En este año de la fe, que estamos celebrando, nos centramos
en algo muy importante en las fiestas de Septiembre, conmemorar el nombre de
María como núcleo principal de la cristiandad por todo el mundo. “Y ¡dichosa
tú, que has creído! Porque lo que te han dicho de parte del Señor se cumplirá.
María dijo entonces: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi
espíritu en Dios mi Salvador, porque se ha fijado en su humilde esclava. Pues,
mira, desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha
hecho tanto por mí: él es santo y su misericordia llega a sus fieles generación
tras generación” (Lc 1, 45-50).