La fortuna de
conocer a ese buque escuela de la Armada
Española (1922-1982), me supone una dicha recrear con satisfacción una pequeña
parte de mi vida. Traigo a la memoria una infancia en torno al puerto capitalino
de incesante faenar. No cabe la menor duda hacemos referencia a la mitad del
siglo pasado, cuando la penuria económica saboreaba un auge social de cierto
nivel.