Un gran regalo
para abrir fronteras y reconocer los valores sin discriminación de sexo. La
igualdad de la mujer con el hombre, el ímpetu por su participación en la
sociedad y en su desarrollo íntegro como persona es un reto a nivel mundial sin
discusión alguna. Su celebración el 8 de marzo constituye un punto de partida
para alcanzar el total consentimiento a la no violencia y marginación.