Parece imposible, ¿qué no concibamos un mundo sin violencia,
guerras ni muertes inútiles? ¿Qué, tampoco, podamos erradicar de un plumazo
esta lacra de asesinatos? La asimetría social en las relaciones entre mujeres y
hombres favorece la violencia de género. Es necesario abordar la verdadera
causa del problema.