El binomio que le
da título al presente trabajo se complementa con ese otro referente a la
emigración de los isleños, nuestros antepasados, a la isla caribeña de Cuba y
con la salud, que muchos de ellos deseaban recuperar en las aguas termales de
la Fuente Santa de Fuencaliente. Nuestros abuelos, padres, hermanos, tíos,
etcétera con peculiaridades adversas a su estado físico, deteriorado por el
tiempo transcurrido en calamitosas situaciones, anhelaban y pensaban compartir
con su regreso al terruño.