El “jurar las pipas” de vino nuevo es una tradición única y
generalizada en las Canarias con arraigo y ánimo de fiesta, que coincide con la
apertura de las bodegas. Todos los años atrae la atención de miles de foráneos
y de propios a la celebración de un evento, que conlleva la virtud de
renovación en las cosechas como producción anual del agricultor.