No quisiera ser pesimista, sino sentir la satisfacción de que
el próximo año será normal. El que termina ha sido atípico en muchos aspectos
sociales, económicos, políticos, empresariales… Al principio de él apuntaba que
no sería nada bien terminar en 13 por los supersticiosos. Aún, queda muchísimos
asuntos, que resolver en este que se nos avecina. Las Naciones Unidas lo han
declarado como Año Internacional de la Agricultura Familiar y de la
Cristalografía.