fecha

 

domingo, 18 de julio de 2021

SANTA CRUZ DE LA PALMA: RINCONES CON NOMBRE (I)

                              PLAZA DEL TANQUITO: Perfecto conocedor del devenir histórico del barrio de San Telmo, del quehacer de sus rincones y de la idiosincrasia de sus gentes, me hago acreedor, una vez más, en una nueva aventura de investigación y divulgación de la plaza del Tanquito. Es este un proyecto necesario que está llamado a ser referencia para cuantos quieran profundizar en el pasado de nuestro municipio, de sus fiestas populares y de sus tradiciones.

                              Me hallo enamorado de mi tierra y eso es algo que queda patente en el cuidado y esmero con el que abordo cada una de mis publicaciones. Me baso de mi propia experiencia y conocimiento infatigables en archivos, lecturas u otros medios recibidos por transmisión verbal, sazonados con el aliño de conocer a la perfección lo que quiero, con una especial sensibilidad, para plasmarlo.

                              En primer plano manifiesto mi concisión y la capacidad para transportarnos a una época distinta, donde la vida pudo ser más sencilla, pero quizá también más auténtica. Sin duda, contribuye a esta recreación de un tiempo pretérito el amplio despliegue fotográfico, esas imágenes de color sepia que creíamos perdidas, pero que de algún modo forman parte de nuestra memoria colectiva.

                              Resulta revelador comprobar que hace ya más de un siglo este lugar constituía uno de los sitios de descanso y de ocio de muchachadas, que encontraban diversas maneras de disfrutar jugando a la pelota, hecha con papel y amarrada con hilo de bala o cuerda de esparto, un espacio privilegiado de esparcimiento, además, de una fuente de inspiración para creadores y artistas. Hoy en día, sigue conservando todo su atractivo, pero es probable que este trabajo nos ayude a redescubrirlo con otros ojos.

                              En estos tiempos de pandemia, en el que parece que estamos obligados a repasar nuestra relación con los demás, resulta más pertinente mantener vivo el recuerdo de quienes nos precedieron, de quienes nos legaron un patrimonio cultural, festivo y etnográfico del que hoy nos enorgullecemos. Para ellos sea un homenaje y para cuantos en la actualidad continúan enriqueciendo la historia, añadiendo páginas una tras otra.

                              Tiene el privilegio de contar con un pasado rico en acontecimientos y con un aspecto remozado, animado, laborioso, cristiano, señorial, agradable y generoso que ofrece la suprema manifestación de fe y de arte con la belleza de su entorno, en una admirable armonía de color, fragancia y amor. La lenta transformación se ha percibido en el cambio de su anatomía urbana. Se destaca con rasgos distanciados de un pretérito no lejano de lo sencillo y corriente. Sus viviendas son de una sola planta y de estilo canario.

                              Contó con un chorrito de agua o tanquito de abastecimiento público y que de ahí le vendría el nombre. Abundan numerosas anécdotas, que a muchos le dieron dolor de cabeza y algunos sustos con apariciones de fantasmas, por las largas colas, que se formaban a su alrededor. La maquinación y astucia de unos hacían que los otros se marcharan despavoridos y, así, dejaran libre la realización del acarreo de agua para las labores hogareñas. En las horas nocturnas, que eran las más concurridas, ocurrían hechos sorprendentes.

                              En su principio fue de tierra y con murallas de piedras de contención. Recuerdo que mis padres tenían un horno artesanal, en él elaboraban cualquier tipo de producto de masa con el consiguiente olor al pan de manteca por las fiestas de Navidad. En ella nací y estuve viviendo hasta 1990, aproximadamente.

                              Tenía la cruz de madera en el centro, aunque estuvo en distintos sitios, sin embargo, está en la actualidad en su ubicación original. Cuando se aproximaba la fiesta de la Cruz, 3 de mayo, se respiraba un nerviosismo por la competitividad y el afán de superación. Cuentan que un cierto señor hacendado solía pasar por allí montado a caballo, después de sus faenas de cuidado y vigilancia de sus fincas rústicas o de servidumbre, y que un día sufrió un accidente mortal. Entonces, se colocó dicho signo cristiano para perpetuar el fatídico hecho, denominándose popularmente como el “Llano de la Cruz”.

                              En el periodo de 1970 a 1975, siendo alcalde de esta ciudad capital Miguel Perdigón Benítez, perdió su fisonomía peculiar y se convirtió en zona de aparcamientos de vehículos con inclinación con respecto a la rasante de las calles colindantes de Tanquito, Álamos y Navarra. Más tarde, en la tercera y última etapa en la alcaldía de Antonio Sanjuán Hernández, tomó la actual configuración.

                              En la mente de pocas generaciones existe la mirada retrospectiva de la visita de Nuestra Señora de Las Nieves, Patrona de esta isla, en una de las Bajadas, década de los años 80, y la de Fátima en 1990, la Virgen Peregrina.

                              En sus aledaños, concretamente en la calle Álamos, hoy prolongación de Navarra, vivió y murió el prestigioso músico Felipe Damián López Rodríguez (1909-1972), autor de la “Loa a la Virgen de La Luz”, año de 1966, dedicándosela a su esposa Nieves Mederos Cabrera, que él llamaba “Nievitas la Machina” y con quien dejó cinco hijos: Damián, Antonio, José Melquiades (Pepe), Felipe (Fifo) y Juan Ramón. Se estrenó dicha composición el 8 de septiembre desde el balcón de su casa, mientras la imagen mariana, Santa María de La Luz, recibía pleitesía en medio de tal emplazamiento, acompañada por la otra del santo Patrón, san Telmo.

                              “Madre de Dios Uno y Trino, porque Trinidad es la luz de mi infancia, aún asomada tras las ventanas del Tanquito esperando tu llegada con los ojos humedecidos. No te hace falta algarabía ni compañía, ni tan siquiera tambores o poesías que alegren tu paso por esa plaza o por cualquiera del barrio, porque las abuelas y abuelos que te rezaron durante siglos siguen ahí tras las celosías ya cerradas, y ocultos para los insensibles ojos de quien no sabe o simplemente no quiere verlos”. (Pregón de las fiestas de Nuestra Señora de La Luz y San Telmo. 7 de septiembre de 2017. Domingo José Cabrera Benítez). 

FUENTES CONSULTADAS:

               - Pregón de las fiestas en honor a Nuestra Señora de La Luz y San Telmo. 7 de septiembre de 2016. Domingo Cabrera Pérez.

               - Otros documentos y procedencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario