Siempre me ha apasionado esa estructura fonolítica de la
Caldera de Taburiente en el municipio sureño de El Paso, fue declarada
Monumento Natural de Espacios Naturales de Canarias. Testimonio de un pasado
histórico para hacer realidad nuestra raíz de canario. Los auaritas, aborígenes
de la isla de La Palma, veneraban a dicho roque, considerándolo sustentador del
cielo, creyendo que si se derrumbaba traería consigo grandes desgracias, malos
augurios, transformadas en causas catastróficas de un calibre incalculable para
la agricultura, ganado y a todos los habitantes isleños, que condicionaban lo
social, cultural y religioso del poblador palmero. Por ello realizaban ofrendas
con animales, mientras surgía de sus labios y cuerpos cantos y danzas
ceremoniales.