Comentar con el máximo conocimiento y respeto sobre algo tan
esencial en el corazón de un pueblo no me corresponde, sino a los mismos
vecinos, artífices y mantenedores del evento. Representa una de las tradiciones
culturales e históricas, más antigua del municipio, cuando se aprueba como
conjunto y se convierte en propiedad de todos. Es un patrimonio centenario, que
han sabido preservar con la colaboración y relevo generacional como pieza
fundamental de la permanencia de esta tradición.