fecha

 

domingo, 3 de enero de 2016

EN MEMORIA DE RICARDO ACIRÓN

                              No voy a contar grandes cosas de quien fue una persona sencilla  y coherente con sus ideas, con su trabajo, y amante de ayudar a los noveles en el periodismo, para que tuvieran un modo operante de dar a conocer sus inquietudes. No lo conocía, pero sí me publicaba mis modestos trabajos en EL DÍA, JORNADA y en la OPINIÓN de Tenerife, después de visitarlo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna (Tenerife) en la popular Pirámide, me concedió la oportunidad de tener una columna dominical titulada EL CORREILLO, girando su contenido sobre La Palma, durante algunos años. Fue todo un maestro con vocación de servicio.