Ha fallecido la legendaria trapecista canaria, enamorada de
su tierra. Las islas se visten de luto por tal sensible pérdida en el mundo del
circo. Estuvo siempre ligada desde su nacimiento a ese ámbito excepcional en su
página del trapecio, que fue su casa, donde quiera que fuere. Afanada mujer que
se convirtió en un mito universal. Sin vértigo desafió las leyes de la
gravedad, dejando con la boca abierta a muchas generaciones, que sintieron
escalofríos con sus piruetas en las alturas, porque el espectáculo circense
corría por sus venas.