tarde, la impartición de las distintas asignaturas.
                              Múltiples razones pudieron haber motivado el declive y clausura de la misma. Fue adquirida y gestionada por un grupo de licenciados no funcionarios, que pasaron a engrosar la lista en el homólogo estatal de la calle Real (O´Daly), llegando a ser incompatible con el ejercicio simultáneo.
Archivo propio (3)
                              Las conclusiones me han servido para reflexionar, que su creación fue un acierto. La presencia humana fue la base fundamental de la convivencia en un objetivo común en la formación del individuo, en sus dos vertientes inseparables, la educación y el aprendizaje. Me despertó el deseo de saber y el esfuerzo de asimilarlo, que, aún, pervive con afán de lucha. El futuro será la cosecha de la siembra, hecha en el pasado.
                               Pensando en aportar una pequeña porción de mis recuerdos en una inmensa memoria, que fue fructífera y elogiada en los términos más eruditos posibles, guardando gratos retazos de aquel grupo de entrañables forjadores en clases sociales, competentes y transmisoras de valores.

(1) Primera ubicación de la Academia Pérez Galdós en Santa Cruz de La Palma. Calle Baltasar Martín, esquina a Plaza de San Francisco.
(2) Segunda y última ubicación. Calle Pedro Poggio, nº 10.
(3) Trasera del inmueble referido anteriormente. 

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