LOS MOLINOS DE BELLIDO: Una isla como La Palma
no puede permitirse el no poner en valor ni uno de sus innumerables recursos
turísticos y medioambientales, y mucho menos su capital, una ciudad con una
solera contrastada que paulatinamente viene perdiendo protagonismo y población.
Ahí están mostrando sus siluetas hacia los cuatro puntos cardinales, siendo
protagonistas patrimoniales y únicos de un pasado fructífero a lo largo y ancho
de la historia, desde los primeros momentos de la conquista, con una población
deficitaria y necesitada de medios para mirar desde el presente un futuro
prometedor a la economía y bienestar social, en expansión.