El legado de la
dignidad a los cabreros, que tuvieron un merecido protagonismo en la historia
de Santa Cruz de La Palma, no se puede olvidar fácilmente por aquellos que
vieron el esplendor, entre ellos yo, de los mismos hasta bien entrada la década
de los años cincuenta. Marcaron gran parte de un acervo cultural patrimonial,
llevando inexorablemente ligado el sello del trabajo y la superación, cimentado
en una dura batalla contra las numerosas penurias de la época.