Llega el verano y las altas temperaturas que sufrimos cada
año son un constante recordatorio de la realidad que nos golpea en toda la
cara. El sol, cada vez más intenso, parece derretir el asfalto de las calles,
en una especie de rencor, mientras nosotros buscamos maneras de mantenernos
frescos para sobrevivir a las cada vez frecuentes olas de calor.