Son muchos los años en los que se manifiesta el interés de
perpetuar la costumbre de los alumnos palmeros, sobre todo en los institutos de
enseñanza secundaria y bachiller, de no asistir a clase y quedarse en casa, prefiriendo
pasarlo junto a su familia, el día 10 de noviembre, víspera de San Martín. La
historia nos hace un buen relato, partiendo de la propia experiencia personal,
cuando se protagonizaban por generaciones, que nos precedieron.