Es todo un ejemplo
de fervor y tradición el acontecimiento que dio origen al nombre de la
Isla. El municipio de Tazacorte, que se
constituyó independiente como tal en 1925, siendo el penúltimo más joven de
Canarias, aunque solicitado desde 1898, lleva consigo el blasón de la conquista
y la elección de la primera construcción religiosa en honor del Arcángel San
Miguel, llegando a ser parroquia en 1922. Merece ser visitado y contemplar las
bellas mansiones que, aún, se conservan con un pasado memorable en los archivos
históricos del mismo. Conjuntamente con otras edificaciones han afrontado el
paso del tiempo con características de la arquitectura insular. En la villa se
conjuga lo antiguo con lo contemporáneo, el progreso con la modernidad, el
pasado insustituible con el presente lleno de encanto y solemnidad… abriendo la
ventana al mar, que le trajo desconocidos flujos de civilización con nuevo
horizonte de economía y bienestar colectivo y familiar. En él se extiende un
único camino como si fueran los brazos abiertos del lugareño, que por un
extremo te reciben con el carisma natural del terruño y por el otro te despide
con el afán vanguardista de mejorar las comunicaciones con los demás.